La arenga de Messi al descanso: "Si jugamos tranquilos, les metemos ocho"
Leo ejerció de capitán en el túnel de vestuario antes de empezar la segunda parte ante el Nápoles. "No seamos pelotudos, tenemos dos goles de ventaja".
Javier Miguel
As
Leo Messi no sólo lideró al equipo en el campo sino también fuera del terreno de juego en la victoria del sábado ante el Nápoles (3-1). Unas imágenes que captó el periodista argentino Matias Errecalde, y que colgó posteriormente en su cuenta de twitter, plasman perfectamente la capacidad de liderazgo de Messi. Pocos minutos antes de saltar al campo en la segunda parte y mientras los jugadores están enfilados en el túnel del vestuario aparece la figura del capitán para arengar a sus compañeros de una manera tan vehemente como convincente.
"Vamos a salir fuertes, no seamos pelotudos que llevamos dos goles de ventaja", empezó su discurso Messi, "ahora tenemos que estar más tranquilos que nunca, tenemos dos goles de ventaja", añadió. Y para acabar de animar al equipo, sentenció su discurso con una frase antológica: "Vamos a jugar tranquilos, que les hacemos ocho".
El mérito de Leo es que hizo además la arenga con el tobillo dolorido tras haber recibido una patada descomunal de Koulibaly unos minutos antes. Sin embargo, su maltrecho estado no sólo no le impidió saltar al terreno de juego y ayudar al equipo al pase a cuartos de final de la Champions sino que también tuvo fuerzas suficientes para ejercer de capitán cuando el equipo más lo necesitaba.
Durante la arenga de Messi, otros jugadores también participaron activamente, entre ellos Luis Suárez y Jordi Alba. El delantero uruguayo insistió en evitar meterse en problemas, "no nos metamos en ningún quilombo nosotros mismos, ¡dale, dale!", mientras que el lateral español fue mucho más revelador tácticamente, "cuando recuperemos y la tiremos para atrás, intentad no tirársela al portero". Gerard Piqué acabó apostillando el comentario del internacional: "Sí, no nos metamos todos en el área".
Un documento, sin duda revelador, que demuestra la intensidad con la que el grupo afronta esta fase final de la Champions, la última bala que tiene el equipo en la recámara para ganar esta temporada algún título.
Javier Miguel
As
Leo Messi no sólo lideró al equipo en el campo sino también fuera del terreno de juego en la victoria del sábado ante el Nápoles (3-1). Unas imágenes que captó el periodista argentino Matias Errecalde, y que colgó posteriormente en su cuenta de twitter, plasman perfectamente la capacidad de liderazgo de Messi. Pocos minutos antes de saltar al campo en la segunda parte y mientras los jugadores están enfilados en el túnel del vestuario aparece la figura del capitán para arengar a sus compañeros de una manera tan vehemente como convincente.
"Vamos a salir fuertes, no seamos pelotudos que llevamos dos goles de ventaja", empezó su discurso Messi, "ahora tenemos que estar más tranquilos que nunca, tenemos dos goles de ventaja", añadió. Y para acabar de animar al equipo, sentenció su discurso con una frase antológica: "Vamos a jugar tranquilos, que les hacemos ocho".
El mérito de Leo es que hizo además la arenga con el tobillo dolorido tras haber recibido una patada descomunal de Koulibaly unos minutos antes. Sin embargo, su maltrecho estado no sólo no le impidió saltar al terreno de juego y ayudar al equipo al pase a cuartos de final de la Champions sino que también tuvo fuerzas suficientes para ejercer de capitán cuando el equipo más lo necesitaba.
Durante la arenga de Messi, otros jugadores también participaron activamente, entre ellos Luis Suárez y Jordi Alba. El delantero uruguayo insistió en evitar meterse en problemas, "no nos metamos en ningún quilombo nosotros mismos, ¡dale, dale!", mientras que el lateral español fue mucho más revelador tácticamente, "cuando recuperemos y la tiremos para atrás, intentad no tirársela al portero". Gerard Piqué acabó apostillando el comentario del internacional: "Sí, no nos metamos todos en el área".
Un documento, sin duda revelador, que demuestra la intensidad con la que el grupo afronta esta fase final de la Champions, la última bala que tiene el equipo en la recámara para ganar esta temporada algún título.