Las facturas del Messi más cañero: de Bartomeu a la "gente muy falsa"
Se queda, pero con críticas muy duras hacia el club
Marca
El Messi más duro que se recuerda, a corazón abierto, expuso los argumentos por los que quiso irse del Barça y los motivos que le hicieron dar marcha atrás. Tres semanas después del 8-2, 11 días desde el envío del burofax, el argentino por fin dijo esta boca es mía para afirmar que se queda en el Barça, pero no solo eso: disparó sin reparos al presidente, acusándole de faltar a su palabra, a la junta y la dirección deportiva ("no hay proyecto ni hay nada), se la tiró a la prensa y a la "gente muy falsa", expresó su lealtad al club para no ir a juicio, confesó el sufrimiento de toda la temporada, hasta en los entrenamientos, y resaltó que seguirá compitiendo como siempre.
El timing seguido este viernes nace de la reunión del padre con Bartomeu el miércoles, en la que el presidente hizo ver a los Messi que no negociaba y que no admitía la cláusula. Ahí comprobaron que enfilaban un callejón cuya única salida era un juicio. El paso de las horas fue convenciendo a Leo de que tenía que dar marcha atrás. Este viernes fue el día elegido para comunicarlo. Una entrevista en un medio digital (Goal, en la persona de Rubén Uría), con ediciones en casi todo el mundo y en más de 10 idiomas, para hacer llegar el mensaje a todos los rincones del planeta. No sin antes dejar claro que con la respuesta a LaLiga que se mantenía en sus trece respecto al espíritu de la cláusula liberatoria.
LOS DARDOS
Dijo tanto y tan fuerte que raro será que no haya consecuencias, empezando por Bartomeu, el gran responsable, según la versión del 10, de esta situación. El argentino le acusó de que "no cumplió su palabra" alegando que durante todo el año le fue advirtiendo de que al final de temporada se querría ir, a lo que Barto nunca dijo que no, lo que sí sucedió tras el burofax.
"Él me dijo todo el tiempo: 'Ya hablaremos, que no, que esto y lo otro', pero nada. Por decirlo de alguna manera, el presidente no me daba 'bola' a lo que le estaba diciendo. Mandar el burofax era hacer oficial que me quería ir y que quedaba libre y el año opcional no lo iba a usar y me quería ir".
Bartomeu por tanto se sale con la suya, no será el presidente que echó a Messi, pero su figura no puede estar más debilitada. La afrenta pública del argentino requiere de una defensa por su parte, aunque no está en condiciones de ir a un cara a cara con el ídolo de la afición y con su imagen en mínimos. Seguramente, en cualquier otro club y con cualquier otro jugador se le abriría un expediente. Imposible en el Messi que un club. Patada hacia delante de Barto rumbo a cerrar su mandato en marzo.
Su crítica va más allá del presidente. Leyendo entre líneas se puede entender que el dardo de "aquí no hay proyecto ni hay nada, se van haciendo malabares y van tapando agujeros a medida que van pasando las cosas" va también a la dirección deportiva. ¿Se referirá a la salida de Neymar y los fichajes de Dembélé y Coutinho? ¿Al despido de Valverde y la llegada de Setién? ¿A que echaran al cántabro y ahora sea Koeman? ¿A los constantes cambios en la secretaria técnica?
Mucho se ha dicho y escrito de Messi, a lo que el propio jugador ha contribuido prolongando mucho más de lo necesario su silencio. Lo único que se supo de él tras el 8-2 y hasta este viernes era un burofax en el que informaba de que se iba gratis. En cualquier caso, no le han gustado algunas de las cosas oídas y leídas.
"Me ha dolido mucho que se publiquen cosas en contra mía y sobre todo, que se publiquen cosas falsas, cosas que escuché de la gente, del periodismo, de gente poniendo en duda mi barcelonismo y diciendo cosas que creo que no me merecía. O que se llegase a pensar que podía ir a juicio contra el Barça para poder beneficiarme".
Y para acabar, otro mensaje durísimo, sin destinatario, para aludidos, quién sabe si del vestuario, del club o incluso también de la prensa. Messi se refiere claramente a personas que seguramente no estaban lejos de él, visto el resquemor con el que se expresa.
