El plan de Conmebol para los árbitros de la Libertadores
Concentraciones de jueces de distintas nacionalidades en un mismo país es el protocolo que pica en punta sobre cómo designar los jueces de la Copa. Hay otras dos variantes.
Olé
El 15 de septiembre está previsto el inicio de la Copa Libertadores. Este jueves, de manera virtual, habrá otra reunión del Consejo de la Conmebol, para seguir avanzando en los detalles del regreso: protocolos, viajes, calendario... Y en esa cantidad de aspectos a conversar, hay otro que cumple un rol fundamental dentro del desarrollo de un partido: los árbitros. ¿Cómo los designarán? Cómo harán para viajar?
En las últimas horas, un mail partió desde la cuenta de la Comisión de Arbitros de la Conmebol. El destino: las direcciones nacionales de arbitraje de las diez asociaciones miembro. Su encargado, el brasileño Wilson Seneme, se dirigió a los responsables de cada una para informarles las previsiones sobre la designación de jueces para el retorno de las copas.
La pandemia del coronavirus obliga a una nueva normalidad en el fútbol y hay procedimientos que difícilmente puedan ser aplicados en el corto plazo. Mantener el sistema habitual de viajar a otro país, pitar y regresar al punto de origen, será difícil de aplicar. Sobre todo, porque es posible que muchas fronteras del continente aún permanezcan cerradas.
Los planteles visitantes, ya se dijo, viajarán bajo una burbuja sanitaria, en vuelos privados, por un plazo máximo de permanencia de 72 horas en el país sede del partido. Incluso, la Conmebol destina plata para esos viajes. Pero eso es imposible realizar con los árbitros. ¿Entonces?
La opción que toma más fuerza es armar concentraciones arbitrales en los diferentes países, por varias semanas, de manera tal que no deban regresar a su territorio, y que de esa forma dirijan todos los juegos que se vayan a disputar en esa nación. Por supuesto, las concentraciones deberán ser mixtas. Porque no debería pasar que si los jueces argentinos se concentran en Brasil puedan pitar San Pablo-River, por dar un ejemplo.
Justamente, Federico Beligoy, a cargo de la Dirección Nacional de Arbitraje en la Argentina, confirmó el pedido de la Conmebol: “Me llegó un correo de Seneme en el que pide colaboración a las diez asociaciones para que un número grande de árbitros de cada Asociación viajen a otro país. Tendrán que estar allá varios días porque, como están las cosas, no están dadas las condiciones para que los árbitros vayan y vuelvan a sus países. Entonces hacen base en un lugar y, en todo caso, se moverán dentro del mismo país”.
Aunque hay una tercera variante, para la cual incluso se cambió el reglamento: el Consejo de la Conmebol autorizó, como excepción, las ternas podrán estar compuestas por árbitros de diferentes nacionalidades y, en momentos de extrema necesidad, podrían llegar a dirigir en su mismo país.
De ser elegida la opción de las concentraciones, en lo sucesivo la Conmebol evaluará qué cantidad de árbitros por cada país deberán ser designados. Y en qué fechas deberán viajar y por cuánto tiempo deberán instalarse allá, siguiendo los protocolos de cada Gobierno. Igualmente, todas las variables serán analizadas al momento de reinicio de la competencia, para ver cuál es la de operatividad más efectiva.
Olé
El 15 de septiembre está previsto el inicio de la Copa Libertadores. Este jueves, de manera virtual, habrá otra reunión del Consejo de la Conmebol, para seguir avanzando en los detalles del regreso: protocolos, viajes, calendario... Y en esa cantidad de aspectos a conversar, hay otro que cumple un rol fundamental dentro del desarrollo de un partido: los árbitros. ¿Cómo los designarán? Cómo harán para viajar?
En las últimas horas, un mail partió desde la cuenta de la Comisión de Arbitros de la Conmebol. El destino: las direcciones nacionales de arbitraje de las diez asociaciones miembro. Su encargado, el brasileño Wilson Seneme, se dirigió a los responsables de cada una para informarles las previsiones sobre la designación de jueces para el retorno de las copas.
La pandemia del coronavirus obliga a una nueva normalidad en el fútbol y hay procedimientos que difícilmente puedan ser aplicados en el corto plazo. Mantener el sistema habitual de viajar a otro país, pitar y regresar al punto de origen, será difícil de aplicar. Sobre todo, porque es posible que muchas fronteras del continente aún permanezcan cerradas.
Los planteles visitantes, ya se dijo, viajarán bajo una burbuja sanitaria, en vuelos privados, por un plazo máximo de permanencia de 72 horas en el país sede del partido. Incluso, la Conmebol destina plata para esos viajes. Pero eso es imposible realizar con los árbitros. ¿Entonces?
La opción que toma más fuerza es armar concentraciones arbitrales en los diferentes países, por varias semanas, de manera tal que no deban regresar a su territorio, y que de esa forma dirijan todos los juegos que se vayan a disputar en esa nación. Por supuesto, las concentraciones deberán ser mixtas. Porque no debería pasar que si los jueces argentinos se concentran en Brasil puedan pitar San Pablo-River, por dar un ejemplo.
Justamente, Federico Beligoy, a cargo de la Dirección Nacional de Arbitraje en la Argentina, confirmó el pedido de la Conmebol: “Me llegó un correo de Seneme en el que pide colaboración a las diez asociaciones para que un número grande de árbitros de cada Asociación viajen a otro país. Tendrán que estar allá varios días porque, como están las cosas, no están dadas las condiciones para que los árbitros vayan y vuelvan a sus países. Entonces hacen base en un lugar y, en todo caso, se moverán dentro del mismo país”.
Aunque hay una tercera variante, para la cual incluso se cambió el reglamento: el Consejo de la Conmebol autorizó, como excepción, las ternas podrán estar compuestas por árbitros de diferentes nacionalidades y, en momentos de extrema necesidad, podrían llegar a dirigir en su mismo país.
De ser elegida la opción de las concentraciones, en lo sucesivo la Conmebol evaluará qué cantidad de árbitros por cada país deberán ser designados. Y en qué fechas deberán viajar y por cuánto tiempo deberán instalarse allá, siguiendo los protocolos de cada Gobierno. Igualmente, todas las variables serán analizadas al momento de reinicio de la competencia, para ver cuál es la de operatividad más efectiva.