MOTOGP | GP DE SAN MARINO El Mundial más loco: ahora gana Morbidelli con Mir tercero
El italobrasileño se convierte en el quinto ganador del año en seis carreras y el cuarto que se estrena su casillero de victorias. Fiascos de Quartararo (dos caídas) y Maverick (6º).
Mela Chércoles
As
Se debe estar tirando de los pelos Marc Márquez desde casa a cada carrera de MotoGP que pasa. Sin él sobre el asfalto, al estar de baja por lesión desde la segunda prueba, parece que ninguno quisiera ganar el título y, lo que es seguro, nos encontramos ante el Mundial más loco de la historia de la categoría. Y es que en el GP de San Marino lo ha ganado Franco Morbidelli, con la Yamaha satélite, convirtiéndose en el quinto ganador en seis carreras y en el cuarto piloto que estrena su casillero de victorias, lo que no se veía desde que el campeonato echara a andar en 1949. Y lo de que parezca que nadie quiera ganar este año es por las continuas oportunidades perdidas de los que marchan o marchaban en las primeras posiciones del campeonato...
Si había dos favoritos clarísimos a la victoria en el Marco Simoncelli de Misano, a tener de lo visto en los entrenamientos, eran Maverick y Quartararo. Pues bien, Viñales cambió su pole por una decepcionante sexta plaza (falta de agarre en el nuemático trasero, dijo después) y Fabio se fue al suelo cuando marchaba cuarto, en la curva 4 de la octava vuelta. El hasta aquí líder de la general reemprendió la marcha y, tras un paso por el pit lane, volvió a irse al suelo, esta vez en la curva 6. Y esa enorme pifia del galo no la aprovechó como debía un Dovizioso que fue finalmente séptimo. Eso le hizo sumar nueve puntos con los que ahora lidera con seis de ventaja sobre Quartararo, pero el italiano sabe mejor que nadie que era día para haber sumado más, sobre todo viendo que Bagnaia, su compañero de fábrica, era capaz de acabar segundo en su reaparición tras sufrir fractura en una pierna.
La pelea por la victoria no tuvo emoción, porque Morbidelli se encargó de liderar de principio a fin, pero sí que la hubo por las otras dos plazas de podio. Bagnaia remontó desde la octava plaza a la segunda y Mir desde la séptima a la tercera. El de Suzuki salvó los muebles para el motociclismo español in extremis, al ser el suyo el único podio de los nuestros en toda la jornada. El mallorquín se lo trabajó a tope y fue una lástima que tuviera que abrirse mediada la carrera para no impactar con Maverick, porque sin eso habría podido acabar incluso segundo.
El campeón de Moto3 de 2017 le ganó la posición a Rins para ponerse cuarto antes de que arrancara la última vuelta. Álex salió más abierto de la cuenta del último viraje y perdió algo en la aceleración, lo que aprovechó su compañero. A partir de ahí, Mir se tiró a por Rossi con el cuchillo entre los dientes y le hizo un interior de derechas antológico, en la curva 10 (Tramonto), sin intimidarle que se lo estaba haciendo a una leyenda viva que había hecho méritos más que de sobra para subir al cajón.
Rossi, a sus 41 años, peleó hasta la última curva de la última vuelta por su podio número 200 en el Mundial con lo que es fácil de entender que no esté dispuesto a retirarse todavía. El Doctor sigue disfrutando de las carreras y hace disfrutar a la afición de ellas, mucho más allá que por sus ingeniosas ideas con diseños de casco como el que ha lucido en Misano, inspirado en las pastillas azules de viagra para que le dieran potencia extra. Se la dieron, pero no lo suficiente como para volver al podio. Se tuvo que conformar con el cuarto, por delante de Rins, y acabaron tras ellos hasta cerrar los diez primeros Maverick, Dovizioso, Miller, Nakagami y Pol. Más atrás acabaron Oliveira 11º (ganó en Austria 2), Binder 12º (ganó en Brno), Aleix 13º, Lecuona 14º, Álex Márquez 17º y Rabat se cayó.