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El análisis de Maldini sobre lo último de Leo Messi: "Bartomeu ha hecho lo mejor para el club"
"También me sirvió para ver quién es quién. Este mundo del fútbol que es muy difícil y hay mucha gente muy falsa. Esto que ha pasado me ha servido para reconocer a mucha gente falsa que tenía en otra consideración"
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El Messi más duro que se recuerda, a corazón abierto, expuso los argumentos por los que quiso irse del Barça y los motivos que le hicieron dar marcha atrás. Tres semanas después del 8-2, 11 días desde el envío del burofax, el argentino por fin dijo esta boca es mía para afirmar que se queda en el Barça, pero no solo eso: disparó sin reparos al presidente, acusándole de faltar a su palabra, a la junta y la dirección deportiva ("no hay proyecto ni hay nada), se la tiró a la prensa y a la "gente muy falsa", expresó su lealtad al club para no ir a juicio, confesó el sufrimiento de toda la temporada, hasta en los entrenamientos, y resaltó que seguirá compitiendo como siempre.
El timing seguido este viernes nace de la reunión del padre con Bartomeu el miércoles, en la que el presidente hizo ver a los Messi que no negociaba y que no admitía la cláusula. Ahí comprobaron que enfilaban un callejón cuya única salida era un juicio. El paso de las horas fue convenciendo a Leo de que tenía que dar marcha atrás. Este viernes fue el día elegido para comunicarlo. Una entrevista en un medio digital (Goal, en la persona de Rubén Uría), con ediciones en casi todo el mundo y en más de 10 idiomas, para hacer llegar el mensaje a todos los rincones del planeta. No sin antes dejar claro que con la respuesta a LaLiga que se mantenía en sus trece respecto al espíritu de la cláusula liberatoria.
LOS DARDOS
Dijo tanto y tan fuerte que raro será que no haya consecuencias, empezando por Bartomeu, el gran responsable, según la versión del 10, de esta situación. El argentino le acusó de que "no cumplió su palabra" alegando que durante todo el año le fue advirtiendo de que al final de temporada se querría ir, a lo que Barto nunca dijo que no, lo que sí sucedió tras el burofax.
"Él me dijo todo el tiempo: 'Ya hablaremos, que no, que esto y lo otro', pero nada. Por decirlo de alguna manera, el presidente no me daba 'bola' a lo que le estaba diciendo. Mandar el burofax era hacer oficial que me quería ir y que quedaba libre y el año opcional no lo iba a usar y me quería ir".
Bartomeu por tanto se sale con la suya, no será el presidente que echó a Messi, pero su figura no puede estar más debilitada. La afrenta pública del argentino requiere de una defensa por su parte, aunque no está en condiciones de ir a un cara a cara con el ídolo de la afición y con su imagen en mínimos. Seguramente, en cualquier otro club y con cualquier otro jugador se le abriría un expediente. Imposible en el Messi que un club. Patada hacia delante de Barto rumbo a cerrar su mandato en marzo.
Su crítica va más allá del presidente. Leyendo entre líneas se puede entender que el dardo de "aquí no hay proyecto ni hay nada, se van haciendo malabares y van tapando agujeros a medida que van pasando las cosas" va también a la dirección deportiva. ¿Se referirá a la salida de Neymar y los fichajes de Dembélé y Coutinho? ¿Al despido de Valverde y la llegada de Setién? ¿A que echaran al cántabro y ahora sea Koeman? ¿A los constantes cambios en la secretaria técnica?
Mucho se ha dicho y escrito de Messi, a lo que el propio jugador ha contribuido prolongando mucho más de lo necesario su silencio. Lo único que se supo de él tras el 8-2 y hasta este viernes era un burofax en el que informaba de que se iba gratis. En cualquier caso, no le han gustado algunas de las cosas oídas y leídas.
"Me ha dolido mucho que se publiquen cosas en contra mía y sobre todo, que se publiquen cosas falsas, cosas que escuché de la gente, del periodismo, de gente poniendo en duda mi barcelonismo y diciendo cosas que creo que no me merecía. O que se llegase a pensar que podía ir a juicio contra el Barça para poder beneficiarme".
Y para acabar, otro mensaje durísimo, sin destinatario, para aludidos, quién sabe si del vestuario, del club o incluso también de la prensa. Messi se refiere claramente a personas que seguramente no estaban lejos de él, visto el resquemor con el que se expresa.
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El análisis de Maldini sobre lo último de Leo Messi: "Bartomeu ha hecho lo mejor para el club"
"También me sirvió para ver quién es quién. Este mundo del fútbol que es muy difícil y hay mucha gente muy falsa. Esto que ha pasado me ha servido para reconocer a mucha gente falsa que tenía en otra consideración"