Messi: irse del Barcelona por un detalle legal clave pero sin guerra
Más allá del comunicado de la Liga y de su ausencia a los estudios médicos del Barcelona, la idea de Leo es llegar a un acuerdo con el club, aunque amparado en que puede romper el contrato unilateralmente después de la temporada 2019/20.
Olé
El caso Messi suma más condimentos. Y también más invitados al banquete celestial. Cuando parecía que era un conflicto de dos partes, el jugador y el Barcelona, se metió la Liga para tratar de ayudar al club y así la cancha cada vez se embarra más... Aunque la postura del futbolista no se modifica: quiere irse por las buenas, más allá de que entiende que tiene razones legales para partir sin tener que buscar una salida consensuada.
La novela suma cada vez más capítulos y nadie tiene claro cuándo culminará el rodaje. Porque los mensajes van de un lado a otro, y cada uno cuida sus intereses. Breve repaso de las últimas 24 horas. 1) los abogados de Messi le avisan al club que Leo no se presentará a las pruebas médicas porque ya mandó la rescisión unilateral. 2) Bartomeu mantiene su postura mediática y dice que solo se juntará a hablar si es para renovar. 3) La Cadena Ser cuenta que accedió al contrato de las partes y que la última temporada es opcional, que Leo no debe pagar la cláusula. 4) Efectivamente, Leo no se presentó a los estudios médicos porque ya se siente afuera del Barcelona. 5) La Liga larga un (extraño) comunicado diciendo que el contrato de Messi sigue vigente y que si el jugador se quiere ir, debe pagar la cláusula.
Hay momentos que las escenas del culebrón son difíciles de seguir, que parecen sólo para especialistas. Pero hay lecturas que son bastante sencillas de realizar. La Liga salió a apoyar al Barcelona porque sin Messi, el negocio se le achica tremendamente. Ya se fueron Cristiano y Neymar, si se va Leo, le queda un torneo vacío de grandes figuras. Pero la advertencia de La Liga, no es más que eso. Como tiene acceso a los contratos puede hablar de vigencia (termina en junio de 2021, pero al final de esta temporada el rosarino tenía posibilidad de salida), pero no puede interrumpir la carrera de Leo. Si el jugador, que mantiene su postura de irse bien, no encuentra eco, podrá jugar en otro club en la campaña 20-21, mientras que la Justicia laboral define quién tiene razón.
Los pasos a seguir se piensan entre sentimientos y abogados. Por ahora, Jorge Messi se mantiene en Rosario, aunque nadie descarta que en los próximos días viaje a Barcelona para intentar destrabar la situación. Mientras tanto, Leo no asistirá al primer entrenamiento de Koeman de este lunes por la tarde, por más que desde el club señalen que puede tener sanciones económicas. Claro, esto podría pasar siempre y cuando el contrato tenga validez y no se haya cortado cuando el jugador mandó el burofax.
La legalidad o no de lo que está haciendo Messi, sólo tiene una incógnita. Que tenía la posibilidad de salir al final de la temporada 19-20 no hay dudas: alcanza con mirar el video de las declaraciones de Bartomeu que se viralizó en las últimas horas, donde ratifica en el canal oficial del club (en septiembre de 2019) que el jugador podía irse. Lo que empieza a correr es la letra chica: según el Barcelona, esa chance de avisar venció el 10 de junio y por eso dicen que no tiene validez la carta documento; mientras que los abogados de Messi afirman que la FIFA sacó una circular en abril debido a la pandemia y a que las temporadas no finalizarían en término, en la que dice con respecto a los vínculos de los jugadores y los clubes: "Si un contrato vence en la fecha de finalización original de la temporada, dicho vencimiento deberá prolongarse hasta la nueva fecha de la finalización de la temporada". Entonces, creen les asiste el derecho a mandar el burofax cuando lo hicieron, ya que la 19-20 terminó con la final de la Champions.
¿Y qué pasa si no triunfa la idea de Messi, de que el club comprenda que no tiene razón, y que entienda que su ciclo está cumplido? Si ninguno se baja de su posición actual, todo lo terminará dirimiendo la Justicia, algo que Leo quiere evitar. Pero su carrera no se corta. El jugador podrá negociar con el club que le parezca (Manchester City, PSG o Inter, son los que tienen más chances en ese orden) ya que para la FIFA prima el derecho laboral del futbolista y por eso podría pedir el CTI, el Certificado de Transferencia Provisoria. El problema para la institución que desee incorporarlo es que si el juicio lo gana el Barsa, el monto establecido por la Justicia lo deberá pagar el equipo donde esté Leo...
En caso de no ponerse de acuerdo, todo terminará en la Justicia laboral de Cataluña. Ahí, en un juicio que puede durar entre seis meses y un año, el Barcelona esgrimirá que la ruptura unilateral es sin causa y exigirá los 700.000.000 de la cláusula. Los abogados de Leo darán sus argumentos y será el Juez el que deba dictaminar quién tiene razón. Y si la sentencia favorece al club habrá que ver cuál es el monto de resarcimiento que el magistrado entiende acorde: nunca podrá ser superior a la cláusula, pero se estipula que sería bastante inferior ya que al jugador le quedaba un año de contrato y ya tiene 33 años, aunque también desde el club también pedirán que se tome en cuenta el salario y lo que la imagen del futbolista significa para las arcas del Barsa.