Mela Chércoles
As
Se debe estar tirando de los pelos Marc Márquez desde casa a cada carrera de MotoGP que pasa. Sin él sobre el asfalto, al estar de baja por lesión desde la segunda prueba, parece que ninguno quisiera ganar el título y, lo que es seguro, nos encontramos ante el Mundial más loco de la historia de la categoría. Y es que en el GP de San Marino lo ha ganado Franco Morbidelli, con la Yamaha satélite, convirtiéndose en el quinto ganador en seis carreras y en el cuarto piloto que estrena su casillero de victorias, lo que no se veía desde que el campeonato echara a andar en 1949. Y lo de que parezca que nadie quiera ganar este año es por las continuas oportunidades perdidas de los que marchan o marchaban en las primeras posiciones del campeonato...
Si había dos favoritos clarísimos a la victoria en el Marco Simoncelli de Misano, a tener de lo visto en los entrenamientos, eran Maverick y Quartararo. Pues bien, Viñales cambió su pole por una decepcionante sexta plaza (falta de agarre en el nuemático trasero, dijo después) y Fabio se fue al suelo cuando marchaba cuarto, en la curva 4 de la octava vuelta. El hasta aquí líder de la general reemprendió la marcha y, tras un paso por el pit lane, volvió a irse al suelo, esta vez en la curva 6. Y esa enorme pifia del galo no la aprovechó como debía un Dovizioso que fue finalmente séptimo. Eso le hizo sumar nueve puntos con los que ahora lidera con seis de ventaja sobre Quartararo, pero el italiano sabe mejor que nadie que era día para haber sumado más, sobre todo viendo que Bagnaia, su compañero de fábrica, era capaz de acabar segundo en su reaparición tras sufrir fractura en una pierna.
La pelea por la victoria no tuvo emoción, porque Morbidelli se encargó de liderar de principio a fin, pero sí que la hubo por las otras dos plazas de podio. Bagnaia remontó desde la octava plaza a la segunda y Mir desde la séptima a la tercera. El de Suzuki salvó los muebles para el motociclismo español in extremis, al ser el suyo el único podio de los nuestros en toda la jornada. El mallorquín se lo trabajó a tope y fue una lástima que tuviera que abrirse mediada la carrera para no impactar con Maverick, porque sin eso habría podido acabar incluso segundo.
El campeón de Moto3 de 2017 le ganó la posición a Rins para ponerse cuarto antes de que arrancara la última vuelta. Álex salió más abierto de la cuenta del último viraje y perdió algo en la aceleración, lo que aprovechó su compañero. A partir de ahí, Mir se tiró a por Rossi con el cuchillo entre los dientes y le hizo un interior de derechas antológico, en la curva 10 (Tramonto), sin intimidarle que se lo estaba haciendo a una leyenda viva que había hecho méritos más que de sobra para subir al cajón.
Rossi, a sus 41 años, peleó hasta la última curva de la última vuelta por su podio número 200 en el Mundial con lo que es fácil de entender que no esté dispuesto a retirarse todavía. El Doctor sigue disfrutando de las carreras y hace disfrutar a la afición de ellas, mucho más allá que por sus ingeniosas ideas con diseños de casco como el que ha lucido en Misano, inspirado en las pastillas azules de viagra para que le dieran potencia extra. Se la dieron, pero no lo suficiente como para volver al podio. Se tuvo que conformar con el cuarto, por delante de Rins, y acabaron tras ellos hasta cerrar los diez primeros Maverick, Dovizioso, Miller, Nakagami y Pol. Más atrás acabaron Oliveira 11º (ganó en Austria 2), Binder 12º (ganó en Brno), Aleix 13º, Lecuona 14º, Álex Márquez 17º y Rabat se cayó.