Russo, en duda para dirigir a Boca
El entrenador estuvo al frente de las prácticas hasta comienzos de esta semana y luego, cuando se dio el brote de coronavirus en el plantel, se guardó por prevención. Su presencia el 17 ante Libertad en Paraguay no puede confirmarse.
Olé
Una de las frases de Miguel Angel Russo en la única conferencia que dio desde que volvieron los entrenamientos tiene que ver con todo lo que pasó y pasará en la vuelta de las competencias: el técnico de Boca es doble grupo de riesgo y, después del brote de coronavirus que se dio en su plantel, hoy está en duda su presencia en la vuelta de la Copa Libertadores.
"Me hacen sentir en un espacio que es bueno y saludable para mí. Tengo todos los cuidados, pero agradezco a la gente de Boca de qué manera y forma me hace sentir protegido y cuidado. Estoy muy contento y seguro", dijo el DT hace varias semanas, cuando las prácticas recién habían comenzado y la mayoría de sus jugadores gozaban de plena salud.
En ese momento, Russo había pasado de monitorear los movimientos de sus futbolistas desde una terraza del Centro de Entrenamiento a recorrer los tres campos de juego en los que se entrenaban sus jugadores, divididos en dos turnos de tres grupos cada uno. Como si hubiera ido tomando confianza...
Quienes más conocen al entrenador decían que resultaba muy difícil pararlo y mantenerlo en su casa, por más que tuviera licencia para hacerlo. "Como es Miguel, imposible", explicaban. Si, de hecho, el DT de Boca apareció desde el primer día cuando el Ruso Zielinski y Diego Maradona, otros dos con alto riesgo, no se presentaron de entrada y dejaron todo a cargo de sus cuerpos técnicos.
En esa misma conferencia también le preguntaron a Russo qué pensaba hacer para los partidos de la Libertadores, el 17 ante Libertad en Paraguay y el 24 contra el DIM en Colombia, y no anduvo con vueltas: "Pienso viajar si Dios quiere".
Sin embargo, ese pensamiento dio un giro, hoy el DT se encuentra guardado en su casa de Buenos Aires (el mismo lunes que se confirmaron los positivos dejó la concentración) y "verá día a día qué hacer", mientras su plantel sigue aislado en un hotel, con tres de sus ayudantes también contagiados y sólo dos en condiciones de conducir los movimientos físicos.
Claro, lo que no imaginaba el técnico cuando dijo que pensaba viajar es que pasara lo que pasó dentro de su equipo, con 18 jugadores contagiados en medio de la burbuja. Y que el riesgo que siempre parece lejano apareciera delante de su cara.
Olé
Una de las frases de Miguel Angel Russo en la única conferencia que dio desde que volvieron los entrenamientos tiene que ver con todo lo que pasó y pasará en la vuelta de las competencias: el técnico de Boca es doble grupo de riesgo y, después del brote de coronavirus que se dio en su plantel, hoy está en duda su presencia en la vuelta de la Copa Libertadores.
"Me hacen sentir en un espacio que es bueno y saludable para mí. Tengo todos los cuidados, pero agradezco a la gente de Boca de qué manera y forma me hace sentir protegido y cuidado. Estoy muy contento y seguro", dijo el DT hace varias semanas, cuando las prácticas recién habían comenzado y la mayoría de sus jugadores gozaban de plena salud.
En ese momento, Russo había pasado de monitorear los movimientos de sus futbolistas desde una terraza del Centro de Entrenamiento a recorrer los tres campos de juego en los que se entrenaban sus jugadores, divididos en dos turnos de tres grupos cada uno. Como si hubiera ido tomando confianza...
Quienes más conocen al entrenador decían que resultaba muy difícil pararlo y mantenerlo en su casa, por más que tuviera licencia para hacerlo. "Como es Miguel, imposible", explicaban. Si, de hecho, el DT de Boca apareció desde el primer día cuando el Ruso Zielinski y Diego Maradona, otros dos con alto riesgo, no se presentaron de entrada y dejaron todo a cargo de sus cuerpos técnicos.
En esa misma conferencia también le preguntaron a Russo qué pensaba hacer para los partidos de la Libertadores, el 17 ante Libertad en Paraguay y el 24 contra el DIM en Colombia, y no anduvo con vueltas: "Pienso viajar si Dios quiere".
Sin embargo, ese pensamiento dio un giro, hoy el DT se encuentra guardado en su casa de Buenos Aires (el mismo lunes que se confirmaron los positivos dejó la concentración) y "verá día a día qué hacer", mientras su plantel sigue aislado en un hotel, con tres de sus ayudantes también contagiados y sólo dos en condiciones de conducir los movimientos físicos.
Claro, lo que no imaginaba el técnico cuando dijo que pensaba viajar es que pasara lo que pasó dentro de su equipo, con 18 jugadores contagiados en medio de la burbuja. Y que el riesgo que siempre parece lejano apareciera delante de su cara.