Por qué Leipzig es el club más odiado de Alemania

El equipo verdugo del Cholo genera odios en su país. El respaldo de la bebida energizante y su rápido ascenso despertaron más de una protesta de hinchas germanos.

Olé
Leipzig es históricamente una ciudad futbolera pero que llevaba muchísimos años sin que ninguno de sus equipos lograra representar tanta pasión por la redonda en los primeros planos alemanes. Con casi 600.000 habitantes, la región y sus habitantes se habían convertido, sin saberlo, en una oportunidad inmejorable para las aspiraciones de Red Bull, la empresa que comercializa bebidas energizantes y que tiene muchos proyectos vinculados al deporte (ya se habían quedado con el Salzburgo austríaco y el New York de la MLS). Sus accionistas venían interesados con realizar una inversión y comprar algún club germano, pero los hinchas del St Pauli, 1860 Múnich y el Fortuna Düsseldorf rechazaron su desembarco. Hasta que apareció la chance del SSV Markranstädt, que estaba en crisis y en la quinta categoría, y cerró por todos lados: una localidad pasional y que extrañaba tener una institución que pelee arriba y un estadio para 44.345 espectadores remodelado para el Mundial 2006. Y así arrancó una historia que poco más de una década después lo ve entre los cuatro mejores del continente.



Cinco rarezas del RB Leipzig

La cancha, adjudicada al club hasta 2040, se convirtió en el Red Bull Arena, pero en Alemania no se permite que los equipos lleven el nombre de sponsors, por lo cual la nueva entidad, fundada en 2009, sería denominada Rasen Ballsport (pelota al piso) Leipzig, más conocido como RB Leipzig...

Entonces comenzó su escalada. Por supuesto, con grandes méritos deportivos y un proyecto futbolístico ambicioso, que a partir de 2012 encabezó Ralf Rangnick. Pero es insoslayable que nunca faltaron los euros para ir en busca del objetivo: alcanzar la Bundesliga. Con 100 millones invertidos en una década, RB Leipzig logró su cometido y se metió en la discusión de los tradicionales poderosos alemanes y europeos. Aunque mirado con desprecio por el resto de los hinchas...

Y es que los germanos no vieron con agrado que una empresa gigante con un montón de dinero desplace a otros grandes de las competencias continentales, o que pueda pelear por el título de la Copa de Alemania o del campeonato. De hecho, los hinchas de Union Berlín, un tradicional club identificado con ideas de izquierda, le hicieron tremendo desplante hace algunos meses: recibieron al hoy verdugo del Atlético de Madrid con una bandera negra que decía "La cultura del fútbol murió en Leipzig”. Además, fueron a la cancha con ponchos negros, en señal de luto, y estuvieron en silencio los primeros 15 minutos.

El mismo Union Berlín canceló un amistoso contra el equipo de Red Bull por protestas de sus hinchas, al igual que Nuremberg y Stuttgart, y hubo una campaña de socios (lo que falta en Leipzig, que tiene muy pocos) en contra del accionar de la empresa. En Argentina, un caso parecido es el de Deportivo Riestra, que también cuenta con el apoyo de una bebida energizante, aunque con las limitaciones de las normas locales (donde no se permiten las Sociedades Anónimas Deportivas).

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