La hora de Francia y Alemania

La Champions tiene sus semifinalistas y Lisboa apagó las luces de las tres ligas top de Europa: Inglaterra, España e Italia. Presencia de históricos y batacazos. ¿Qué pasó?

Olé
Las luces se van con la Premier, la Liga y la Serie A. Siempre se destaca que esas son las ligas top de Europa, que la Bundesliga y la Ligue 1 son torneos de segundo orden, que no dan la talla, que los jugadores cuando actúan en sus clubes líderes (Bayern Munich y PSG) pierden el fuego, sienten cierta comodidad porque saben que salen campeones al tranquito y que, teóricamente, la diferencia es abismal.


Todas esas verdades de Perogrullo quedan en la basura, con la actual edición de la Champions. Porque justamente no hay equipos de Inglaterra, Italia y España entre los cuatro mejores, porque justamente los semifinalistas son los lógicos campeones de Francia y Alemania, pero los batacazos los dieron los equipos que son teóricos partenaires. Porque el sorprendente Leipzig le ganó con justicia al poderoso Atlético Madrid de Simeone y porque el Lyon venció con claridad al millonario Manchester City de Guardiola.

Que esta rara edición de la Champions, con cuartos de final a partido único, con estadios cerrados y en medio de la pandemia, nos haga poner nuestras valoraciones en justa medida. Muchas veces nos preguntamos (hasta despotricamos) por qué Exequiel Palacios (figura del River de Gallardo) llega al Leverkusen y come banco, o el goleador Lucas Alario no logra asentarse en un equipo que no estuvo en el top tres en la última campaña. Muchas veces criticamos porque Leandro Paredes, el cinco titular de la Selección, no tiene el puesto asegurado en el PSG, lo mismo que le ocurrió a Icardi en su primera estadía en Francia. Y la respuesta está en esta Orejona, que puso a las tres grandes ligas patas para arriba.

Las máximas argentas se vienen dando la cabeza contra la pared. Del “chamuyo alemán” que patentó Diego en el 2010 a “los franceses no ganan partidos importantes”, frase repetida en la previa del 2018. Debemos tener más respeto con los últimos dos campeones del mundo.

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