MASTERS 1.000 ROMA / Nadal cae ante Schwartzman a una semana de Roland Garros

El Peque jugó un gran partido y aprovechó la mala noche del campeón con el saque para derrotarle en cuartos tras un 9-0 previo por 6-2 y 7-5.

Jesús Mínguez
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"¡No meto ni un primero, así como voy a ganar!”, se le escuchó gritar a Rafa Nadal al inicio del segundo set, en un escenario vacío. Y así fue. Perdió frente a Diego Schwartzman en los cuartos de final del Masters 1.000 de Roma. El Peque no cesó de disparar balas todo el partido hasta adjudicárselo con justicia por 6-2 y 7-5 en 2h:03. Nadal, que retornó a la competición en el Foro Itálico después de 200 días de parón por la pandemia, llegará a Roland Garros con el bagaje de sólo tres partidos. Tenía prevista su rentrée en Madrid, pero el torneo se suspendió. Y sólo quedó Roma en su programa. En París le espera desde el próximo domingo la defensa de su título, la posibilidad de ganar la Copa de los Mosqueteros por decimotercera vez y la de igualar a 20 Grand Slams con Roger Federer. Un gran reto con pocos kilómetros en las piernas.

Schwartzman (15º del mundo) se presentó ante Nadal con la losa de un 9-0 en contra, pero no le pesó. El bonaerense, hincha de Boca y tan admirador de la fiereza de Nadal como del tempo de Juan Román Riquelme, no se amilanó ante el ídolo, que no fue el jugador fantástico que destrozó a Pablo Carreño en su debut y liquidó con facilidad a Lusan Lajovic después. Perdió cinco veces su servicio. Abrió muchas rendijas, y por ellas se coló el canchero jugador argentino.

En la Pista Centrale, Schwartzman se deslizó como si tuviera pólvora en las zapatillas. Con el sonido de los grillos de fondo, sin público que jalear su fantástico desempeño, supo aprovechar el mal partido con el saque de Nadal. En el primer set, el español sólo puso en juego un 46% de primeros saques. Sólo ganó un 58% de primeros y un 36% de segundos. Enfrente, el Peque (1,65 m.) se creció. Y con dos breaks y corriendo bien el revés se adjudicó la primera manga.

En el segundo parcial, lo que se esperaba era el típico ejercicio de épica de Nadal, de ese tenista que cuando juega mal también resuelve partidos. Se quedó a medias. El Peque sacó para 5-3, y Nadal igualó. Lo hizo para ganar con 5-4. Y el de Manacor forzó el empate. Pero volvió a procurarse otra oportunidad de ganar con 6-5, y ya no la soltó. Demasiadas facilidades para tirarlas por la borda. El número dos terminó con 31 errores no forzados y sólo 21 golpes ganadores, un 48% de puntos ganados con primeros y un 44% con segundos. Un filón para el argentino, que además jugó con muchos recursos e inteligencia. Se medirá este domingo (19:00, Movistar Deportes) por un puesto en la final a Denis Shapovalov , que venció a Grigor Dimitrov por 6-2, 3-6 y 7-6 (5).

Nadal no pierde puntos en el ranking, merced a la ‘tregua’ de la ATP por la pandemia pese a ser el campeón. Pero llegará a Roland Garros con dudas y poco rodaje. Su principal rival, Djokovic, sí estará en semifinales. Aunque París siempre es otra historia...

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