El futuro de Thomas, en punto muerto

El jugador está tranquilo... mientras el Atlético no le realizará una nueva oferta al alza

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Su nombre ha sido uno de los más repetidos en el Atlético durante los últimos meses. Hablamos de Thomas Partey, mediocentro rojiblanco que recibió del club del Metropolitano una oferta de mejora de contrato. El objetivo, que saliera del punto de mira de varios de los mejores equipos de Europa. El ghanés la rechazó al considerarla insuficiente y sus 50 millones de cláusula (la más baja entre los jugadores importantes del Atlético) siguen llamando la atención de Arsenal y Juventus, por citar a dos que sí han hecho acercamientos y estarían encantados de contar con el 5.


De ahí que en los despachos del Metropolitano le ofrecieran esa renovación al alza a un futbolista que, ahí está el problema, es de los peor pagados del plantel pese a su indudable importancia. Luego llegó la pandemia, el parón del fútbol, la pérdida de aficionados en los estadios, la alarmante falta de dinero en el Atlético (y en el fútbol en general) y la firme decisión rojiblanca de no subir esa oferta de mejora en unos tiempos en los que está más cerca bajar los salarios que hacer ofertas al alza, como entienden en la entidad del Metropolitano. En definitiva, no habrá de momento un nuevo movimiento para mejorar la nómina (y aumentar así de forma considerable la cláusula) cuando la campaña 20-21 ya ha echado a rodar.

Pese a que Thomas ha vivido su vacaciones pendiente de la llamada del Atlético después de que tras desestimar la última oferta presentada por el club las dos partes acordaran retomar las negociaciones una vez que se disputara la Champions, el mediocentro mantiene la tranquilidad respecto a su futuro. Por un lado, entiende que hasta el 5 de octubre aún hay margen suficiente para recibir esa comunicación desde los despachos del Metropolitano y, por el otro, no tiene ninguna intención de forzar una salida.

El test personal a Thomas Partey

Todo lo contrario, pese a constarle que hay cuatro o cinco clubes punteros en Europa pendientes del desenlace de su conversaciones con el Atlético y a que de ningún modo está dispuesto a firmar una ampliación de contrato que a su entender continúa sin reconocerle el peso que se ha ganado sobre el terreno de juego (pese a ser el tercero con más partidos y minutos a sus espaldas ocupa los últimos escalones salariales de la plantilla), Thomas no será nunca quien dé el primer paso para que se produzca su hipotético adiós.

Obviamente no le satisfacen para nada las condiciones económicas bajo las que tendría que seguir jugando hasta 2023 y sabe que no le van a faltar seductoras propuestas para dejar un club al que siempre ha querido agradecer que le diera la oportunidad de jugar en Europa, pero ni por esas pasa por su mente abonar su cláusula de rescisión, pues su deseo sigue siendo el de renovar. En este sentido, su única pretensión es la sentirse valorado por parte del club y dejar solucionado el asunto de una vez por todas para poder centrarse exclusivamente en entrenar y en darlo todo por el club. De hecho, ni siquiera llegó a valorar o presionar para cambiar de aires cuando varios de los clubes interesados en sus servicios llegaron a plantear un intercambio desestimado por la entidad rojiblanca.

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