El nuevo Santiago Bernabéu, la mejor medida contra la crisis del Real Madrid: le dará 150 millones extra por temporada
Real Madrid El estadio, que a este ritmo podría estar listo en junio de 2022, ayudará al Madrid
Marca
Si la crisis ya afecta a los grandes clubes este verano, para el que viene la cosa pinta aún mucho peor si como parece la puerta de los estadios va a seguir cerrada. Ahora mismo, las posibilidades (al menos en España) de que el público regrese al fútbol son mínimas, con lo que ello supone a nivel de ingresos para todos los equipos, y especialmente para aquellos que tienen los estadios más grandes y un mayor número de abonados. Para clubes como Real Madrid, Barcelona, Atlético, Sevilla, Valencia o Betis, la puerta cerrada es lo peor que les puede pasar. Y sobre todo para Madrid y Barça, equipos que llenan el estadio en cada partido gracias al reclamo turístico que suponen sus partidos. Encontrar una entrada para cualquier partido de blancos y azulgranas es casi misión imposible. De ahí, que las pérdidas económicas de ambos equipos estén cerca de los 200 millones de euros. Y de cara al curso que viene, si no se abren las puertas...
En el caso del Madrid, la puerta cerrada no supone únicamente la pérdida de los ingresos de los abonos, las entradas y los palcos privados. La ausencia de público afecta gravemente al marketing y a la venta de camisetas y productos oficiales de la marca. Los días de partido, había que hacer cola para entrar en la tienda del estadio, desierta ahora en su nueva ubicación, al igual casi que las del resto de la ciudad debido a la ausencia de turistas.
Mientras el fútbol recupera la normalidad, el Real Madrid seguirá jugando en Valdebebas y las obras en el Bernabéu seguirán avanzando, que es la única buena noticia que el club blanco puede encontrar en esta situación. El nuevo estadio vuela gracias al parón (ahora mismo las obras han recuperado los plazos previstos) y podría estar listo para junio de 2022. Y si cuando el fútbol recupere la normalidad, el Madrid ya puede contar con el nuevo Bernabéu, la situación será muy diferente. Y es que el nuevo Bernabéu será el mejor aliado para salir de la crisis lo más rápido posible. Y en este sentido, el equipo blanco volverá a tener ventaja sobre todo los equipos de España y la mayoría de Europa.
Porque el nuevo Bernabéu es mucho más un techo que se abrirá y cerrará los días de lluvia. La previsión es que aportará al club unos 150 millones de euros extra por temporada, una cifra que unida a lo que el antiguo ya aportaba superará los 300 millones de euros por curso. La frase de un estadio para 300 días al año no es una fantasía ni una quimera, sino el resultado de un estadio pormenorizado a la hora de realizar su diseño funcional.
El Real Madrid alcanzó los 175 millones de euros en ingresos entre socios, abonados, entradas, palcos vip y explotación de los negocios que hay alrededor en el curso 18-19, una cifra espectacular pero que cada año aumentaba menos. El negocio estaba, en cierta medida, estancado y con el nuevo Bernabéu volverá a estar a otro nivel.
El nuevo área comercial multiplicará los ingresos que daba la antigua esquina del Bernabéu y la tienda oficial. La idea es que sean dos las tiendas que tenga el nuevo estadio, que contará también con otros comercios y un espacio para los e-sports que será toda una novedad y que permitirá al Madrid ingresar millones gracias a esta modalidad de explotación en la que ya trabaja la empresa americana Legends, encargada de explotar los estadios de los principales equipos de fútbol americano, como los Dallas Cowboys. Además, el nuevo museo, mucho más interactivo, también elevará los ingresos. La creación de una terraza en la azotea del estadio será una de las atracciones del nuevo Bernabéu y estará abierta los 365 días del año. Será todo un reclamo para los turistas y una manera de subir el caché de las zonas vip y hospitality en los los días de partido.
La posibilidad de esconder el césped y convertir el estadio de fútbol en el mejor escenario para un concierto o cualquier otra actividad en la Comunidad de Madrid también convertirá al Bernabéu en una referencia más allá del fútbol. Si el estadio ya es uno de los iconos de la ciudad, ahora lo será aún más.
