Una vacuna nasal previene el coronavirus en ratones
Investigadores de la Universidad de Washington han explorado la vía nasal de la vacuna con resultados satisfactorios en ratones. "Esperamos frenar la transmisión".
Raúl Izquierdo
As
La comunidad científica de todo el planeta sigue en busca de una cura o vacuna definitiva para acabar con el coronavirus SARS-CoV-2. Son muchas las que se encuentran en su última fase, previa a su comercialización si los resultados son los esperados, mientras que otras todavía están en fases más iniciales.
Es el caso de una vacuna desarrollada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en San Luis, y que por el momento solo se ha probado en ratones, aunque con resultados esperanzadores. A la espera de ser probada en primates y posteriormente en personas, esta vacuna, que se administra por vía nasal, ha demostrado ser eficaz para prevenir la infección en roedores.
Explorando la vía nasal
El estudio, publicado en la revista especializada Cell, supone un avance debido a que la vacuna, en lugar de ser administrada mediante un pinchazo, se lleva a cabo a través de la nariz, uno de los puntos clave de la entrada del coronavirus en el organismo.
"Nos sorprendió ver una fuerte respuesta inmunológica en las células de revestimiento interno de la nariz y las vías respiratorias superiores, y una fuerte protección contra la infección del virus. Los ratones estaban protegidos de la enfermedad, y en algunos casos vimos evidencias de inmunidad esterilizante, donde no hay ningún signo de infección después de que el ratón es desafiado con el virus", indica Michael S. Diamond, uno de los autores del estudio.
Desarrollo del estudio
Para llevar a cabo esta investigación, los científicos insertaron la proteína de punta del virus, la que usa para invadir las células humanas, dentro de otro virus (adenovirus) causante del resfriado común. Este adenovirus, inofensivo tras ser ajustado para que fuera incapaz de causar la enfermedad, permite al cuerpo montar una defensa contra el SARS-CoV-2 sin enfermar. Otra de las innovaciones es que la vacuna incorpora dos mutaciones en la proteína punta, que la estabilizan en una forma más propicia para desarrollar anticuerpos.
Estudio de la Universidad de Washington
"Los adenovirus son la base de muchas vacunas en investigación contra la COVID-19 y de otras enfermedades como el Ébola o la tuberculosis, tienen un buen historial de seguridad y eficacia, pero no se ha investigado mucho sobre la administración nasal de estas vacunas", señala otro de los autores, David T. Curiel, que recuerda que se suelen administrar "mediante inyección en el brazo o el músculo del muslo".
En el estudio, los investigadores probaron a administrar la vacuna por la vía nasal y en forma de inyección intramuscular. En el caso de la primera, previno la infección en las vías respiratorias superiores e inferiores, lo que sugiera que los individuos contagiados no tendrían capacidad de propagar el virus ni desarrollarían infecciones en otras partes del cuerpo. Por otro lado, en la variante intramuscular, la respuesta inmune fue solo para prevenir la neumonía y no pudo evitar la infección en nariz y los pulmones.
Optimismo con los resultados
Pese a que se trata de un estudio en una fase inicial, los autores están gratamente sorprendidos con lo conocido hasta el momento. "La nariz es una ruta novedosa, así que nuestros resultados son sorprendentes y prometedores. Es importante que una sola dosis produzca una respuesta inmunológica tan robusta. Las vacunas que requieren dos dosis para una protección completa son menos efectivas porque algunas personas, por varias razones, nunca reciben la segunda dosis", asegura Curiel.
Ahora, los investigadores trabajan para probar la vacuna en primates no humanos, "con un plan para pasar a ensayos clínicos en humanos tan rápido como podamos. Esperamos probarla en personas para ver si podemos inducir el tipo de inmunidad protectora que creemos que no sólo prevendrá la infección, sino que también frenará la transmisión pandémica de este virus", afirma Diamond.
Raúl Izquierdo
As
La comunidad científica de todo el planeta sigue en busca de una cura o vacuna definitiva para acabar con el coronavirus SARS-CoV-2. Son muchas las que se encuentran en su última fase, previa a su comercialización si los resultados son los esperados, mientras que otras todavía están en fases más iniciales.
Es el caso de una vacuna desarrollada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en San Luis, y que por el momento solo se ha probado en ratones, aunque con resultados esperanzadores. A la espera de ser probada en primates y posteriormente en personas, esta vacuna, que se administra por vía nasal, ha demostrado ser eficaz para prevenir la infección en roedores.
Explorando la vía nasal
El estudio, publicado en la revista especializada Cell, supone un avance debido a que la vacuna, en lugar de ser administrada mediante un pinchazo, se lleva a cabo a través de la nariz, uno de los puntos clave de la entrada del coronavirus en el organismo.
"Nos sorprendió ver una fuerte respuesta inmunológica en las células de revestimiento interno de la nariz y las vías respiratorias superiores, y una fuerte protección contra la infección del virus. Los ratones estaban protegidos de la enfermedad, y en algunos casos vimos evidencias de inmunidad esterilizante, donde no hay ningún signo de infección después de que el ratón es desafiado con el virus", indica Michael S. Diamond, uno de los autores del estudio.
Desarrollo del estudio
Para llevar a cabo esta investigación, los científicos insertaron la proteína de punta del virus, la que usa para invadir las células humanas, dentro de otro virus (adenovirus) causante del resfriado común. Este adenovirus, inofensivo tras ser ajustado para que fuera incapaz de causar la enfermedad, permite al cuerpo montar una defensa contra el SARS-CoV-2 sin enfermar. Otra de las innovaciones es que la vacuna incorpora dos mutaciones en la proteína punta, que la estabilizan en una forma más propicia para desarrollar anticuerpos.
Estudio de la Universidad de Washington
"Los adenovirus son la base de muchas vacunas en investigación contra la COVID-19 y de otras enfermedades como el Ébola o la tuberculosis, tienen un buen historial de seguridad y eficacia, pero no se ha investigado mucho sobre la administración nasal de estas vacunas", señala otro de los autores, David T. Curiel, que recuerda que se suelen administrar "mediante inyección en el brazo o el músculo del muslo".
En el estudio, los investigadores probaron a administrar la vacuna por la vía nasal y en forma de inyección intramuscular. En el caso de la primera, previno la infección en las vías respiratorias superiores e inferiores, lo que sugiera que los individuos contagiados no tendrían capacidad de propagar el virus ni desarrollarían infecciones en otras partes del cuerpo. Por otro lado, en la variante intramuscular, la respuesta inmune fue solo para prevenir la neumonía y no pudo evitar la infección en nariz y los pulmones.
Optimismo con los resultados
Pese a que se trata de un estudio en una fase inicial, los autores están gratamente sorprendidos con lo conocido hasta el momento. "La nariz es una ruta novedosa, así que nuestros resultados son sorprendentes y prometedores. Es importante que una sola dosis produzca una respuesta inmunológica tan robusta. Las vacunas que requieren dos dosis para una protección completa son menos efectivas porque algunas personas, por varias razones, nunca reciben la segunda dosis", asegura Curiel.
Ahora, los investigadores trabajan para probar la vacuna en primates no humanos, "con un plan para pasar a ensayos clínicos en humanos tan rápido como podamos. Esperamos probarla en personas para ver si podemos inducir el tipo de inmunidad protectora que creemos que no sólo prevendrá la infección, sino que también frenará la transmisión pandémica de este virus", afirma Diamond.