Los Raptors sufren pero evitan otro bombazo en el último cuarto
Los Nets fueron por encima hasta que faltaban 9 minutos. Ahí los Raptors se pusieron serios. Enorme partido de Norman Powell desde le banquillo (24+6).
Fernando Faucha
As
Toronto Raptors no está dispuesto a que le ocurra lo mismo que a Milwaukee Bucks y Los Angeles Lakers. Quiere acabar su eliminatoria por la vía rápida y evitar cualquier tipo de sobresalto. Por eso van 2-0 después de dos partidos jugados ante los Nets. Por eso, porque son mejores que su rival y porque supieron sufrir en el segundo encuentro de la serie, en el que sólo estuvieron por encima en el marcador durante 33 segundos antes de los 9 minutos finales. Ese fue el punto de inflexión en el que el actual campeón comenzó a parecerlo. Sacaron a relucir su defensa y su juego coral en ataque y, aunque los Nets no se rindieron hasta la última posesión, ahí fue cuando los Raptors comenzaron a controlar un partido que hasta entonces nunca había estado en su mano.
La lección que se llevan en el equipo de Brooklyn es triste. Jugaron el mejor partido posible con las armas que tienen en este momento y tampoco les dio para ganar a su rival. Sin duda que este es el camino que tienen que seguir de aquí en adelante y dure lo que dure la eliminatoria, mientras se alejan todo lo posible de la imagen ofrecida en el primer duelo, en el que recibieron la tercera mayor anotación de la historia de la franquicia. Jugando así puede que le rasquen algún punto a los Raptors, pero ni siquiera jugando así parece probable que puedan levantar una serie que parecía perdida antes de empezar. Y eso que se limitaron a hacer lo que saben y a ejecutarlo bien, cuando se escapaban en el marcador y cuando su rival se acercaba, demostrando una cabeza fría inesperada en este grupo. Incluso obligaron a Nick Nurse a eliminar de la ecuación a Marc Gasol, superado completamente por el partido y por Jarrett Allen (14+15+5 y 3 tapones), que le dejó en evidencia casi en cada pick and roll. El español incluso vio una técnica por protestar después de que le pitaran unos pasos, un gesto fruto de la desesperación por ver cómo no le salían las cosas. Ya tendrá tiempo Marc de ser importante antes rivales de más enjundia. Ante los Nets, por el tipo de juego que plantearon, puede que no sea la eliminatoria en la que más vaya a brillar. Incluso Ibaka (9+8), que le dio otro aire a su equipo en cuanto salió, también vio los últimos minutos desde el banquillo dejando a Siakam como referencia interior.
Fue Norman Powell quien ocupó la plaza que dejaron libres los pívots españoles en el quinteto titular y lo hizo con razón. Saliendo desde el banquillo fue un auténtico torbellino que acabó con 24 puntos y 6 rebotes. Máxima anotación de su equipo igualado con un Fred VanVleet mucho más fallón que el primer día y que no arrancó hasta después del descanso, pero que tuvo un par de rachas que fueron claves, primero para mantener a su equipo en el partido y después para ayudar a consolidar la ventaja final. Quien unió los momentos de Powell con los de VanVleet y tiró realmente de los Raptors durante casi todo el encuentro fue Kyle Lowry (21+9), que aparte de los números volvió a sacar de quicio a todo aquel que defendía e insufló de espíritu a un grupo que durante muchos minutos no parecía tener su día. Así pues, con algunas dudas más de las esperadas, pero los Raptors están donde todos les veíamos. Con un impoluto 2-0 tras los dos primeros partidos.
Fernando Faucha
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Toronto Raptors no está dispuesto a que le ocurra lo mismo que a Milwaukee Bucks y Los Angeles Lakers. Quiere acabar su eliminatoria por la vía rápida y evitar cualquier tipo de sobresalto. Por eso van 2-0 después de dos partidos jugados ante los Nets. Por eso, porque son mejores que su rival y porque supieron sufrir en el segundo encuentro de la serie, en el que sólo estuvieron por encima en el marcador durante 33 segundos antes de los 9 minutos finales. Ese fue el punto de inflexión en el que el actual campeón comenzó a parecerlo. Sacaron a relucir su defensa y su juego coral en ataque y, aunque los Nets no se rindieron hasta la última posesión, ahí fue cuando los Raptors comenzaron a controlar un partido que hasta entonces nunca había estado en su mano.
La lección que se llevan en el equipo de Brooklyn es triste. Jugaron el mejor partido posible con las armas que tienen en este momento y tampoco les dio para ganar a su rival. Sin duda que este es el camino que tienen que seguir de aquí en adelante y dure lo que dure la eliminatoria, mientras se alejan todo lo posible de la imagen ofrecida en el primer duelo, en el que recibieron la tercera mayor anotación de la historia de la franquicia. Jugando así puede que le rasquen algún punto a los Raptors, pero ni siquiera jugando así parece probable que puedan levantar una serie que parecía perdida antes de empezar. Y eso que se limitaron a hacer lo que saben y a ejecutarlo bien, cuando se escapaban en el marcador y cuando su rival se acercaba, demostrando una cabeza fría inesperada en este grupo. Incluso obligaron a Nick Nurse a eliminar de la ecuación a Marc Gasol, superado completamente por el partido y por Jarrett Allen (14+15+5 y 3 tapones), que le dejó en evidencia casi en cada pick and roll. El español incluso vio una técnica por protestar después de que le pitaran unos pasos, un gesto fruto de la desesperación por ver cómo no le salían las cosas. Ya tendrá tiempo Marc de ser importante antes rivales de más enjundia. Ante los Nets, por el tipo de juego que plantearon, puede que no sea la eliminatoria en la que más vaya a brillar. Incluso Ibaka (9+8), que le dio otro aire a su equipo en cuanto salió, también vio los últimos minutos desde el banquillo dejando a Siakam como referencia interior.
Fue Norman Powell quien ocupó la plaza que dejaron libres los pívots españoles en el quinteto titular y lo hizo con razón. Saliendo desde el banquillo fue un auténtico torbellino que acabó con 24 puntos y 6 rebotes. Máxima anotación de su equipo igualado con un Fred VanVleet mucho más fallón que el primer día y que no arrancó hasta después del descanso, pero que tuvo un par de rachas que fueron claves, primero para mantener a su equipo en el partido y después para ayudar a consolidar la ventaja final. Quien unió los momentos de Powell con los de VanVleet y tiró realmente de los Raptors durante casi todo el encuentro fue Kyle Lowry (21+9), que aparte de los números volvió a sacar de quicio a todo aquel que defendía e insufló de espíritu a un grupo que durante muchos minutos no parecía tener su día. Así pues, con algunas dudas más de las esperadas, pero los Raptors están donde todos les veíamos. Con un impoluto 2-0 tras los dos primeros partidos.