Coronavirus: el protagonista del año
Cuando parecía que el fútbol recuperaba cierta “normalidad”, el Covid-19 volvió a complicar las cosas a nivel mundial: suspensiones en España, casos Italia y problemas en África. La situación actual.
OléA comienzos de año, el planeta entero fue notificado de la presencia de una pandemia proveniente de China. Lo que parecía ser pasajero, vino para quedarse y hoy, con millones de infectados y muertos a nivel mundial a diez meses y medio de iniciado el 2020, el problema sigue siendo el mismo: el Covid-19. Y el fútbol no está exento.
Desparramado por todo el mundo, el virus llevó a la suspensión de las principales ligas allá por marzo. De a poco, en Europa e incluso Asia -donde surgió la enfermedad- volvieron a la actividad y parecía que se podía recuperar cierta normalidad. En el Viejo Continente (epicentro de la pandemia por varios meses), las cosas iban mejorando y hasta hubo hinchas que pudieron asistir a los estadios en partidos de Supercopa y Champions League. Pero la problemática persiste.
Los rebrotes de coronavirus encendieron la alarma en países como España. Tal es así, que LaLiga tuvo que suspender Alcorcón-Ponferradina (se iba a jugar el domingo) de la Segunda División, por cuatro casos positivos en el club madrileño. En Italia, otro de los europeos que más sufrió los efectos del Covid-19, la Fiorentina tuvo que aislar a todo su plantel por tener un nuevo contagiado.
En África, al Raja Casablanca de Marruecos le prohibieron viajar a Egipto para jugar el próximo sábado la semifinal de la Champions africana contra el Zamalek, por tener nueve infectados en su delegación. Las autoridades marroquíes ordenaron a la institución el confinamiento del equipo por una semana, por lo que el partido sería aplazado.
A pesar de este panorama, en Sudamérica y otras partes del mundo hubo ciertos avances: en Argentina, por ejemplo, la Liga Profesional volverá el 30 de octubre. Los meses pasan y el protagonista sigue siendo el coronavirus, pero en la convivencia, el fútbol puede encontrar un argumento para ir a marcha y contramarcha.