F1 | 70º ANIVERSARIO | CLASIFICACIÓN Bottas roba una pole que sonríe a Hulkenberg
El finlandés aventajó en 63 milésimas a Hamilton y el alemán fue tercero con el Racing Point. Verstappen juega al duro, 4º. Mal día para Carlos Sainz, 12º.
Jesús Balseiro
As
Podía estar en Ibiza, contemplando el mar desde un yate, o en Alemania pilotando un GT en calidad de ‘gentleman driver’. En febrero, cuando todos estaban de pretemporada en Montmeló, él estaba en los carnavales de Río de Janeiro. Pero si le llaman por teléfono para subirse a un Fórmula 1, cumple. Nico Hulkenberg, jubilado de oro, no ha vuelto al Mundial para sustituir a Sergio Pérez, sino para ganarse otra oportunidad, y en su segunda clasificación con el RP20, Mercedes encubierto que hasta hace siete días desconogía, clasificó tercero por detrás de Valtteri Bottas y Lewis Hamilton. Es el piloto quien pone a cada coche en su sitio, pocas veces sucede lo contrario, pero este talentoso alemán aventajó en tres décimas a Lance Stroll, el hijo del jefe. Sale el domingo a por el primer podio de su vida, también a llamar la atención de los que eligen, por ejemplo, al compañero de Verstappen. Quizás esta vez la justicia divina se ponga de su parte.
La pole fue para Bottas con 63 milésimas de margen sobre Hamilton. Voló el finlandés en su último intento, con la goma media, falló Lewis cuando se decidía todo. No le quedaba más remedio al vikingo si quiere inquietar al seis veces campeón y aguantar la lucha por el título, al menos hasta el final del verano. Está a 30 puntos y tiene que sacar el cuchillo desde el viernes hasta la bandera a cuadros. Ahora que ha renovado, que hay colchón, debe consolidar este puñetazo sobre la mesa.
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Tras los dos Mercedes negros y el rosa empezará la carrera Max Verstappen, contra toda la lógica con el neumático más duro de todos. El de Red Bull busca una estrategia loca para poner en peligro el triunfo de los de siempre y clasificó con una goma impensable. Hacía más calor del esperado, y cierto viento, en un circuito que devora neumáticos. Eso acentuó las urgencias de todos con una paleta de colores extraña, pero nadie fue tan extremo como Mad Max. Quizás le vaya bien, probablemente no, pero al menos intenta algo diferente. Es valiente.
Decepcionante sábado para Vettel y Sainz
En el corte intermedio de la Q2 se quedaron dos gallos con cara de incredulidad, sin saber por dónde vino el golpe. Sebastian Vettel fue 11º con el Ferrari horas después de que sus mecánicos le cambiaran la unidad de potencia (también a Charles, por precaución) a pesar de un último intento a la desesperada con gomas blandas, lo que habría sido un suicidio al empezar la carrera. Su mensaje por radio a los ingenieros de camino al garaje: "Es todo lo que había en este coche. Lo he intentado, gracias". Tras él, Carlos Sainz acabó 12º (ambos se beneficiaron de una sanción a Ocon) y es la primera vez que un McLaren se queda fuera del top-10 el sábado esta temporada. Lo preocupante no es el puesto, sino la falta de explicaciones. "No tenía mucho más que esto, salió una vuelta buena…", manifestó el madrileño a su ingeniero de carrera, Tom Stallard. Los problemas de refrigeración forzaron cambios aerodinámicos.
Tocará correr a la contra, incluso plantear una estrategia agresiva. Si acaso, eso último puede llegar a ser una ventaja en una escudería, la de Woking, que tiende a ser conservadora cuando sale del octavo para arriba. Lando Norris sí pasó la criba, pero con poco margen, le sirvió para lograr un décimo. Le superaron un brillante Ricciardo, quinto con el buen Renault, además de Stroll, Gasly, Leclerc y Albon.
Jesús Balseiro
As
Podía estar en Ibiza, contemplando el mar desde un yate, o en Alemania pilotando un GT en calidad de ‘gentleman driver’. En febrero, cuando todos estaban de pretemporada en Montmeló, él estaba en los carnavales de Río de Janeiro. Pero si le llaman por teléfono para subirse a un Fórmula 1, cumple. Nico Hulkenberg, jubilado de oro, no ha vuelto al Mundial para sustituir a Sergio Pérez, sino para ganarse otra oportunidad, y en su segunda clasificación con el RP20, Mercedes encubierto que hasta hace siete días desconogía, clasificó tercero por detrás de Valtteri Bottas y Lewis Hamilton. Es el piloto quien pone a cada coche en su sitio, pocas veces sucede lo contrario, pero este talentoso alemán aventajó en tres décimas a Lance Stroll, el hijo del jefe. Sale el domingo a por el primer podio de su vida, también a llamar la atención de los que eligen, por ejemplo, al compañero de Verstappen. Quizás esta vez la justicia divina se ponga de su parte.
La pole fue para Bottas con 63 milésimas de margen sobre Hamilton. Voló el finlandés en su último intento, con la goma media, falló Lewis cuando se decidía todo. No le quedaba más remedio al vikingo si quiere inquietar al seis veces campeón y aguantar la lucha por el título, al menos hasta el final del verano. Está a 30 puntos y tiene que sacar el cuchillo desde el viernes hasta la bandera a cuadros. Ahora que ha renovado, que hay colchón, debe consolidar este puñetazo sobre la mesa.
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Tras los dos Mercedes negros y el rosa empezará la carrera Max Verstappen, contra toda la lógica con el neumático más duro de todos. El de Red Bull busca una estrategia loca para poner en peligro el triunfo de los de siempre y clasificó con una goma impensable. Hacía más calor del esperado, y cierto viento, en un circuito que devora neumáticos. Eso acentuó las urgencias de todos con una paleta de colores extraña, pero nadie fue tan extremo como Mad Max. Quizás le vaya bien, probablemente no, pero al menos intenta algo diferente. Es valiente.
Decepcionante sábado para Vettel y Sainz
En el corte intermedio de la Q2 se quedaron dos gallos con cara de incredulidad, sin saber por dónde vino el golpe. Sebastian Vettel fue 11º con el Ferrari horas después de que sus mecánicos le cambiaran la unidad de potencia (también a Charles, por precaución) a pesar de un último intento a la desesperada con gomas blandas, lo que habría sido un suicidio al empezar la carrera. Su mensaje por radio a los ingenieros de camino al garaje: "Es todo lo que había en este coche. Lo he intentado, gracias". Tras él, Carlos Sainz acabó 12º (ambos se beneficiaron de una sanción a Ocon) y es la primera vez que un McLaren se queda fuera del top-10 el sábado esta temporada. Lo preocupante no es el puesto, sino la falta de explicaciones. "No tenía mucho más que esto, salió una vuelta buena…", manifestó el madrileño a su ingeniero de carrera, Tom Stallard. Los problemas de refrigeración forzaron cambios aerodinámicos.
Tocará correr a la contra, incluso plantear una estrategia agresiva. Si acaso, eso último puede llegar a ser una ventaja en una escudería, la de Woking, que tiende a ser conservadora cuando sale del octavo para arriba. Lando Norris sí pasó la criba, pero con poco margen, le sirvió para lograr un décimo. Le superaron un brillante Ricciardo, quinto con el buen Renault, además de Stroll, Gasly, Leclerc y Albon.