Ferrari, tormenta y Testa Dura
La Testa Rossa sacó su peor resultado en diez años, en Bélgica. Podían rodar cabezas, pero zafaron todos, hasta Binotto, jefe técnico que no ve crisis en una escudería sin rumbo. Y se vienen Monza y Mugello... con público.
Olé
En 2018, Kimi Raikkonen corrió por última vez en Ferrari; pasó al novedoso Alfa Romeo, hermano menor de la Scuderia. Cuando se hizo ese movimiento, y considerando su edad (en ese entonces, 38), se dio por hecho que el finlandés comenzaría a despedirse. En vez de pelear por llegar primero a la bandera de cuadros, lo haría por no ver la azul (de rezagado). De batallar contra su ex auto, ni hablar, está a otro nivel... Pero, en 2020, la Fórmula 1 anda extraña. Bah, en realidad, no, el único que desentona es Ferrari. Y el domingo, en Bélgica y aún arriba de su humilde Alfa, Kimi dejó pintada en la recta a la máquina roja de Sebastian Vettel. ¿Cómo puede ser, si la Testa Rossa es la más emblemática y ganadora del mundo? Es la pregunta que se hacen todos... menos Mattia Binotto.
Para el jefe de equipo de la escudería tana no hay que dramatizar. “No creo que sea correcto hablar de una crisis, es un mal resultado que forma parte de una temporada difícil”, sostuvo. Si bien es vital no alarmarse cuando algo no marcha como debe y lo más sano es seguir intentando, el tiempo de pruebas ya pasó. Y el color de las alarmas está en composé con el monoplaza, bien rosso. Olé, entonces, analizó por qué los 16 veces campeones tendrían que empezar a preocuparse.
Lo del último fin de semana en el trazado belga de Spa-Francorchamps pareció un punto de quiebre. El rendimiento de los coches fue malo y hubo poco para rescatar, siendo que Vettel llegó 13º y Charles Leclerc, 14º (la largada con cuatro adelantamientos del monegasco, lo más zafable). Así, Il Cavallino selló su peor resultado en diez años, luego de que en el GP de Gran Bretaña 2010, Fernando Alonso fuera 14º y Felipe Massa, 15º.
Lo más terrible no son las posiciones, porque con penalizaciones o problemas en el auto se puede terminar en el fondo, es que los pilotos ni siquiera llegaron al Top 10 pura y exclusivamente por el mal andar del auto. Cuando le contaron al volante alemán sobre los dichos del patrón, quien afirmó que estos inconvenientes se debieron al circuito y que en el futuro mejorarán, él respondió: “Si él lo dice, supongo que tendrá razón”. Puertas adentro, se ve, también hay incertidumbre.
Este presente no es casualidad ni se dio de un día para el otro, sino que se fue construyendo (¿o destruyendo?) a partir del despido de Maurizio Arrivabene de la dirección, a comienzo del 2019. Con él al mando, la Scuderia estuvo más cerca que nunca de destronar a Mercedes, en 2017 y 2018. Desde que tomó las riendas Binotto, se sucedieron una penosa temporada que acabó con tres dudosos triunfos, pues el equipo fue sospechado de portar un motor ilegal, y otra que está en marcha, con siete carreras disputadas de 17 programadas, y parece que será todavía más decepcionante: el equipo marcha 5º, detrás de escuderías como McLaren (3º) y Racing Point (4º). ¿Su corredor mejor posicionado? Leclerc, también 5º. El tetracampeón y primer piloto, en cambio, va 13º. Tras su última actuación, hasta el francés Pierre Gasly, del inferior Alpha Tauri, lo pasó. Lo único que salva a los de Maranello es el pibe Charles (22), quien aportó dos podios en lo que va del año (fue 2º en el debut, en Austria, y 3º en Gran Bretaña).
El problema más próximo con el que lidiarán los tanos es la sede de los eventos. No porque el estilo del trazado les siente mal ni que haya mucha distancia de viaje. De hecho, todo lo contrario, no deberán moverse: se vienen dos fines de semana de corrido en Italia.
Este domingo, por la octava jornada del campeonato, la Máxima visitará el mítico Monza, sin gente en las tribunas que repruebe al equipo (pero la prensa sí les está dando con un caño). Históricamente, es el lugar preferido del Cavallino Rampante, constructor más ganador en la pista con 20 conquistas. Actualmente, es de donde más dolores de cabeza se llevó, con una sola victoria desde el 2010. El año pasado, la alegría retornó de la mano de Leclerc, el 8 de septiembre. Fue la penúltima victoria de Ferrari, que hace casi un año no gana (el 22/9, en Singapur).
