SI JUNTAS GRANDEZA Y CORAZÓN TE SALE IKER CASILLAS
La retirada de Iker Casillas hace un agujero en el corazón de todos aquellos que vivimos con pasión y orgullo los éxitos de una Selección comandada por un portero que, siempre que le caían los focos, brillaba con luz propia
Madrid, Tercerequipo.com
Por Miguel Sánchez Villena
El ciclo de la vida como espejo iluminador y, a la vez, aniquilador. La persona que, hace diez, nos dio una de las mayores alegrías de nuestras vidas, estos días también sigue en nuestras cabezas, pero por motivos totalmente diferentes: Iker Casillas, capitán y guardián de la Selección Española durante su etapa más gloriosa, se retira del fútbol profesional tras no haber podido volver a los terrenos en toda esta temporada a causa de un infarto que mantuvo a todo un país muy preocupado durante esos días.
El camino hasta esta decisión ha sido muy largo, más de un año sin poder ponerse de corto le ha hecho reflexionar y pensar sobre lo que podría ser lo mejor para su futuro y, a la vez, su presente. La retirada de Iker nos hace sentir a todos que el tiempo ha pasado rápido, quizá demasiado, porque sin darnos cuenta han pasado ya más de 11 años desde aquel 11 de julio de 2010 en el que, con Sudáfrica como escenario y el mundo entero como testigos, logramos ser la mejor selección del planeta, un martillo aniquilador que durante cuatro años reinó con tiranía y seguridad en el mundo del fútbol. Y en ese reinado tuvimos, por encima de los demás, tres hombres como principales protagonistas: Xavi Hernández, Andrés Iniesta e Iker Casillas.
Sé lo que muchos estaréis pensando: Fernando Torres marcando en las dos finales, los innumerables goles de David Villa en la Euro 2008 y Mundial 2010, la importancia capital del dúo Xabi Alonso–Busquets, la entrega de Carles Puyol, los goles clave de Cesc Fábregas… Por supuesto, esos cuatro años de éxitos los cimentaron muchísimos jugadores, y hay momentos en la vida en los que es injusto destacar a ciertos protagonistas por encima del resto… Pero en esta situación es más injusto dejar a todos al mismo nivel, porque realmente no es así.
Andrés Iniesta ha marcado el gol más importante de nuestra historia y dio durante esos tres torneos clases de fútbol que deberían estar enmarcadas en el olimpo del buen futbol, Xavi Hernández demostró al mundo entero que los ‘bajitos’ pueden dominar en un deporte con puño de hierro y siempre demostró una capacidad de decisión y una habilidad para ejecutarla que es insultante para sus rivales, y por último Iker Casillas nos regaló algunos momentos que, más que alegría, estuvieron a punto de provocarnos una parada cardiorrespiratoria, pero curiosamente en todos ellos salió bien parado..
Madrid, Tercerequipo.com
Por Miguel Sánchez Villena
El ciclo de la vida como espejo iluminador y, a la vez, aniquilador. La persona que, hace diez, nos dio una de las mayores alegrías de nuestras vidas, estos días también sigue en nuestras cabezas, pero por motivos totalmente diferentes: Iker Casillas, capitán y guardián de la Selección Española durante su etapa más gloriosa, se retira del fútbol profesional tras no haber podido volver a los terrenos en toda esta temporada a causa de un infarto que mantuvo a todo un país muy preocupado durante esos días.
El camino hasta esta decisión ha sido muy largo, más de un año sin poder ponerse de corto le ha hecho reflexionar y pensar sobre lo que podría ser lo mejor para su futuro y, a la vez, su presente. La retirada de Iker nos hace sentir a todos que el tiempo ha pasado rápido, quizá demasiado, porque sin darnos cuenta han pasado ya más de 11 años desde aquel 11 de julio de 2010 en el que, con Sudáfrica como escenario y el mundo entero como testigos, logramos ser la mejor selección del planeta, un martillo aniquilador que durante cuatro años reinó con tiranía y seguridad en el mundo del fútbol. Y en ese reinado tuvimos, por encima de los demás, tres hombres como principales protagonistas: Xavi Hernández, Andrés Iniesta e Iker Casillas.
Sé lo que muchos estaréis pensando: Fernando Torres marcando en las dos finales, los innumerables goles de David Villa en la Euro 2008 y Mundial 2010, la importancia capital del dúo Xabi Alonso–Busquets, la entrega de Carles Puyol, los goles clave de Cesc Fábregas… Por supuesto, esos cuatro años de éxitos los cimentaron muchísimos jugadores, y hay momentos en la vida en los que es injusto destacar a ciertos protagonistas por encima del resto… Pero en esta situación es más injusto dejar a todos al mismo nivel, porque realmente no es así.
Andrés Iniesta ha marcado el gol más importante de nuestra historia y dio durante esos tres torneos clases de fútbol que deberían estar enmarcadas en el olimpo del buen futbol, Xavi Hernández demostró al mundo entero que los ‘bajitos’ pueden dominar en un deporte con puño de hierro y siempre demostró una capacidad de decisión y una habilidad para ejecutarla que es insultante para sus rivales, y por último Iker Casillas nos regaló algunos momentos que, más que alegría, estuvieron a punto de provocarnos una parada cardiorrespiratoria, pero curiosamente en todos ellos salió bien parado..
