Griezmann, a la casilla de inicio
Antoine deberá buscar de nuevo su sitio al lado de Messi. La posible salida del argentino daba al francés un liderazgo que ya no tendrá.
Santi Giménez
As
Antoine Griezmann vuelve a la casilla de salida. Durante una semana, concretamente la pasada, el delantero francés se adivinaba como el jugador franquicia del nuevo proyecto de Koeman después de que Messi dijera que se iba y que el holandés le dijera a Suárez que no contaba con él. El viernes se supo que Messi se quedaba y el francés deberá volver a buscar su acomodo jugando al lado de Messi en una experiencia que la temporada pasada no acabó de funcionar y que orilló al campeón del mundo a la banda izquierda del ataque blaugrana. Un puesto donde por cierto aparece con potencia descomunal Ansu Fati.
La temporada pasada fue dura para Antoine Griezmann, culminada con su suplencia en el partido ante el Bayern. La imagen de uno de los jugadores más afamados del fútbol mundial en el banquillo en partidos tan decisivos como los del Athletic, Sevilla, Atlético o Bayern no puede meterse debajo de una alfombra ni pasar desapercibida. A Griezmann le dolió muchísimo el rol secundario al que ha sido condenado por Setién. Pero ese papel de reparto no ha tenido que ver con sus suplencias, difícilmente comprensibles en un jugador por el que se pagan 120 millones de euros más IVA. Por Griezmann tampoco ha pasado el juego cuando ha tenido la camiseta de titular.
Dos hechos han cambiado a una situación inicial que apuntaba a una posible marcha del francés que no se producirá. Por un lado, que Bartomeu le incluyese en una lista improvisada de intransferibles. Aunque esa lista, en boca de un presidente con una credibilidad tan desgastada, no puede tomarse como completamente fiable, si pueden ser más indicativas las palabras de Ronald Koeman, que anuncia su recolocación en el dibujo. "No es un extremo tradicional. Hay que interpretarlo en su propia posición, en un papel que se adapte a él y donde pueda mostrar sus habilidades". La frase es una declaración de intenciones del holandés para contar con un Griezmann que, cuando pareció que Messi salía, iba a asumir unos galones que ahora vuelven al hombro del argentino.
Santi Giménez
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Antoine Griezmann vuelve a la casilla de salida. Durante una semana, concretamente la pasada, el delantero francés se adivinaba como el jugador franquicia del nuevo proyecto de Koeman después de que Messi dijera que se iba y que el holandés le dijera a Suárez que no contaba con él. El viernes se supo que Messi se quedaba y el francés deberá volver a buscar su acomodo jugando al lado de Messi en una experiencia que la temporada pasada no acabó de funcionar y que orilló al campeón del mundo a la banda izquierda del ataque blaugrana. Un puesto donde por cierto aparece con potencia descomunal Ansu Fati.
La temporada pasada fue dura para Antoine Griezmann, culminada con su suplencia en el partido ante el Bayern. La imagen de uno de los jugadores más afamados del fútbol mundial en el banquillo en partidos tan decisivos como los del Athletic, Sevilla, Atlético o Bayern no puede meterse debajo de una alfombra ni pasar desapercibida. A Griezmann le dolió muchísimo el rol secundario al que ha sido condenado por Setién. Pero ese papel de reparto no ha tenido que ver con sus suplencias, difícilmente comprensibles en un jugador por el que se pagan 120 millones de euros más IVA. Por Griezmann tampoco ha pasado el juego cuando ha tenido la camiseta de titular.
Dos hechos han cambiado a una situación inicial que apuntaba a una posible marcha del francés que no se producirá. Por un lado, que Bartomeu le incluyese en una lista improvisada de intransferibles. Aunque esa lista, en boca de un presidente con una credibilidad tan desgastada, no puede tomarse como completamente fiable, si pueden ser más indicativas las palabras de Ronald Koeman, que anuncia su recolocación en el dibujo. "No es un extremo tradicional. Hay que interpretarlo en su propia posición, en un papel que se adapte a él y donde pueda mostrar sus habilidades". La frase es una declaración de intenciones del holandés para contar con un Griezmann que, cuando pareció que Messi salía, iba a asumir unos galones que ahora vuelven al hombro del argentino.