Neymar y otros cuatro expulsados en un 'sucio' clásico francés que decidió Thauvin
Además, del brasileño vieron tarjeta roja Kurzawa, Paredes, Jordan Amavi y Benedetto. Hubo de todo menos fútbol. El Marsella venció nueve años después.
Andrés Onrubia
As
El Olympique de Marsella venció por la mínima al PSG en un partido absolutamente loco y que se ensució al final por una tangana que acabó con varios expulsados, entre ellos Neymar. El conjunto parisino perdió por segunda vez consecutiva en la Ligue 1 y ante un rival que le hizo la vida imposible durante 90 minutos. Tanto Tuchel como Villas-Boas dejaron varias novedades antes del partido. El técnico del PSG alineó a Neymar y Di María a pesar de que ambos solo llevaban un entrenamiento por haber dado positivo en coronavirus. Por su parte, el portugués fue valiente y colocó a Maxime Lopez de falso 9, una posición inédita para el centrocampista y que tuvo como consecuencia la suplencia de Benedetto. Gueye, flamante fichaje del OM en el mercado, hizo su primera aparición como titular en el medio. Frenético, intenso, emocionante y espectacular. Así se puede resumir la primera mitad entre PSG y Olympique de Marsella. Fue el clásico de mayor intensidad de los últimos años y los parisinos sufrieron la falta de ritmo.
No obstante, Mandanda realizó una parada milagrosa en el primer minuto a un remate de Di María y el PSG reclamó un penalti por una posible mano de Gueye en la jugada siguiente. Hubo hasta polémica para darle todavía más salero a lo que fue un auténtico partidazo entre dos estilos totalmente opuestos. Villas-Boas salió en 2019 con la lección aprendida de París. El portugués recibió una dolorosa derrota hace un año con el OM (4-0) y erró en su planteamiento inicial, pues salió a presionar muy arriba y acabó pagando las consecuencias. Hoy, la historia fue muy distinta y el Marsella replegó de forma espectacular, taponando los pasillos interiores y obligando al PSG a entrar siempre por banda. Al no tener a Icardi, apenas hubo ocasiones del subcampeón de Europa en los primeros 45 minutos. El buen hacer del OM tuvo su recompensa. Dimitri Payet sacó a relucir su guante en la pierna derecha y asistió a Thauvin en una jugada a balón parado.
El extremo, acostumbrado a recibir críticas por no rendir en los partidos importantes, se quitó de encima un peso muy grande y batió a un Sergio Rico que dio la sensación de poder haber salido a blocar el centro. Tras el gol, se jugó muy poco en París y las disputas entre ambos equipos se intensificaron. De hecho, Álvaro González pidió al VAR la revisión de un escupitajo propiciado por Di María al exjugador del Villarreal que no recibió castigo. La segunda mitad tuvo incluso más emoción que la primera. Neymar, que había estado desaparecido en los primeros 45 minutos, comenzó a trazar diagonales en la banda izquierda que generaron dos ocasiones claras con Mandanda de protagonista.
El internacional francés repelió un disparo de Verratti en el área y, minutos después, sacó con el pie un disparo cruzado de Neymar que había tocado previamente en Álvaro González. Pero los minutos decisivos del encuentro llegaron a partir del minuto 60. El árbitro anuló un gol a Di María que el VAR ratificó. La tecnología, tan criticada en España y también en Francia, cometió un error minutos después, pues en el gol anulado a Benedetto, Thauvin no estaba en fuera juego y el vídeo arbitraje tardó tan solo 30 segundos en refrendar la decisión del árbitro. Como en todos los clásicos, la polémica estuvo presente en varias jugadas. El Marsella renunció a atacar tras el gol anulado a Benedetto y acabó el encuentro encerrado en su campo. Villas-Boas dio entrada a Strootman para que el holandés diera más solidez al equipo en el medio. Neymar tuvo en sus botas el empate, pero llegó tarde a un pase de la muerte de Di María. Y en el descuento, Neymar, Benedetto Amavi, Kurzawa y Paredes acabaron expulsados por forzar una pelea innecesaria en un partido que estaba siendo precioso. Finalmente, el OM se llevó una victoria de esas que suponen un punto de inflexión a lo largo de una temporada.
