¿Cómo y con qué jugadores llegará Boca a la Copa?
Al menos siete titulares, varios suplentes de peso y hasta el propio Russo. Así, desarmado, afronta el Xeneize la preparación para la vuelta de la Libertadores. Y sí, llegará como pueda al 17/9...
Olé
Cuatro arqueros. La dupla central. El volante de juego y el de desequilibrio. El nueve titular y el suplente. Y el técnico que, doble grupo de riesgo, por suerte zafó de los contagios masivos pero ahora no puede ni que aparecer por donde andan sus jugadores. La burbuja de Boca explotó. Y explotó en serio. A tal punto que el coronavirus se coló y dejó al (no) equipo en una situación preocupante a dos semanas de la reanudación de la Copa Libertadores.
Las cuentas le dan muy justo a Russo. Demasiado. Los síntomas en sus futbolistas empezaron a aparecer entre el viernes y el sábado, cuando el club comenzó a realizar los primeros testeos, y se confirmaron el lunes por la mañana. Y para el reestreno en la competencia faltan 15 días, de los cuales más de la mitad los pasarán sin poder entrenarse con intensidad.
“A las 72 horas de ser asintomáticos se puede entrenar. Pero algunos estudios indican que los diez días posteriores no se puede realizar actividad física intensa. Y lo vamos a respetar, vamos a hacer sólo trabajos de movilidad”, dijo Rubén Argemi, una de las cabezas del cuerpo médico xeneize.
Así, además de tener a todo el plantel sin entrenarse hasta el jueves por el aislamiento al que fueron sometidos los jugadores en sus habitaciones del hotel, los que den positivo en los nuevos estudios estarán una semana más sin exigirse demasiado y llegarán al partido con apenas cinco o seis días de laburo a full (siempre que les dé el cuerpo).
Por reglamento de Conmebol, que pide 14 días de aislamiento después del hisopado positivo, los jugadores contagiados van a poder estar. Pero, si la situación era desventajosa para Boca desde el momento en que Libertad se entrena desde junio y lleva casi diez partidos del campeonato paraguayo, ahora ni hablar... Encima, Ramón Díaz está encaminando a su equipo, lo recuperó luego de un mal comienzo y le devolvió el nivel de intensidad que tenía antes del parate.
La energía que Russo pedía poner en estas semanas de preparación ya no será posible y para armar el equipo que el 17 salga a la cancha a enfrentar a los paraguayos tendrá que romperse bastante la cabeza y ya no sólo pensar en lo futbolístico sino también en lo físico, en lo que vea en esos pocos días de trabajo con grupo completo.
El vaso medio lleno que varios eligieron mirar es que “pasó cuando tenía que pasar” y, por más que perjudique la preparación, no ocurrió en medio de la competición.
El menor problema es Andrada, por más que tenga a los cuatro arqueros aparentemente contagiados, porque con tres o cuatro días de práctica el puesto permite estar en condiciones aceptables. Llegado el caso, sólo queda Agustín Lastra, el juvenil que se contagió al llegar a Buenos Aires para sumarse a las prácticas y ya tiene el alta.
“Fuimos un poco permisivos”
Las alternativas a la zaga titular conformada por López e Izquierdoz son Carlos Zambrano y Gastón Ávila, el chico de 18 años que llegó hace un año y medio desde Central. Mientras que Pol Fernández y Salvio, con Villa también afuera por la sanción disciplinaria, del mediocampo titular sólo queda Campuzano y las alternativas son Capaldo, Almendra, Cardona y Obando.
Y con Tevez, quien no tendrá problemas porque ya tuvo coronavirus, no hay nueve que vaya a llegar en plenitud, a partir de los contagios de Soldano y Ábila. ¿Zárate? ¿Bou? ¿Retegui?
Amistoso ya no habrá. Lejos quedó la idea de jugar un partido “casi oficial” en la Bombonera y con árbitros (era el sábado 5 contra Tigre). Las cartas parecen estar echadas, a la espera de los nuevos test que realizarán este miércoles: Russo (o Somoza, si el DT debe seguir cuidándose luego de lo que pasó.
