"En Alemania decían que los polacos solo servíamos para la construcción civil"
Polonia, AS
Jakub Blaszczykowski fue uno de los jugadores más importantes en el Dortmund campeón de Jurgen Klopp. Segundo espada por detrás de los Lewandowski, Götze o Reus, el polaco era un habitual del once del alemán. Allí, pasó el mejor tramo de su carrera (2007 a 2015) pero sus inicios no fueron fáciles como relata en el medio digital de su país Meczyki. Según asegura, vivió situaciones de racismo incluso dentro de la plantilla.
"Cuando llegué a Dortmund no tenían una buena visión sobre los polacos en Alemania. Decían que éramos ladrones, que sólo servíamos para trabajar en la construcción... Me costó bastante. En la primera reunión del equipo, algunos jugadores, sentados en una mesa se estaba riendo. Era un crío, pero me di cuenta que se reían de mi y me fui a por ellos. Fue commplicado. A día de hoy, las cosas han cambiado mucho y las distancias entre ambos países han disminuido. Por supuesto, todavía existe pero ahora valoran más lo que somos capaces de hacer", aseguraba el examarillo.
Kuba ha vuelto al fútbol polaco, donde inició su carrera profesional en el KS Stradom. De ahí, dio el salto al Wisla Cracovia, equipo del que le compró el Dortmund en 2007. Con los amarilos estuvo hasta 2015, cuando fue cedido a la Fiorentina. A su regreso de Italia, finalizó su etapa en Dortmund con un traspaso al Wolfsburgo y, este febrero, regresó al Wisla a sus 34 años.
En Dortmund disfrutó de un ciclo ganador consiguiendo dos Bundesligas, una Copa de Alemania y dos Supercopas. Su palmarés lo completa una Liga polaca con el Wisla y el haber sido nombrado dos temporadas mejor jugador polaco del año (2010 y 2008).
Jakub Blaszczykowski fue uno de los jugadores más importantes en el Dortmund campeón de Jurgen Klopp. Segundo espada por detrás de los Lewandowski, Götze o Reus, el polaco era un habitual del once del alemán. Allí, pasó el mejor tramo de su carrera (2007 a 2015) pero sus inicios no fueron fáciles como relata en el medio digital de su país Meczyki. Según asegura, vivió situaciones de racismo incluso dentro de la plantilla.
"Cuando llegué a Dortmund no tenían una buena visión sobre los polacos en Alemania. Decían que éramos ladrones, que sólo servíamos para trabajar en la construcción... Me costó bastante. En la primera reunión del equipo, algunos jugadores, sentados en una mesa se estaba riendo. Era un crío, pero me di cuenta que se reían de mi y me fui a por ellos. Fue commplicado. A día de hoy, las cosas han cambiado mucho y las distancias entre ambos países han disminuido. Por supuesto, todavía existe pero ahora valoran más lo que somos capaces de hacer", aseguraba el examarillo.
Kuba ha vuelto al fútbol polaco, donde inició su carrera profesional en el KS Stradom. De ahí, dio el salto al Wisla Cracovia, equipo del que le compró el Dortmund en 2007. Con los amarilos estuvo hasta 2015, cuando fue cedido a la Fiorentina. A su regreso de Italia, finalizó su etapa en Dortmund con un traspaso al Wolfsburgo y, este febrero, regresó al Wisla a sus 34 años.
En Dortmund disfrutó de un ciclo ganador consiguiendo dos Bundesligas, una Copa de Alemania y dos Supercopas. Su palmarés lo completa una Liga polaca con el Wisla y el haber sido nombrado dos temporadas mejor jugador polaco del año (2010 y 2008).