Villa, en pie de guerra

El colombiano, que está enojado con el Consejo de Riquelme por la sanción y las ofertas rechazadas, sigue firme en su posición de no jugar más y a la vez redobló la apuesta: puede terminar con abogados de por medio.

Olé
La bomba explotó cuando el lunes Olé reveló que Sebastián Villa, enojado por con el Consejo de Fútbol de Boca por la sanción de no jugar hasta tanto no definiera la situación judicial y por las ofertas rechazadas en los últimos meses, le había comunicado al Chelo Delgado su decisión de no volver a jugar por más que hubiera "49 jugadores contagiados de 50" y que también lo había hablado con Miguel Angel Russo. Pero no terminó ahí. Este martes, después de que el Consejo avisara que no modificará ninguna de sus decisiones, el colombiano subió la apuesta: puede terminar en juicio contra el club.


​Villa reaccionó primero por encontrarse sin la posibilidad de jugar los próximos partidos de la Copa Libertadores y a la vez porque el club, a pesar de tenerlo sancionado, no quiso negociarlo con Atletico Mineiro, que primero envió dos propuestas a préstamo (por 600.000 y por 1.000.000) y luego otra por la compra del 50% del pase a cambio de 4.000.000 de dólares a pagar en dos cuotas, una al momento de la transferencia y la restante a los seis meses.

A partir de esto, el delantero de 24 años explotó y comunicó su decisión de no jugar por más que lo necesitaran en medio del brote de coronavirus en el plantel que tuvo a 22 futbolistas contagiados y llegará con lo justo al partido del jueves 17 contra Libertad en Paraguay. "El pibe les dijo a todos que no quiere jugar más en Boca", le contaron a Olé. Y marcaron que el colombiano se sintió desgastado luego de varias situaciones vividas en estos meses.

¿De donde venía la bronca anterior? Las promesas incumplidas de ajuste salarial, un supuesto positivo de coronavirus filtrado desde el club durante las prácticas virtuales y las primeras ofertas rechazadas al mismo Mineiro y al Sporting de Lisboa.

A la nueva posición de Villa de "no jugar más" la sucedió una respuesta del Consejo: la sanción deportiva sobre el jugador es inalterable y sólo será posible una transferencia en el caso de que exista una oferta que le cierre económicamente al club (las que llegaron las consideraron insuficientes). Y en Boca aseguran que el jugador podrá "patalear" y enojarse todo lo que quiera, que su realidad no va a cambiar.

A todo esto, Villa sigue sigue entrenándose con Boca dentro del aislamiento impuesto por el coronavirus de sus compañeros pero más caliente que nunca por decisiones que considera que "sólo buscan hacer el mal" y retenerlo en el club "con un contrato devaluado". Y, si bien con dos meses por delante no piensa dejar de trabajar, no descarta ir a fondo una vez que termine la competencia: "ir a Colombia para las vacaciones, no volver más y poner un abogado".

"Supongamos que no sale la causa por seis meses y después sale inocente... La realidad es que puede que hacer un juicio por 40.000.000 de euros, que es la cláusula que tiene, porque destruyeron su imagen al haberlo sancionado y no dejarlo jugar. Y van a tener que hacerse cargo", le dijeron a Olé desde adentro, por más que la presunción de inocencia y la violencia de género sea un tema de debate con posiciones muy enfrentadas, entre quienes consideran a la presunción como un derecho fundamental y quienes defienden lo contrario.

Por lo pronto, más allá de las tres ofertas rechazadas por Boca, Mineiro evalúa enviar en los próximos días una nueva propuesta por un monto superior a los 4.000.000 de dólares, posiblemente por encima de los 5.000.000, según le aseguraron a este diario.

Villa seguirá presionando y Boca sólo lo largará si el número lo convence. La guerra está planteada.

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