¿Quién es y cómo hizo su fortuna el dueño del PSG?
Nasser Al-Khelaïfi, hijo de un pescador de Doha, es el pope del equipo finalista de la Champions. Fue tenista profesional, ganó 16.000 dólares en premios y hoy tiene más 16.000 millones en su cuenta. Conocé su increíble historia.
Olé
Aunque no nació en una cuna de oro ni por sus venas corre sangre de la familia real de Qatar, cada vez que Nasser Al-Khelaïfi, dueño del Paris Saint Germain, se mete a su homebanking se encuentra con una suma que impresiona: tiene a su disposición unos 16.000 millones de dólares. Y la cuenta crece día a día.
Con semejante fortuna, los 70 palos verdes que puso a través de Qatar Sports Investments, un fondo de inversión que él maneja, para comprar al club de la capital de Francia en noviembre de 2011 parecen un vueltito... Conociendo el estado de sus cuentas, tampoco sorprende que les haya prometido 500.000 euros a cada uno de los jugadores de su club (a los que ya les regaló una funda de oro para sus celulares por haber conseguido la Ligue 1), si el domingo le ganan la Champions League al Bayern Munich en el estadio Da Luz de Lisboa.
Ahora bien, ¿cómo hizo Nasser bin Ghanim Al-Khelaïfi, que nació hace 46 años en Doha y es hijo y nieto de pescadores de perlas, para pasar de una infancia sin demasiados lujos a convertirse en un empresario multimillonario? “Todo esto no habría sido posible para mí sin el tenis. Eso seguro”, contó hace unos años en una entrevista con el diario El País de España.Es que la vida del qatarí cambió para siempre un día en una canchita de tenis de la capital de Qatar: cuando tenía 14 años, llegó al club un nene de 8 que cayó con la mejor raqueta y la pilcha que él había visto en su vida. Enseguida, pegaron onda y se pusieron a pelotear... Su nuevo amigo era ni más menos que Tamim bin Hamad Al Thani, por aquel entonces príncipe heredero y actual emir de Qatar. Juntos siguieron jugando al tenis e incluso representaron a su país en algunas series de la Davis y varias veces se fueron de vacaciones a la Costa Azul de Francia.
Nasser, que llegó a ser 995 en el ranking de la ATP (con un récord de 12 victorias y 31 derrotas como profesional) y que acumuló 16.000 dólares en ganancias gracias al tenis, terminó colgando la raqueta en 2002. Una vez que se retiró, siguió con algunos negocios producto del vínculo que tenía con la familia real pero aún estaba lejos de ser mega millonario... Hasta que, en 2005, la familia real qatarí, a la que le sobraban -y le siguen sobrando- los petrodólares, decidió crear el Qatar Investment Authority, el Fondo Soberano de Inversión del país árabe: del que se desprende el Qatar Sports Investments. Para manejar la pila de billetes que se iban a destinar a proyectos deportivos en todo el mundo, Al Thani necesitaba a alguien de confianza y por eso se inclinó por su amigo tenista, que le había demostrado fidelidad a lo largo de los años.
Desde que llegó al PSG, Al-Khelaïfi peló la billetera a lo grande: gastó 1.304 millones de euros en compras, entre las que se destacan las de Neymar (222 palos), Mbappé (145), Cavani (64,5) y Di María (63). Pero el qatarí no sólo se dedica al fútbol, ya que tiene atiende varios “kiosquitos”. En 2014 decidió crear beIN Media Group, un grupo de medios de comunicación que tiene 22 canales de televisión que se retransmiten en buena parte del planeta y, que, en algunos países, cuenta con los derechos exclusivos de la Champions. También está al frente de la Federación de Tenis, Squash y Bádminton de Qatar, es el pope de la Federación Asiática de Tenis (ATF) y forma parte del comité organizador del Mundial 2022.
Quienes lo conocen aseguran que detrás de la sonrisita que suele poner para las fotos y de su pelo siempre prolijo, se esconde un tipo bravo, con una personalidad muy fuerte... Adicto al trabajo, no frena ni un segundo: tiene al menos tres teléfonos para sus negocios y su agenda siempre está completa. Cuentan que no hay ni un sólo día en el que no tenga una reunión. Y se la pasa viajando entre París, Doha (donde viven su esposa y cuatro hijos) y Miami (una de las sedes beIN Media Group), así que no hay mes en el que no se suba a su jet privado.
Al-Khelaïfi, que no toma alcohol y que sigue dándole a la pelotita amarilla en el club Lagardère Paris Racing, tiene un lugar favorito para cerrar los negocios “le Carré”: el palco VIP del Parque de los Príncipes, la cancha del PSG. A ese sector sólo se puede ingresar con su visto bueno y por ahí suelen desfilar políticos como Nicolas Sarkozy (ex presidente de Francia), músicos como Mick Jagger, actores como Leonardo Di Caprio o leyendas como Michael Jordan...
