Flick pide serenidad: "Queda mucho"

Lisboa, AS
Lo vivido durante la tarde noche del viernes no fue solamente una demostración de poder por parte del equipo más en forma del planeta, sino también la prueba de que el Bayern de los ogros ya es historia. El resultado del campeón alemán frente al Barcelona hubiera servido a viejas glorias como Kahn o Effenberg para sacar pecho y autoelevarse a esferas celestiales, pero los jugadores del cuadro actual nada tienen que ver con ese Bayern prepotente que ya es historia. Se celebró la victoria, claro, pero no se tardó en pedir cautela y humildad desde todos los sectores del club germano.


El primero fue Hansi Flick, artífice de esta máquina demoledora que, en parte, ha sacado el mayor jugo de su plantilla gracias a su modestia. Nada más finalizar el choque, el míster compareció ante los medios y lanzó un aviso a los suyos: "Se notó la alegría por lo sucedido en el vestuario pero, a la vez, se percibió que aún queda mucho camino por recorrer", desveló Flick. "Todos sabemos que las cosas suceden de manera extremadamente rápida en el mundo del fútbol. Lo que importa ahora es que cojamos fuerza para la semifinal. Ése era nuestro objetivo y lo hemos logrado de manera imponente. Pero sabemos que aún tenemos mucho por delante", concluyó.

Parece que las palabras de Flick surtieron efecto en toda la entidad. Acostumbrados a celebrar un banquete en su hotel de concentración después de cada partido de Champions fuera de casa, la cúpula del club bávaro optó por cambiar de planes en Lisboa. Los jugadores llegaron a su lugar de residencia en la capital portuguesa alrededor de las once y media de la noche y, directamente, se fueron a dormir. Los muniqueses saben que la histórica victoria frente al Barça no servirá de nada si se relajan y terminan cayendo en la antesala de la final. "Somos felices, pero queremos más", dijo Salihamidzic, director deportivo del club y uno de los ogros del pasado que ya no existen.

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