En la Eurocopa del 2008 el fantasma de cuartos de final e Italia se cruzaron en nuestro camino, otra vez los demonios tocaban a la puerta. Pero no, no en mi casa debió pensar Iker: tras un agónico partido de 120 minutos sin goles, Casillas paró dos penaltis a los italianos y Cesc Fábregas les puso la puntilla para mandar a casa a los vigentes campeones del mundo mucho antes de lo que la mayoría imaginaba antes de empezar el torneo. Su sello en el primer torneo.
Tocaba 2010, Sudáfrica y el Mundial, donde tras un primer partido que a algunos les sembró de duda, el propio Casillas llegó para aplacarlas con dos momentos decisivos: el penalti parado a Cardozo en el duelo ante Paraguay que permitió a España ganar de manera agónica 1-0 con una actuación espectacular de Iker, al alcance de muy pocos.
Pero, como en las grandes obras, lo mejor estaba por llegar en el final. Llevábamos 61 minutos de final cuando nuestros corazones se pararon y el tiempo pasó a ser un mero epitafio: Sneijder bajó la pelota del cielo y metió el balón entre los centrales españoles para dejar a su compatriota Arjen Robben solo ante Casillas.
Muchos ni miraron a la tele, otros tantos no se lo podían creer, como tampoco fue creíble lo que sucedió después: estando ya vencido a un lado con la portería casi vacía. Robben tiró a placer y solamente el pie de Iker, con un toque de bailarina, impidió que ese balón entrase en la portería. Desde su toque hasta que atravesó la línea de fondo pasaron unos dos segundos. Y hoy en día os tengo que decir personalmente que nunca dos segundos me parecieron tan eternos como esos. Tras eso el éxtasis, la parada que valió un Mundial y que ya ha quedado para los anales de la historia como la obra más perfecta del, quizá, mejor portero de la historia.
Tras eso llegamos a la Eurocopa del 2012 donde, de nuevo, volvió a dejarnos otros momentos decisivos que define su carrera: penaltis contra Portugal y, otra vez, una parada salvadora que dejó a los portugueses con la miel en los labios y a Cristiano Ronaldo sin poder tirar su pena máxima con ese ya famoso “¡Fodase!” del portugués.
En la final posterior, con el 4-0 de España a Italia, tuvo seguramente el partido más cómodo de la larga tira de partidos de esos tres torneos. Y eso que los italianos venían de batir a Alemania al ritmo que marcaba un Balotelli que llegaba completamente encendido, enfurecido buscando venganza tras lo del 2008 en cuartos. Pero, cuatro años después, misma vacuna para ellos.
Tres torneos, muchos momentos clave e Iker Casillas resolviendo en todos y cada uno de ellos. ¿Falló en momentos? Sí, claro, es humano, pero en los momentos en los que los focos le apuntaban a él se los quitaba de encima a base de iluminar él con su propia luz, la de un iluminado que llegó para parar pelotas antes de que tocasen una red y lo que ha hecho ha sido cambiar nuestras vidas para siempre, lo buscara o no, eso es lo que ha conseguido.
Antes hablaba de si es o no el mejor portero de la historia del fútbol. Bueno, el debate es muy largo y hay muchos nombres en la mesa, por supuesto. Pero aquí hay que matizar un tema: ¿quién es el mejor portero, el que siempre acertaba en los momentos más importantes o el que menos fallos ha tenido?. Casualmente, si nos paramos a analizar ambas preguntas, quizá la terna de porteros se reduce. pero el que no desaparece del debate es el de Iker Casillas. Porque eso es lo que ha provocado. Eso es lo que ha hecho con nosotros, que los españoles y todo el mundo se tenga que plantear si un arquero español es el mejor que el mundo del fútbol ha visto jamás.
Yo no tengo dudas sobre si lo es o no, y cada uno tendrá su opinión, pero lo que es innegable es que a día de hoy, en la vida de los cerca de 45 millones de españoles que somos, una de las mayores alegrías de nuestra historia nos la ha dado ‘El Santo’. Porque en el momento más importante de fútbol de nuestra historia no fue solo el gol de Iniesta, sino también la parada de Casillas a Robben.
La humildad como santo y seña, el buen trato hacia todo el mundo y las buenas palabras para todo el mundo. Casillas siempre fue un hombre sano y cabal que allá por donde iba provocaba amor, idolatría, cercanía e ilusión. Poned los adjetivos que queráis, todos buenos, como es lo que era Iker, todo bondad. Y, por supuesto grandeza, la que se ha ganado a lo largo de los años un tipo que lo único que ha hecho es provocarnos momentos en los que el termómetro de felicidad iba a estallar. Y todo eso tiene que ser reconocido y agradecido.
Porque pasarán los años, podremos tener muchos momentos de alegría, pero siempre quedarán en el recuerdo los incontables momentos de alegría que él nos ha dado. He destacado esos por encima de otros muchos por una cosa muy sencillo: porque igual que en muchas ocasiones es muy injusto destacar algo por encima de los demás, a veces es más injusto dejar otros momentos a la misma altura que los demás. ¿Os suena, no?
Se va y solo podemos agradecer todo lo que ha hecho. Desearle la mejor de las suertes en todo lo que le venga y dejarle claro una cosa. Lo vea o no, ha estado en las casas de todos. Siempre será el culpable de uno de los momentos de mayor felicidad de la historia de todo un país. Y por eso, San Iker, es por y para siempre.
#Grac1as.