La novena fecha, el 13, será en Mugello, bajo el nombre de “Gran Premio de la Toscana”. Este circuito es propiedad de la Scuderia, que suele poner a prueba sus nuevas naves ahí. Esta carrera, para su desgracia, sí tendrá público...
Olé
En 2018, Kimi Raikkonen corrió por última vez en Ferrari; pasó al novedoso Alfa Romeo, hermano menor de la Scuderia. Cuando se hizo ese movimiento, y considerando su edad (en ese entonces, 38), se dio por hecho que el finlandés comenzaría a despedirse. En vez de pelear por llegar primero a la bandera de cuadros, lo haría por no ver la azul (de rezagado). De batallar contra su ex auto, ni hablar, está a otro nivel... Pero, en 2020, la Fórmula 1 anda extraña. Bah, en realidad, no, el único que desentona es Ferrari. Y el domingo, en Bélgica y aún arriba de su humilde Alfa, Kimi dejó pintada en la recta a la máquina roja de Sebastian Vettel. ¿Cómo puede ser, si la Testa Rossa es la más emblemática y ganadora del mundo? Es la pregunta que se hacen todos... menos Mattia Binotto.
Para el jefe de equipo de la escudería tana no hay que dramatizar. “No creo que sea correcto hablar de una crisis, es un mal resultado que forma parte de una temporada difícil”, sostuvo. Si bien es vital no alarmarse cuando algo no marcha como debe y lo más sano es seguir intentando, el tiempo de pruebas ya pasó. Y el color de las alarmas está en composé con el monoplaza, bien rosso. Olé, entonces, analizó por qué los 16 veces campeones tendrían que empezar a preocuparse.
Lo del último fin de semana en el trazado belga de Spa-Francorchamps pareció un punto de quiebre. El rendimiento de los coches fue malo y hubo poco para rescatar, siendo que Vettel llegó 13º y Charles Leclerc, 14º (la largada con cuatro adelantamientos del monegasco, lo más zafable). Así, Il Cavallino selló su peor resultado en diez años, luego de que en el GP de Gran Bretaña 2010, Fernando Alonso fuera 14º y Felipe Massa, 15º.
Lo más terrible no son las posiciones, porque con penalizaciones o problemas en el auto se puede terminar en el fondo, es que los pilotos ni siquiera llegaron al Top 10 pura y exclusivamente por el mal andar del auto. Cuando le contaron al volante alemán sobre los dichos del patrón, quien afirmó que estos inconvenientes se debieron al circuito y que en el futuro mejorarán, él respondió: “Si él lo dice, supongo que tendrá razón”. Puertas adentro, se ve, también hay incertidumbre.
Este presente no es casualidad ni se dio de un día para el otro, sino que se fue construyendo (¿o destruyendo?) a partir del despido de Maurizio Arrivabene de la dirección, a comienzo del 2019. Con él al mando, la Scuderia estuvo más cerca que nunca de destronar a Mercedes, en 2017 y 2018. Desde que tomó las riendas Binotto, se sucedieron una penosa temporada que acabó con tres dudosos triunfos, pues el equipo fue sospechado de portar un motor ilegal, y otra que está en marcha, con siete carreras disputadas de 17 programadas, y parece que será todavía más decepcionante: el equipo marcha 5º, detrás de escuderías como McLaren (3º) y Racing Point (4º). ¿Su corredor mejor posicionado? Leclerc, también 5º. El tetracampeón y primer piloto, en cambio, va 13º. Tras su última actuación, hasta el francés Pierre Gasly, del inferior Alpha Tauri, lo pasó. Lo único que salva a los de Maranello es el pibe Charles (22), quien aportó dos podios en lo que va del año (fue 2º en el debut, en Austria, y 3º en Gran Bretaña).
El problema más próximo con el que lidiarán los tanos es la sede de los eventos. No porque el estilo del trazado les siente mal ni que haya mucha distancia de viaje. De hecho, todo lo contrario, no deberán moverse: se vienen dos fines de semana de corrido en Italia.
Este domingo, por la octava jornada del campeonato, la Máxima visitará el mítico Monza, sin gente en las tribunas que repruebe al equipo (pero la prensa sí les está dando con un caño). Históricamente, es el lugar preferido del Cavallino Rampante, constructor más ganador en la pista con 20 conquistas. Actualmente, es de donde más dolores de cabeza se llevó, con una sola victoria desde el 2010. El año pasado, la alegría retornó de la mano de Leclerc, el 8 de septiembre. Fue la penúltima victoria de Ferrari, que hace casi un año no gana (el 22/9, en Singapur).
La novena fecha, el 13, será en Mugello, bajo el nombre de “Gran Premio de la Toscana”. Este circuito es propiedad de la Scuderia, que suele poner a prueba sus nuevas naves ahí. Esta carrera, para su desgracia, sí tendrá público...