F1 | RUSIA | CLASIFICACIÓN: Hamilton evita un desastre
Gran pole del británico, que por muy poco no fue eliminado en la Q2. Verstappen separa a los Mercedes y Sainz, sólido, saldrá sexto en Sochi.
Sochi, As
Salvó la sesión intermedia con un margen escasísimo de tres décimas, Mercedes no está acostumbrada a vivir en el alambre, pero llegó a la Q3 y sacó toda la artillería: récord histórico de la pista, medio segundo al siguiente clasificado, Verstappen; y seis décimas a su compañero de equipo, Bottas. Si tuvo sudores fríos por el camino el seis veces campeón del mundo sólo lo sabe él, porque ni siquiera se le manchó la camisa. Para la carrera, no obstante, deja una vía abierta al espectáculo: Max y Valtteri empezarán con el neumático medio, más provechoso que el blando. Lewis no pudo imitar la estrategia porque ya tenía demasiados deberes en esa Q2. Además el neerlandés separa a los coches negros en la parrilla y será una molestia. Le gusta.
Por momentos pareció que el poleman sería Daniel Ricciardo, su Renault volaba en el Parque Olímpico, y que Carlos Sainz entraría en la pelea por el top-4. Pero la segunda línea la completa un luchador, Sergio Pérez, con milésimas de ventaja sobre el australiano y nueve puestos por delante de su compañero en Racing Point, Lance Stroll, a pesar de que el canadiense se ha quedado con todas las mejoras que llegan desde la fábrica. Es lo que pasa cuando tu padre no ha comprado la escudería. En cuanto al madrileño, el sexto puesto parecería poco vistas las sensaciones en los entrenamientos libres, pero clasificó muy sólido, como los grandes (guardando juegos de neumáticos desde el principio) en condiciones cambiantes y con tres décimas de renta sobre su vecino de garaje, Norris. Y eso que Lando también lleva un alerón nuevo, mejor...
Sainz se las verá con Checo y con los dos Renault, el podio no anda tan lejos de este grupo si delante se abren oportunidades. Gasly y Albon cerraron el top-10, al que no accedió Leclerc. Pero el monegasco de Ferrari se puede dar por satisfecho después de librarse por centímetros del destrozo en el coche de Vettel. Fue el trompo del alemán, con posterior choque, lo que desató la locura en la clasificatoria de Sochi. De esta clase de películas siempre se intuye el final, pero a quién no le gusta ver a un héroe en apuros, al filo del desastre.