Los primeros agitadores de un mercado de fichajes en crisis

Chelsea y City toman la delantera en tantear y comprar jugadores por un precio inferior al acostumbrado. Muchos, como el Barça, optan por el cambio de cromos.

Ruby Arés
As
Las competiciones van terminando, aunque hace unos meses pareciese prácticamente imposible. Y aunque todavía quede en el horizonte la Champions y la Europa League, los equipos ya están preparando las plantillas de la próxima temporada. Una planificación que será más complicada de lo acostumbrado debido a la crisis derivada del coronavirus, que ha cerrado el grifo de varias fuentes de ingresos (como el de taquillas, explotación del estadio, caída en marketing, etc.) y ha tambaleado el maná que supone el dinero de las televisiones. A pesar de esta situación, el mercado de fichajes sigue teniendo movimientos, aunque de menor envergadura. Y los principales agitadores son los clubes regidos por grandes fortunas, pero asegurándose que el dinero que sale está cubierto por algún traspaso de cifras similares.


El equipo que más se está moviendo en esta ventana del mercado de fichajes el Chelsea. El club londinense ya lleva gastados 93 millones de euros, aunque hay que destacar que 40 son referidos al fichaje de Ziyech, proveniente del Ajax, y que se cerró a mediados de febrero, cuando la pandemia estaba comenzando en Europa y no se esperaba de tal magnitud. La inversión en Timo Werner (del Leipzig) si se realizó ya en plena pandemia y fue el pasado mes de junio. En total pagó 53 millones de euros por el delantero, aunque quedan amortiguados por el ingreso de 56 millones que ha hecho el Atlético de Madrid por Morata (el pago del traspaso del español se hacía efectivo el 1 de julio, hasta entonces estuvo en calidad de cedido). Pero el club, cuyo propietario es el magnate Abramovich, sigue peinando el mercado en busca de más incorporaciones. Ante la crisis desestada en la portería y las suplencias de Kepa Arrizabalaga, los blues se han interesado en Jan Oblak, guardameta del Atlético, cuya cláusula está en 120 millones de euros. Pero no es el único futbolista que pretenden, también en Havertz, del Leverkusen, y cuyo fichaje también rondaría los cien millones de euros, unas cantidades que son habituales en los últimos años pero que ahora hay que pensárselas varias veces ante la merma de ingresos. E, incluso, se ha vinculado al Chelsea con Cucurella, jugador del Getafe, por el que habrían ofrecido 30 millones de euros.

Otro de los agitadores de este mercado está siendo el Manchester City, aunque no por gastar grandes cantidades, más bien al contrario en un gran traspaso. A falta de oficialidad, el equipo de Guardiola ha atado a Ferran Torres, uno de los futbolistas españoles más prometedores, por sólo 25 millones fijos y 12 en variables. Es decir, cómo máximo pagará 37. Una cifra muy baja, cuando en veranos pasados se han visto superar la centena por jugadores que eran promesas y no estaban consolidadas. Pagará más por Nthan Aké, defensa del Bournemouth y que también pretendía el United. Según la BBC, el traspaso se ha cerrado en 45 millones. Una cifra muy en la línea del City en cuanto a defensas (ya pagó 57 por Mendy, 55 por Stones, 51 por Walker, 30 por Danilo...)

El Inter también se ha rascado el bolsillo. Lo hizo por el madridista Achraf, que brilló esta temporada en su cesión en la Bundesliga. Los blancos han recibido 40 millones por el defensa, aunque también puede jugar más adelantado. El pago de este traspaso ya está contrarrestado en la cuenta de resultados de los italianos, ya que el Inter vendió a Icardi al PSG, en plena pandemia y conscientes del efecto que tendría sobre sus ingresos, los cuales están amparados al ser un club-Estado.

Estos traspasos son una fotografía perfecta del tipo de movimiento que se está dando en el mercado. Muchos clubes actúan a partir del dinero ingresado por otro traspaso realizado: de los 50 millones de Icardi, el Inter se hizo con Achraf; de los 45 millones que ha pagado el Bayern al City por Mané, los de Guardiola pagarán la llegada de Ferran Torres (25+12) y parte de Aké (45). El Chelsea, que recibió el 1 de julio el pagó de 56 millones por Morata, ha pagado a Leipzig por Werner (53). Con alguna excepción y margen de inversión mayor o menor, se tratan de movimientos del dinero que entra por el que sale.

Aunque hay más opciones, como es el cambio de cromos. Un recurso que ha llevado a cabo el Barcelona. Bartomeu se ha asegurado el fichaje de Pjanic (60 millones) por la venta de Arthur (72). Un trueque en toda regla con la Juventus. Pero los azulgrana, además, tendrán que hacer frente a otros pagos, ya que antes de la explosión de la pandemia y conocer sus efectos económicos en la industria del fútbol, ya había cerrado los fichajes de Trincao (procedente del Braga por 31 millones) y de Matheus Fernandes (7) en enero, al que habría que añadir el de Pedri (5) firmado el septiembre pasado. Un gasto que se dispararía por encima de los 100 millones y cuyos ingresos rondarían los 93 (a la venta de Arthur hay que añadir la de Cucurella y Carles Pérez). La Juventus, por su parte, podría hacer todavía un desembolso mayor que el realizado por Arthur, ya que estaría cerca de cerrar la incorporación de Raúl Jiménez por 80 millones. También ha realizado un gran gasto el Nápoles, que ha realizado el fichaje más caro de su historia al firmar a Osimhen, del Lille, por 50 millones más diez en variables y cuatro jugadores (Karnezis, Manzi, Palmieri y Ligouri), lo que equivaldría a otros 20.

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