Olé
Cuatro arqueros. La dupla central. El volante de juego y el de desequilibrio. El nueve titular y el suplente. Y el técnico que, doble grupo de riesgo, por suerte zafó de los contagios masivos pero ahora no puede ni que aparecer por donde andan sus jugadores. La burbuja de Boca explotó. Y explotó en serio. A tal punto que el coronavirus se coló y dejó al (no) equipo en una situación preocupante a dos semanas de la reanudación de la Copa Libertadores.
Las cuentas le dan muy justo a Russo. Demasiado. Los síntomas en sus futbolistas empezaron a aparecer entre el viernes y el sábado, cuando el club comenzó a realizar los primeros testeos, y se confirmaron el lunes por la mañana. Y para el reestreno en la competencia faltan 15 días, de los cuales más de la mitad los pasarán sin poder entrenarse con intensidad.
“A las 72 horas de ser asintomáticos se puede entrenar. Pero algunos estudios indican que los diez días posteriores no se puede realizar actividad física intensa. Y lo vamos a respetar, vamos a hacer sólo trabajos de movilidad”, dijo Rubén Argemi, una de las cabezas del cuerpo médico xeneize.
Así, además de tener a todo el plantel sin entrenarse hasta el jueves por el aislamiento al que fueron sometidos los jugadores en sus habitaciones del hotel, los que den positivo en los nuevos estudios estarán una semana más sin exigirse demasiado y llegarán al partido con apenas cinco o seis días de laburo a full (siempre que les dé el cuerpo).
Por reglamento de Conmebol, que pide 14 días de aislamiento después del hisopado positivo, los jugadores contagiados van a poder estar. Pero, si la situación era desventajosa para Boca desde el momento en que Libertad se entrena desde junio y lleva casi diez partidos del campeonato paraguayo, ahora ni hablar... Encima, Ramón Díaz está encaminando a su equipo, lo recuperó luego de un mal comienzo y le devolvió el nivel de intensidad que tenía antes del parate.
La energía que Russo pedía poner en estas semanas de preparación ya no será posible y para armar el equipo que el 17 salga a la cancha a enfrentar a los paraguayos tendrá que romperse bastante la cabeza y ya no sólo pensar en lo futbolístico sino también en lo físico, en lo que vea en esos pocos días de trabajo con grupo completo.
El vaso medio lleno que varios eligieron mirar es que “pasó cuando tenía que pasar” y, por más que perjudique la preparación, no ocurrió en medio de la competición.
El menor problema es Andrada, por más que tenga a los cuatro arqueros aparentemente contagiados, porque con tres o cuatro días de práctica el puesto permite estar en condiciones aceptables. Llegado el caso, sólo queda Agustín Lastra, el juvenil que se contagió al llegar a Buenos Aires para sumarse a las prácticas y ya tiene el alta.
“Fuimos un poco permisivos”
Las alternativas a la zaga titular conformada por López e Izquierdoz son Carlos Zambrano y Gastón Ávila, el chico de 18 años que llegó hace un año y medio desde Central. Mientras que Pol Fernández y Salvio, con Villa también afuera por la sanción disciplinaria, del mediocampo titular sólo queda Campuzano y las alternativas son Capaldo, Almendra, Cardona y Obando.
Y con Tevez, quien no tendrá problemas porque ya tuvo coronavirus, no hay nueve que vaya a llegar en plenitud, a partir de los contagios de Soldano y Ábila. ¿Zárate? ¿Bou? ¿Retegui?
Amistoso ya no habrá. Lejos quedó la idea de jugar un partido “casi oficial” en la Bombonera y con árbitros (era el sábado 5 contra Tigre). Las cartas parecen estar echadas, a la espera de los nuevos test que realizarán este miércoles: Russo (o Somoza, si el DT debe seguir cuidándose luego de lo que pasó.