Laporta da duro: "Sospecho que quieren vender a Messi"
Barcelona, AS
Joan Laporta, carismático ex presidente, directo en el mensaje, con credibilidad para los neonostálgicos del Barça del Sextete de Guardiola, sabe dar duro. A Bartomeu le da un buen zarandeo este martes en su cuenta oficial de Twitter. Dos tuits le bastan: "¿Le han dicho a Suárez que no cuentan con él por teléfono? Me parece un acto de cobardía por parte del presidente y una falta de respeto al jugador. Esta forma de actuar es impresentable y perjudica la imagen del club. Me hace sospechar que quieren vender a Messi, lo que sería un error histórico".
Anda el Barça ya en una carrera pre-electoral en la que no hay amigos. Laporta, que antes de diciembre podría presentar su candidatura, ha iniciado su proceso de descrédito a la actual directiva para presentarse como una alternativa creíble. De momento, lo está haciendo a través de las redes sociales. Ahora, al contrario que en 2015, cuando su candidatura y el equipo de trabajo que presentó fue decididamente mejorable, quiere rodearse de un equipo más potente. De momento, ataca al poder establecido en el Barça desde hace diez años, el barto-rosellismo.
Joan Laporta, carismático ex presidente, directo en el mensaje, con credibilidad para los neonostálgicos del Barça del Sextete de Guardiola, sabe dar duro. A Bartomeu le da un buen zarandeo este martes en su cuenta oficial de Twitter. Dos tuits le bastan: "¿Le han dicho a Suárez que no cuentan con él por teléfono? Me parece un acto de cobardía por parte del presidente y una falta de respeto al jugador. Esta forma de actuar es impresentable y perjudica la imagen del club. Me hace sospechar que quieren vender a Messi, lo que sería un error histórico".
Anda el Barça ya en una carrera pre-electoral en la que no hay amigos. Laporta, que antes de diciembre podría presentar su candidatura, ha iniciado su proceso de descrédito a la actual directiva para presentarse como una alternativa creíble. De momento, lo está haciendo a través de las redes sociales. Ahora, al contrario que en 2015, cuando su candidatura y el equipo de trabajo que presentó fue decididamente mejorable, quiere rodearse de un equipo más potente. De momento, ataca al poder establecido en el Barça desde hace diez años, el barto-rosellismo.