Olé
Aunque no nació en una cuna de oro ni por sus venas corre sangre de la familia real de Qatar, cada vez que Nasser Al-Khelaïfi, dueño del Paris Saint Germain, se mete a su homebanking se encuentra con una suma que impresiona: tiene a su disposición unos 16.000 millones de dólares. Y la cuenta crece día a día.
Con semejante fortuna, los 70 palos verdes que puso a través de Qatar Sports Investments, un fondo de inversión que él maneja, para comprar al club de la capital de Francia en noviembre de 2011 parecen un vueltito... Conociendo el estado de sus cuentas, tampoco sorprende que les haya prometido 500.000 euros a cada uno de los jugadores de su club (a los que ya les regaló una funda de oro para sus celulares por haber conseguido la Ligue 1), si el domingo le ganan la Champions League al Bayern Munich en el estadio Da Luz de Lisboa.
Ahora bien, ¿cómo hizo Nasser bin Ghanim Al-Khelaïfi, que nació hace 46 años en Doha y es hijo y nieto de pescadores de perlas, para pasar de una infancia sin demasiados lujos a convertirse en un empresario multimillonario? “Todo esto no habría sido posible para mí sin el tenis. Eso seguro”, contó hace unos años en una entrevista con el diario El País de España.Es que la vida del qatarí cambió para siempre un día en una canchita de tenis de la capital de Qatar: cuando tenía 14 años, llegó al club un nene de 8 que cayó con la mejor raqueta y la pilcha que él había visto en su vida. Enseguida, pegaron onda y se pusieron a pelotear... Su nuevo amigo era ni más menos que Tamim bin Hamad Al Thani, por aquel entonces príncipe heredero y actual emir de Qatar. Juntos siguieron jugando al tenis e incluso representaron a su país en algunas series de la Davis y varias veces se fueron de vacaciones a la Costa Azul de Francia.
Nasser, que llegó a ser 995 en el ranking de la ATP (con un récord de 12 victorias y 31 derrotas como profesional) y que acumuló 16.000 dólares en ganancias gracias al tenis, terminó colgando la raqueta en 2002. Una vez que se retiró, siguió con algunos negocios producto del vínculo que tenía con la familia real pero aún estaba lejos de ser mega millonario... Hasta que, en 2005, la familia real qatarí, a la que le sobraban -y le siguen sobrando- los petrodólares, decidió crear el Qatar Investment Authority, el Fondo Soberano de Inversión del país árabe: del que se desprende el Qatar Sports Investments. Para manejar la pila de billetes que se iban a destinar a proyectos deportivos en todo el mundo, Al Thani necesitaba a alguien de confianza y por eso se inclinó por su amigo tenista, que le había demostrado fidelidad a lo largo de los años.
Desde que llegó al PSG, Al-Khelaïfi peló la billetera a lo grande: gastó 1.304 millones de euros en compras, entre las que se destacan las de Neymar (222 palos), Mbappé (145), Cavani (64,5) y Di María (63). Pero el qatarí no sólo se dedica al fútbol, ya que tiene atiende varios “kiosquitos”. En 2014 decidió crear beIN Media Group, un grupo de medios de comunicación que tiene 22 canales de televisión que se retransmiten en buena parte del planeta y, que, en algunos países, cuenta con los derechos exclusivos de la Champions. También está al frente de la Federación de Tenis, Squash y Bádminton de Qatar, es el pope de la Federación Asiática de Tenis (ATF) y forma parte del comité organizador del Mundial 2022.
Quienes lo conocen aseguran que detrás de la sonrisita que suele poner para las fotos y de su pelo siempre prolijo, se esconde un tipo bravo, con una personalidad muy fuerte... Adicto al trabajo, no frena ni un segundo: tiene al menos tres teléfonos para sus negocios y su agenda siempre está completa. Cuentan que no hay ni un sólo día en el que no tenga una reunión. Y se la pasa viajando entre París, Doha (donde viven su esposa y cuatro hijos) y Miami (una de las sedes beIN Media Group), así que no hay mes en el que no se suba a su jet privado.
Al-Khelaïfi, que no toma alcohol y que sigue dándole a la pelotita amarilla en el club Lagardère Paris Racing, tiene un lugar favorito para cerrar los negocios “le Carré”: el palco VIP del Parque de los Príncipes, la cancha del PSG. A ese sector sólo se puede ingresar con su visto bueno y por ahí suelen desfilar políticos como Nicolas Sarkozy (ex presidente de Francia), músicos como Mick Jagger, actores como Leonardo Di Caprio o leyendas como Michael Jordan...