Guerra fría de espionaje por la vacuna del coronavirus

Un artículo del New York Times relata una carrera paralela a la de la vacuna. Los ataques informáticos se repiten y apuntan especialmente a China y Rusia.

Raúl Izquierdo
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La carrera por conseguir una vacuna eficaz contra el coronavirus también se ha convertido en una 'guerra de espías' a nivel mundial. Durante los primeros meses de la pandemia, se han sucedido las acusaciones de espionaje internacional con el fin de obtener información confidencial del desarrollo de potenciales vacunas.


Así ocurrió en el caso de Estados Unidos, que acusó a China de espionaje a los laboratorios dedicados a investigar una posible vacuna contra la pandemia. Lo mismo ocurrió con Reino Unido, que denunció la actividad de hackers rusos que buscaban información sobre la vacuna que estaban desarrollando.

En los últimos días, de nuevo el foco de la trama de espionaje vuelve a estar sobre EEUU. Tal y como informa el New York Times, el FBI ha alertado a los responsables de la Universidad de Carolina del Norte sobre los intentos de China para piratear sus datos relacionados con el coronavirus. Según relata el medio norteamericano, los hackers escogieron estos centros en lugar de las farmacéuticas pensando que sería un blanco más fácil.
Espionaje internacional

Sin embargo, como señalan, no es el primer caso que se produce desde el inicio de la pandemia del coronavirus. Destacan que el principal servicio de inteligencia ruso, el S.V.R., trató de conseguir información de las vacunas de Reino Unido, Canadá y Estados Unidos. Sin embargo, fueron detectados por una agencia de espionaje británica que vigilaba los cables de fibra óptica internacionales.

También Irán ha tratado de robar información sobre las proyectos de vacunas llevados a cabo en todo el mundo, mientras que aseguran que EE.UU. se ha dedicado a aumentar sus defensas para evitar espionajes en sus fronteras.

El citado medio destaca que ahora la OTAN, en lugar de centrarse en las células terroristas, está redoblando sus esfuerzos es examinar la intención del Kremlin por conseguir información sobre vacunas, según un funcionario de inteligencia. Una guerra que recuerda a la carrera espacial entre americanos y rusos. "Sería sorprendente si no estuvieran tratando de robar la más valiosa información llevada a cabo en este momento", dijo el mes pasado John C. Demers, alto funcionario del Departamento de Justicia norteamericano.
China, en el punto de mira

El país asiático centra gran parte del artículo del NYT, que asegura que han utilizado "información de la OMS para orientar sus intentos de hackeo de vacunas, tanto en Estados Unidos como en Europa", según una persona del servicio de inteligencia. Una forma podría ser accediendo a información temprana sobre las vacunas que la OMS consideraba más prometedoras.

El servicio de inteligencia americano detectó el pasado mes de febrero las intenciones de China. Desde entonces, tanto la CIA como otros organismos vigilan los movimientos de china dentro de organismos internacionales, como la OMS. Un hecho que llevó a Estados Unidos a salir de dicha organización el pasado mes de julio.

Recientemente, el FBI informó a la ONU del intento de hackeo por parte de China, que trataron de entrar en las redes del departamento de epidemiología, aunque finalmente no lo consiguieron. Leslie Minton, portavoz de la Universidad de Carolina del Norte, asegura que "recibe regularmente alertas de amenazas de las agencias de seguridad". Además de los intentos de hackeo, la presión de China podría proceder también a través de los acuerdos de investigación con las universidades americanas. Por el momento, los servicios de inteligencia consideran que los hackers no se han llevado mucha información de las compañías que desarrollan las vacunas: Gilead, Novavax y Moderna. Por su parte, señalan que los intentos de Rusia iban centrados a descubrir información de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca.
Estados Unidos defiende su función defensiva

El artículo del New York Times hace referencia al carácter defensivo de los esfuerzos realizados por los servicios de espionaje norteamericanos. Sin embargo, antiguos trabajadores del servicio señalan que la realidad no era tan blanca y ni tan negra. "Mientras tratan de averiguar lo que Rusia, China e Irán pueden haber robado, podrían encontrar información sobre la investigación de esos países", apuntan.

Del mismo modo, el servicio de inteligencia expresa su preocupación por que toda esta guerra pueda perjudicar a los esfuerzos que se llevan a cabo para conseguir la vacuna. "Podrían dañar los sistemas de investigación de forma inadvertida o intencionada".

Por último, se hace referencia a la posibilidad de mermar la confianza en una futura vacuna de los países occidentales. "Tanto Rusia como China han difundido desinformación sobre el virus, sus orígenes y la respuesta americana", relatan en el medio norteamericano. Por su parte, Fiona Hill, ex funcionaria del Consejo de Seguridad Nacional, asegura que estos países "han estado ahí fuera en campañas de desinformación. ¿Qué mejor manera de crear confusión y debilitar a los EE.UU que azotando el movimiento antivacuna? Pero asegúrate de que todos tus chicos estén vacunados".

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