Lewandowski vale su peso en oro
Dos tantos y dos asistencias del polaco vuelven a tumbar al Chelsea y reafirman el cartel de favorito con el que el Bayern emprende su viaje a Lisboa.
José Carlos Menzel
As
Había quien pensaba que el Bayern se había relajado después de un mes sin disputar un partido oficial. Había quien creía que el Chelsea, pisando el césped sobre el que alcanzó la gloria ocho años atrás, iba a ser capaz de ejecutar una heroicidad. Pero la realidad pinta bien diferente. Si los bávaros de la final de la 2012 ya eran buenos, los de hoy son máquinas ganadoras. Cinco meses después de borrar al Chelsea del mapa en Stamford Brigde, el conjunto dirigido por Hansi Flick volvió a imponerse a los londinenses por 4-1 en el Allianz Arena, desprendiendo una autoridad propia de campeón. De hecho, lo es. De la Bundesliga. De la Pokal. Y ahora vuelve a presentar su candidatura a la orejona.
Kimmich hizo de Pavard en el lateral derecho y Perisic entró por el lesionado Coman. Apenas se notaron los cambios en un equipo que, a pesar de cuatro semanas sin competir, se presenta igual de rodado que antes. Transmite facilidad en todo lo que hace. El balón ya solía tenerlo antes, pero bajo las órdenes de Flick se ha convertido en un cirujano a la hora de colocar a sus rivales a su antojo y golpearles con la máxima eficacia posible. Lewandowski tiene un máster en esa disciplina. Tardó 10 minutos en ponerlo a prueba. El polaco se quedó solo ante Caballero, el meta blue le derribó en el área y el propio Lewy se encargó de convertir la pena máxima.
El segundo de Perisic (esta vez con Lewandowski asistiendo) llegó un cuarto de hora más tarde y fue entonces cuando los pupilos de Frank Lampard empezaron a tomarse los 90 minutos en el coliseo bávaro como un amistoso. Y no le fue mal. Incomodó al Bayern y recortó diferencias por medio de Abraham (el VAR había anulado previamente un tanto de Hudson-Odoi), ante un error de Neuer, provocando un enfado en mayúsculas de Flick en el banquillo. Busca la perfección. Y la encontró, como siempre, en Lewandowski. El killer firmó su segunda asistencia, esta vez a un Tolisso que remató a placer, y cerró el póker de cabeza. Siente ansia por su primera orejona. Y va a por ella.
Tras el doblete, Lewandowski cuenta 13 dianas en Champions este año. Sigue liderando el ránking de goleadores de la competición por encima de Haaland (10) y el sexteto compuesto por Gabriel Jesús, Sterling, Mertens, Kane, Gnabry y Depay (todos 6). En la Bundesliga (34) y la Pokal ya se coronó máximo anotador.
José Carlos Menzel
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Había quien pensaba que el Bayern se había relajado después de un mes sin disputar un partido oficial. Había quien creía que el Chelsea, pisando el césped sobre el que alcanzó la gloria ocho años atrás, iba a ser capaz de ejecutar una heroicidad. Pero la realidad pinta bien diferente. Si los bávaros de la final de la 2012 ya eran buenos, los de hoy son máquinas ganadoras. Cinco meses después de borrar al Chelsea del mapa en Stamford Brigde, el conjunto dirigido por Hansi Flick volvió a imponerse a los londinenses por 4-1 en el Allianz Arena, desprendiendo una autoridad propia de campeón. De hecho, lo es. De la Bundesliga. De la Pokal. Y ahora vuelve a presentar su candidatura a la orejona.
Kimmich hizo de Pavard en el lateral derecho y Perisic entró por el lesionado Coman. Apenas se notaron los cambios en un equipo que, a pesar de cuatro semanas sin competir, se presenta igual de rodado que antes. Transmite facilidad en todo lo que hace. El balón ya solía tenerlo antes, pero bajo las órdenes de Flick se ha convertido en un cirujano a la hora de colocar a sus rivales a su antojo y golpearles con la máxima eficacia posible. Lewandowski tiene un máster en esa disciplina. Tardó 10 minutos en ponerlo a prueba. El polaco se quedó solo ante Caballero, el meta blue le derribó en el área y el propio Lewy se encargó de convertir la pena máxima.
El segundo de Perisic (esta vez con Lewandowski asistiendo) llegó un cuarto de hora más tarde y fue entonces cuando los pupilos de Frank Lampard empezaron a tomarse los 90 minutos en el coliseo bávaro como un amistoso. Y no le fue mal. Incomodó al Bayern y recortó diferencias por medio de Abraham (el VAR había anulado previamente un tanto de Hudson-Odoi), ante un error de Neuer, provocando un enfado en mayúsculas de Flick en el banquillo. Busca la perfección. Y la encontró, como siempre, en Lewandowski. El killer firmó su segunda asistencia, esta vez a un Tolisso que remató a placer, y cerró el póker de cabeza. Siente ansia por su primera orejona. Y va a por ella.
Tras el doblete, Lewandowski cuenta 13 dianas en Champions este año. Sigue liderando el ránking de goleadores de la competición por encima de Haaland (10) y el sexteto compuesto por Gabriel Jesús, Sterling, Mertens, Kane, Gnabry y Depay (todos 6). En la Bundesliga (34) y la Pokal ya se coronó máximo anotador.