River, ante un descanso que suma a la preparación

Gallardo les dará el domingo libre a sus jugadores: es el cierre de 13 días agotadores, de entrenamientos, suspenso y estrés. El lunes, reseteo y testeos.

Olé
¿Cuántas cosas pueden pasar en trece días? River lo sabe... Hubo tres rondas de hisopados, una burbuja abierta, un coronavirus que “se coló”, un contagio -el de Adrián Olivieri, entrenador de arqueros- que mantuvo en vilo a toda la delegación y un posterior alivio por el negativo más positivo. En el interín, un día completo de confinamiento individual dentro de las habitaciones del Holiday Inn y varias tardes de trabajos físicos en aislamiento con corredores sanitarios para evitar contactos estrechos. Una burbuja disuelta, la vuelta a casa, entrenamientos grupales. En síntesis: poco fútbol, mucha intriga. Hasta que, por fin, llegó el descanso: el plantel gozará este domingo de un día libre muy necesario después de haber atravesado casi dos semanas de vaivenes y tensiones.


Las 36 horas de esparcimiento -aunque extremando medidas sanitarias- le permitirán al grupo distenderse. Focalizar hacia adelante y archivar los meneos de un plan que no funcionó tal y como estaba planeado, puesto que se pudo trabajar poco tácticamente a nivel equipo -lo que Gallardo reforzará a partir del lunes- aun cuando físicamente sí pudo mantener un ritmo importante de trabajos.

El deté necesita a River descansado para poder, posteriormente, intensificar los conceptos grupales para moldear un equipo que lo represente. Por su cabeza ya han pasado distintos escenarios: retoques de dibujo (línea de cuatro, Nacho Fernández jugando más cerca de Enzo Pérez) e inclusión de nombres para potenciar la fase ofensiva (Julián Álvarez). Aunque para eso antes será necesario un relax en familia.

El lunes habrá reseteo: luego de someterse a una nueva ronda de exámenes PCR, el plantel se ejercitará en el River Camp comprendiendo que el almanaque no es de goma y que le quedarán por delante apenas siete u ocho entrenamientos completos antes del vuelo a Brasil para enfrentar a San Pablo el jueves 17. Y que tampoco habrá demasiado margen de trabajo hasta el segundo compromiso post reinicio oficial. Otro partido, otro viaje para River: el lunes 21 el grupo partiría nuevamente en avión a Lima, donde enfrentará el 22 a Binacional.

Por eso hay que acelerar el proceso de aceitado. Gallardo, en ese contexto, apunta a aprovechar cada jornada para incorporar la pelota en los trabajos. De hecho el sábado, en el entrenamiento matutino, hubo trabajos técnicos en espacio reducido. Fue el último día de una seguidilla estresante. Urgía un descanso, que ya llegó.

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