Marcone, de compra récord a moneda de cambio

Pasó de mejor jugador de la liga mexicana y segunda compra más cara de la historia de Boca a suplente de Campuzano desde la llegada de Russo. ¿Qué pasó? ¿Es recuperable?

Olé
Cuando Iván Marcone llegó al Cruz Azul desde Lanús, todos se preguntaban si la inversión realizada de 5.000.000 de dólares podía justificarse en los campos de juego, pero no tardaron demasiado en darse cuenta de que el Gordo iba a darles mucho más de lo que habían pagado. Enseguida se convirtió en pieza clave del equipo, comandó los hilos desde el mediocampo y fue elegido como el mejor jugador de la liga en 2018. Boca no tuvo la misma suerte.


​A comienzos del 2019, después de la derrota en la final de la Libertadores 2018 ante River, se fue Guillermo Barros Schelotto y llegó Gustavo Alfaro, y con él un pedido muy especial para apuntalar la reconstrucción que soñó para Boca: el volante central al que conocía de Arsenal. No sólo para cubrir la salida apresurada de Wilmar Barrios​ al Zenit de Rusia, sino también para tener un hombre de su confianza como líder futbolístico de su equipo.

Las negociaciones no fueron sencillas, por lo que había logrado Marcone en poco tiempo en el fútbol mexicano, aunque entre la presión que ejerció el jugador y la decisión que mostró Boca para repatriarlo se logró lo imposible. Claro, a 8.500.000 de dólares, fue la venta más cara de toda la historia del Cruz Azul y la segunda compra más cara de la historia de Boca...

De nuevo en la Argentina, el volante saltó directo a la titularidad, con toda la confianza que depositó Lechuga en él. De hecho, debutó jugando al lado de Barrios, que todavía no se había ido, en un partido frente a Newell's jugado el 27 de enero en Rosario. Fue 1-1, el DT dijo que "todavía faltaba trabajo" y el número 23 se mostró bien en la marca pero incómodo al lado del colombiano. Pero ya en el siguiente partido sin el colombiano, fue uno de los puntos altos del equipo en la goleada 4-0 a San Martín de San Juan.

El arranque de Marcone en Boca fue tan alto como en Cruz Azul, enseguida haciendo olvidar las ausencias de Barrios y Fernando Gago​, casi pareciendo una combinación perfecta entre los dos y ganándose muchos elogios.

Sin embargo, su nivel fue cayendo mes a mes durante el 2019, siendo objeto de discusión su presencia bancada a muerte por Lechuga, relegando a Daniele De Rossi y Jorman Campuzano. Porque fue perdiendo ritmo, se lo vio más pesado y expuesto, y cada vez arriesgó menos con los pases.

Con la llegada de Russo, el cambio fue total. Marcone perdió el puesto desde el primer día con Campuzano y sólo fue titular ante Caracas en Venezuela, en medio de una formación alternativa, y contra Godoy Cruz en el inicio de la cancelada Copa Superliga. En los partidos decisivos del campeonato sólo tuvo unos minutos contra Talleres y otros frente a Central Córdoba.

Y hoy, con la nueva temporada por comenzar, el mediocampista sabe que no tendrá mucha continuidad y se abrió a la posibilidad de pasar a Independiente, a pesar de los problemas económicos del club y de que debía pasar a ganar mucho menos dinero. Boca, si le entregaban a Silvio Romero a cambio, estaba dispuesto a entregarlo. Las condiciones que puso el Rojo y el deseo de Russo de mantenerlo como recambio por ahora lo retienen en el plantel xeneize. ¿Se quedará o será moneda de cambio?

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