Habrá más capítulos, más escenas. Mientras tanto, Messi sigue en su casa de Castelldefels (con guardia periodística en la puerta) junto a Antonella y sus tres hijos, analizando cómo termina esta historia...
Olé
El caso Messi suma más condimentos. Y también más invitados al banquete celestial. Cuando parecía que era un conflicto de dos partes, el jugador y el Barcelona, se metió la Liga para tratar de ayudar al club y así la cancha cada vez se embarra más... Aunque la postura del futbolista no se modifica: quiere irse por las buenas, más allá de que entiende que tiene razones legales para partir sin tener que buscar una salida consensuada.
La novela suma cada vez más capítulos y nadie tiene claro cuándo culminará el rodaje. Porque los mensajes van de un lado a otro, y cada uno cuida sus intereses. Breve repaso de las últimas 24 horas. 1) los abogados de Messi le avisan al club que Leo no se presentará a las pruebas médicas porque ya mandó la rescisión unilateral. 2) Bartomeu mantiene su postura mediática y dice que solo se juntará a hablar si es para renovar. 3) La Cadena Ser cuenta que accedió al contrato de las partes y que la última temporada es opcional, que Leo no debe pagar la cláusula. 4) Efectivamente, Leo no se presentó a los estudios médicos porque ya se siente afuera del Barcelona. 5) La Liga larga un (extraño) comunicado diciendo que el contrato de Messi sigue vigente y que si el jugador se quiere ir, debe pagar la cláusula.
Hay momentos que las escenas del culebrón son difíciles de seguir, que parecen sólo para especialistas. Pero hay lecturas que son bastante sencillas de realizar. La Liga salió a apoyar al Barcelona porque sin Messi, el negocio se le achica tremendamente. Ya se fueron Cristiano y Neymar, si se va Leo, le queda un torneo vacío de grandes figuras. Pero la advertencia de La Liga, no es más que eso. Como tiene acceso a los contratos puede hablar de vigencia (termina en junio de 2021, pero al final de esta temporada el rosarino tenía posibilidad de salida), pero no puede interrumpir la carrera de Leo. Si el jugador, que mantiene su postura de irse bien, no encuentra eco, podrá jugar en otro club en la campaña 20-21, mientras que la Justicia laboral define quién tiene razón.
Los pasos a seguir se piensan entre sentimientos y abogados. Por ahora, Jorge Messi se mantiene en Rosario, aunque nadie descarta que en los próximos días viaje a Barcelona para intentar destrabar la situación. Mientras tanto, Leo no asistirá al primer entrenamiento de Koeman de este lunes por la tarde, por más que desde el club señalen que puede tener sanciones económicas. Claro, esto podría pasar siempre y cuando el contrato tenga validez y no se haya cortado cuando el jugador mandó el burofax.
La legalidad o no de lo que está haciendo Messi, sólo tiene una incógnita. Que tenía la posibilidad de salir al final de la temporada 19-20 no hay dudas: alcanza con mirar el video de las declaraciones de Bartomeu que se viralizó en las últimas horas, donde ratifica en el canal oficial del club (en septiembre de 2019) que el jugador podía irse. Lo que empieza a correr es la letra chica: según el Barcelona, esa chance de avisar venció el 10 de junio y por eso dicen que no tiene validez la carta documento; mientras que los abogados de Messi afirman que la FIFA sacó una circular en abril debido a la pandemia y a que las temporadas no finalizarían en término, en la que dice con respecto a los vínculos de los jugadores y los clubes: "Si un contrato vence en la fecha de finalización original de la temporada, dicho vencimiento deberá prolongarse hasta la nueva fecha de la finalización de la temporada". Entonces, creen les asiste el derecho a mandar el burofax cuando lo hicieron, ya que la 19-20 terminó con la final de la Champions.
¿Y qué pasa si no triunfa la idea de Messi, de que el club comprenda que no tiene razón, y que entienda que su ciclo está cumplido? Si ninguno se baja de su posición actual, todo lo terminará dirimiendo la Justicia, algo que Leo quiere evitar. Pero su carrera no se corta. El jugador podrá negociar con el club que le parezca (Manchester City, PSG o Inter, son los que tienen más chances en ese orden) ya que para la FIFA prima el derecho laboral del futbolista y por eso podría pedir el CTI, el Certificado de Transferencia Provisoria. El problema para la institución que desee incorporarlo es que si el juicio lo gana el Barsa, el monto establecido por la Justicia lo deberá pagar el equipo donde esté Leo...
En caso de no ponerse de acuerdo, todo terminará en la Justicia laboral de Cataluña. Ahí, en un juicio que puede durar entre seis meses y un año, el Barcelona esgrimirá que la ruptura unilateral es sin causa y exigirá los 700.000.000 de la cláusula. Los abogados de Leo darán sus argumentos y será el Juez el que deba dictaminar quién tiene razón. Y si la sentencia favorece al club habrá que ver cuál es el monto de resarcimiento que el magistrado entiende acorde: nunca podrá ser superior a la cláusula, pero se estipula que sería bastante inferior ya que al jugador le quedaba un año de contrato y ya tiene 33 años, aunque también desde el club también pedirán que se tome en cuenta el salario y lo que la imagen del futbolista significa para las arcas del Barsa.
Habrá más capítulos, más escenas. Mientras tanto, Messi sigue en su casa de Castelldefels (con guardia periodística en la puerta) junto a Antonella y sus tres hijos, analizando cómo termina esta historia...