Corea del Sur apunta a las iglesias como culpables de causar gran parte de los rebrotes

El Ministerio de Salud advirtió el pasado viernes que quedaban disponibles un 4,5% de las camas UCI en la zona metropolitana de Seúl, frente al 22% de la semana anterior.

As.com
Uno de los países que mejor había combatido los efectos de la COVID-19 era Corea del Sur. Pero desde hace dos semanas, está volviendo a enfrentarse a numerosos casos de contagios y registra las mayores cifras de infectados de los últimos cuatro meses. El 80% de los mismos están concentrados en Seúl y su área metropolitana.


Según las autoridades surcoreanas, este incremento se debe en gran parte a una iglesia de Seúl. Tal y como afirman los mandatarios, su "descarada" actitud ha puesto en peligro los esfuerzos para contener el virus "rechazando y obstruyendo todas las recomendaciones del Gobierno".

Aunque no se trata del único centro eclesiástico fruto de las críticas. Así, en los últimos siete días, se han detectado otros tres grandes focos ligados a iglesias y congregaciones. Debido a la situación, Moon Jae-In, presidente surcoreano, solicitó a los servicios religiosos cooperación "para superar la crisis del coronavirus lo antes posible".

Tras esta petición, respondió la Unión de Iglesias Cristianas del país: "La libertad de religión no puede ser sacrificada". Así, se ha desatado una gran polémica entre el Ejecutivo, las iglesias y la sociedad surcoreana, sucediéndose las acusaciones, manifestaciones e incluso teorías conspiranoicas.

Preocupación

La iglesia Sarang Jeil ha causado más de 1.000 casos a 31 de agosto. Desde ese foco, se han extendido las infecciones al resto del país. Otros brotes se han dado en la de Kwonneung (Seúl), con casi 50 contagiados, en Daegu, hasta el momento con al menos 34 infectados, y en la iglesia baptista Sunglim de Gwangju, con 44 casos hasta el momento.

La situación en el país comienza a preocupar a sus mandatarios. El pasado viernes, el Ministerio de Salud advirtió que apenas quedaban disponibles un 4,5% de las camas de cuidados intensivos en la zona metropolitana de Seúl, frente al 22% que tenían libres la semana anterior.

Así, se han limitado los horarios de las cafeterías y restaurantes, se ha instado al teletrabajo, las visitas a las residencias de ancianos se han prohibido y las clases presenciales han sido suspendidas. Además, se ha solicitado a los ciudadanos que no salgan salvo que sea estrictamente necesario, puesto que la situación comienza a ser alarmante.

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