El método Koeman: sesiones más largas, más intensas, puntualidad...
Las nuevas normas del holandés
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Todos los cambios de entrenador en un equipo de alto nivel generan numerosas modificaciones en las rutinas de los jugadores, sobre todo en lo que hace referencia a los entrenamientos. Y con Ronald Koeman no está siendo una excepción. Era un secreto a voces que los entrenamientos del Barcelona en los últimos años no eran los mejores. Varios futbolistas cuando dejaban el club azulgrana, se quejaban de que se entrenaba poco en Sant Joan Despí. La intensidad en las prácticas no era la idónea para un equipo de alto nivel y el resultado se veía en el terreno de juego cuando se enfrentaban a equipos físicamente muy fuertes como el Bayern o el Liverpool.
Uno de los objetivos prioritarios que se ha marcado Koeman es que el equipo se entrene como debe. Por eso, ha cambiado varias cosas. Una de ellas es el tiempo de entrenamiento. En los últimos años el equipo solía ejercitarse solamente por espacio de una hora. Desde que ha llegado Koeman, los jugadores tienen entrenamientos de hora y media. Y no sólo es la duración. La intensidad de las sesiones, algo que faltaba por ejemplo con Setién, no es la misma. Son 90 minutos en los que los jugadores están a tope y eso lo están notando, sobre todo los más veteranos.
Algunos en el vestuario ya hablan del sargento Koeman. No tienen muy claro si el equipo va a jugar bien o ganar títulos, para eso queda todavía mucho, pero en el vestuario sí tienen claro que este año van a correr. Por lo menos, es lo que han podido deducir viendo estas primeras sesiones de entrenamiento con el holandés al frente.
Otra de las cosas que quiere cambiar Koeman es el de la disciplina. En los últimos años esta se había perdido. Todos los jugadores están citados una hora antes de que comience el entrenamiento. Y también quiere que todos los jugadores estén listos a la hora en la que está fijado el inicio de la sesión.
Si el entrenamiento comienza a las nueve y media, quiere a toda la plantilla disponible lista a esa hora en el campo de entrenamiento. En otros años, el comienzo de la sesión solía retrasarse. Y no por un par de minutos. A veces había que esperar mucho porque alguno de los jugadores se había quedado, por ejemplo, jugando al baloncesto. Koeman quiere poner fin a todo esto porque entiende que la disciplina es fundamental para el grupo. Y el respeto. A algún jugador ya ha tenido que llamarle la atención por hablar mientras él estaba explicando un ejercicio.
Habrá que ver si es capaz de mantenerla a lo largo de toda la temporada. Es habitual que con la llegada de un nuevo técnico todos los jugadores se pongan las pilas y acepten las nuevas normas sin rechistar, pero con el paso del tiempo y de los entrenamientos todo se va flexibilizando. Una de las claves para que Koeman siga manteniendo la autoridad sobre el grupo es que se muestre inflexible con todas estas normas que ha puesto.
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Todos los cambios de entrenador en un equipo de alto nivel generan numerosas modificaciones en las rutinas de los jugadores, sobre todo en lo que hace referencia a los entrenamientos. Y con Ronald Koeman no está siendo una excepción. Era un secreto a voces que los entrenamientos del Barcelona en los últimos años no eran los mejores. Varios futbolistas cuando dejaban el club azulgrana, se quejaban de que se entrenaba poco en Sant Joan Despí. La intensidad en las prácticas no era la idónea para un equipo de alto nivel y el resultado se veía en el terreno de juego cuando se enfrentaban a equipos físicamente muy fuertes como el Bayern o el Liverpool.
Uno de los objetivos prioritarios que se ha marcado Koeman es que el equipo se entrene como debe. Por eso, ha cambiado varias cosas. Una de ellas es el tiempo de entrenamiento. En los últimos años el equipo solía ejercitarse solamente por espacio de una hora. Desde que ha llegado Koeman, los jugadores tienen entrenamientos de hora y media. Y no sólo es la duración. La intensidad de las sesiones, algo que faltaba por ejemplo con Setién, no es la misma. Son 90 minutos en los que los jugadores están a tope y eso lo están notando, sobre todo los más veteranos.
Algunos en el vestuario ya hablan del sargento Koeman. No tienen muy claro si el equipo va a jugar bien o ganar títulos, para eso queda todavía mucho, pero en el vestuario sí tienen claro que este año van a correr. Por lo menos, es lo que han podido deducir viendo estas primeras sesiones de entrenamiento con el holandés al frente.
Otra de las cosas que quiere cambiar Koeman es el de la disciplina. En los últimos años esta se había perdido. Todos los jugadores están citados una hora antes de que comience el entrenamiento. Y también quiere que todos los jugadores estén listos a la hora en la que está fijado el inicio de la sesión.
Si el entrenamiento comienza a las nueve y media, quiere a toda la plantilla disponible lista a esa hora en el campo de entrenamiento. En otros años, el comienzo de la sesión solía retrasarse. Y no por un par de minutos. A veces había que esperar mucho porque alguno de los jugadores se había quedado, por ejemplo, jugando al baloncesto. Koeman quiere poner fin a todo esto porque entiende que la disciplina es fundamental para el grupo. Y el respeto. A algún jugador ya ha tenido que llamarle la atención por hablar mientras él estaba explicando un ejercicio.
Habrá que ver si es capaz de mantenerla a lo largo de toda la temporada. Es habitual que con la llegada de un nuevo técnico todos los jugadores se pongan las pilas y acepten las nuevas normas sin rechistar, pero con el paso del tiempo y de los entrenamientos todo se va flexibilizando. Una de las claves para que Koeman siga manteniendo la autoridad sobre el grupo es que se muestre inflexible con todas estas normas que ha puesto.