Plataformas 21F proponen que el museo de Orinoca sea transformado en cárcel
La Paz, Página Siete Digital
Las plataformas 21F enviaron este lunes una carta al ministro de Gobierno, Arturo Murillo, en la que proponen que el Museo de Orinoca, edificado durante la gestión del expresidente Evo Morales y que le rinde honor, sea transformado en una cárcel modelo de máxima seguridad para quienes roben al Estado.
“Proponemos que el Museo de Orinoca, que fue levantado para alimentar el ego del mayor despilfarrador de la historia de nuestro país, se convierta en una cárcel modelo de máxima seguridad para que reciba a todos aquellos corruptos que hayan robado o malversado los recursos del pueblo”, dice en la carta.
Las agrupaciones ciudadanas argumentaron que la corrupción debe tener un castigo ejemplar, por lo que se tiene que buscar la forma de terminar con el “círculo vicioso”.
La nota agrega que en ese recinto tiene que haber trabajo duro y que ninguno de los presos goce de beneficios. "Un lugar reformador que logre que el servidor público piense mil veces antes de meter la mano a los recursos del Estado”.
En la carta se destaca que el museo es un lugar que se puede transformar en cárcel, ya que se encuentra en una población con 700 habitantes y está a 185 kilómetros de la ciudad de Oruro, además de que no cuenta con agua potable ni alcantarillado, por lo que un centro de reclusión puede ayudar en su economía.
Las plataformas 21F enviaron este lunes una carta al ministro de Gobierno, Arturo Murillo, en la que proponen que el Museo de Orinoca, edificado durante la gestión del expresidente Evo Morales y que le rinde honor, sea transformado en una cárcel modelo de máxima seguridad para quienes roben al Estado.
“Proponemos que el Museo de Orinoca, que fue levantado para alimentar el ego del mayor despilfarrador de la historia de nuestro país, se convierta en una cárcel modelo de máxima seguridad para que reciba a todos aquellos corruptos que hayan robado o malversado los recursos del pueblo”, dice en la carta.
Las agrupaciones ciudadanas argumentaron que la corrupción debe tener un castigo ejemplar, por lo que se tiene que buscar la forma de terminar con el “círculo vicioso”.
La nota agrega que en ese recinto tiene que haber trabajo duro y que ninguno de los presos goce de beneficios. "Un lugar reformador que logre que el servidor público piense mil veces antes de meter la mano a los recursos del Estado”.
En la carta se destaca que el museo es un lugar que se puede transformar en cárcel, ya que se encuentra en una población con 700 habitantes y está a 185 kilómetros de la ciudad de Oruro, además de que no cuenta con agua potable ni alcantarillado, por lo que un centro de reclusión puede ayudar en su economía.