Boca, la política de pases y el abuso de las ofertas
La llegada del Pulpo González puso sobre la mesa algunas cuestiones: de la condición que puso Cascini de ser jugador de Selección para jugar en “nuestro club” al exceso de la política del revuelva y elija...
Olé"Una condición para jugar en nuestro club es que los refuerzos tienen que ser jugadores de Selección". La frase de Raúl Cascini, dicha allá por marzo, se la llevaron puesta los vientos de la pandemia. Acaso también, cierta subestimación de la dificultad que representa cerrar ese tipo de operaciones y alguna sobreestimación del imán que representa la camiseta de Boca. Todo muy lindo, pero los jugadores van allá donde está el dinero.
Y el dinero Boca no lo puso, o no lo tiene. Hay que decirlo: el Consejo de Juan Román Riquelme fue astuto para conseguir buenos jugadores a un costo relativamente bajo. Préstamos accesibles con opción de compra a definir por rendimiento (Pol Fernández), jugadores de selección sin mucho rodaje (ahí sí, caso Carlos Zambrano o Edwin Cardona) a precio de saldos.
El caso Pulpo González parece ser un exceso en la política del revuelva y elija. Ya tiene jugadores con sus características (el ex Lanús tiene un poco de Pol y un poco de Nicolás Capaldo) y lleva más de un año sin jugar. Tampoco sin abusar, a veces hay que gastar para dar el salto de calidad. Y si no se puede, no comprar por comprar es el mejor plan.