Andrés Onrubia
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El Olympique de Marsella venció por la mínima al PSG en un partido absolutamente loco y que se ensució al final por una tangana que acabó con varios expulsados, entre ellos Neymar. El conjunto parisino perdió por segunda vez consecutiva en la Ligue 1 y ante un rival que le hizo la vida imposible durante 90 minutos. Tanto Tuchel como Villas-Boas dejaron varias novedades antes del partido. El técnico del PSG alineó a Neymar y Di María a pesar de que ambos solo llevaban un entrenamiento por haber dado positivo en coronavirus. Por su parte, el portugués fue valiente y colocó a Maxime Lopez de falso 9, una posición inédita para el centrocampista y que tuvo como consecuencia la suplencia de Benedetto. Gueye, flamante fichaje del OM en el mercado, hizo su primera aparición como titular en el medio. Frenético, intenso, emocionante y espectacular. Así se puede resumir la primera mitad entre PSG y Olympique de Marsella. Fue el clásico de mayor intensidad de los últimos años y los parisinos sufrieron la falta de ritmo.
No obstante, Mandanda realizó una parada milagrosa en el primer minuto a un remate de Di María y el PSG reclamó un penalti por una posible mano de Gueye en la jugada siguiente. Hubo hasta polémica para darle todavía más salero a lo que fue un auténtico partidazo entre dos estilos totalmente opuestos. Villas-Boas salió en 2019 con la lección aprendida de París. El portugués recibió una dolorosa derrota hace un año con el OM (4-0) y erró en su planteamiento inicial, pues salió a presionar muy arriba y acabó pagando las consecuencias. Hoy, la historia fue muy distinta y el Marsella replegó de forma espectacular, taponando los pasillos interiores y obligando al PSG a entrar siempre por banda. Al no tener a Icardi, apenas hubo ocasiones del subcampeón de Europa en los primeros 45 minutos. El buen hacer del OM tuvo su recompensa. Dimitri Payet sacó a relucir su guante en la pierna derecha y asistió a Thauvin en una jugada a balón parado.
El extremo, acostumbrado a recibir críticas por no rendir en los partidos importantes, se quitó de encima un peso muy grande y batió a un Sergio Rico que dio la sensación de poder haber salido a blocar el centro. Tras el gol, se jugó muy poco en París y las disputas entre ambos equipos se intensificaron. De hecho, Álvaro González pidió al VAR la revisión de un escupitajo propiciado por Di María al exjugador del Villarreal que no recibió castigo. La segunda mitad tuvo incluso más emoción que la primera. Neymar, que había estado desaparecido en los primeros 45 minutos, comenzó a trazar diagonales en la banda izquierda que generaron dos ocasiones claras con Mandanda de protagonista.
El internacional francés repelió un disparo de Verratti en el área y, minutos después, sacó con el pie un disparo cruzado de Neymar que había tocado previamente en Álvaro González. Pero los minutos decisivos del encuentro llegaron a partir del minuto 60. El árbitro anuló un gol a Di María que el VAR ratificó. La tecnología, tan criticada en España y también en Francia, cometió un error minutos después, pues en el gol anulado a Benedetto, Thauvin no estaba en fuera juego y el vídeo arbitraje tardó tan solo 30 segundos en refrendar la decisión del árbitro. Como en todos los clásicos, la polémica estuvo presente en varias jugadas. El Marsella renunció a atacar tras el gol anulado a Benedetto y acabó el encuentro encerrado en su campo. Villas-Boas dio entrada a Strootman para que el holandés diera más solidez al equipo en el medio. Neymar tuvo en sus botas el empate, pero llegó tarde a un pase de la muerte de Di María. Y en el descuento, Neymar, Benedetto Amavi, Kurzawa y Paredes acabaron expulsados por forzar una pelea innecesaria en un partido que estaba siendo precioso. Finalmente, el OM se llevó una victoria de esas que suponen un punto de inflexión a lo largo de una temporada.