En el Madrid, por tanto, al tiempo en el que se aprietan el cinturón por la grave crisis que azota hoy al mundo y de la que no se ha librado el fútbol, respiran aliviados viendo cómo el nuevo Bernabéu estará listo en el mejor momento posible, justo para acudir al rescate de un club que partirá con mucha ventaja respecto al resto cuando finalice las obras del estadio.
LA EVOLUCIÓN DE LAS OBRAS
Las obras, tras el acelerón que se ha podido dar desde marzo hasta ahora, se encuentran ahora mismo en los plazos previstos. La cubierta ya se ha retirado al cien por cien y se trabaja ya en la colocación de las cerchas sobre las que se apoyará el nuevo techo retráctil. En el lado oeste, el que da al Paseo de la Castellana, la estructura de las nuevas torres ya está finalizada y se trabaja en las rampas. En el lado de Padre Damián, la T4 está a punto de desmontarse y se sigue trabajando en el nuevo túnel logístico, que permitirá la entrada de camiones y servicios y su circulación por debajo del estadio. También se trabaja en este lado este en terminar de desmontar la cubierta que se creó en 2003. Ya sólo queda la gran viga que iba de lado a lado.
En el interior del mismo estadio se sigue trabajando a toda velocidad, ya sin las gradas más bajas y la tribuna, que han sido demolidas para los trabajos de las galerías interiores. La idea es hacer nuevas todas las gradas y los asientos para que sean un poco más amplios y mejorar también todos los accesos. Las nuevas torres, por ejemplo, permitirán llenar y vaciar el estadio al doble de velocidad de lo que se hacía ahora mismo.
Si la crisis ya afecta a los grandes clubes este verano, para el que viene la cosa pinta aún mucho peor si como parece la puerta de los estadios va a seguir cerrada. Ahora mismo, las posibilidades (al menos en España) de que el público regrese al fútbol son mínimas, con lo que ello supone a nivel de ingresos para todos los equipos, y especialmente para aquellos que tienen los estadios más grandes y un mayor número de abonados. Para clubes como Real Madrid, Barcelona, Atlético, Sevilla, Valencia o Betis, la puerta cerrada es lo peor que les puede pasar. Y sobre todo para Madrid y Barça, equipos que llenan el estadio en cada partido gracias al reclamo turístico que suponen sus partidos. Encontrar una entrada para cualquier partido de blancos y azulgranas es casi misión imposible. De ahí, que las pérdidas económicas de ambos equipos estén cerca de los 200 millones de euros. Y de cara al curso que viene, si no se abren las puertas...
En el caso del Madrid, la puerta cerrada no supone únicamente la pérdida de los ingresos de los abonos, las entradas y los palcos privados. La ausencia de público afecta gravemente al marketing y a la venta de camisetas y productos oficiales de la marca. Los días de partido, había que hacer cola para entrar en la tienda del estadio, desierta ahora en su nueva ubicación, al igual casi que las del resto de la ciudad debido a la ausencia de turistas.
Mientras el fútbol recupera la normalidad, el Real Madrid seguirá jugando en Valdebebas y las obras en el Bernabéu seguirán avanzando, que es la única buena noticia que el club blanco puede encontrar en esta situación. El nuevo estadio vuela gracias al parón (ahora mismo las obras han recuperado los plazos previstos) y podría estar listo para junio de 2022. Y si cuando el fútbol recupere la normalidad, el Madrid ya puede contar con el nuevo Bernabéu, la situación será muy diferente. Y es que el nuevo Bernabéu será el mejor aliado para salir de la crisis lo más rápido posible. Y en este sentido, el equipo blanco volverá a tener ventaja sobre todo los equipos de España y la mayoría de Europa.
Porque el nuevo Bernabéu es mucho más un techo que se abrirá y cerrará los días de lluvia. La previsión es que aportará al club unos 150 millones de euros extra por temporada, una cifra que unida a lo que el antiguo ya aportaba superará los 300 millones de euros por curso. La frase de un estadio para 300 días al año no es una fantasía ni una quimera, sino el resultado de un estadio pormenorizado a la hora de realizar su diseño funcional.
El Real Madrid alcanzó los 175 millones de euros en ingresos entre socios, abonados, entradas, palcos vip y explotación de los negocios que hay alrededor en el curso 18-19, una cifra espectacular pero que cada año aumentaba menos. El negocio estaba, en cierta medida, estancado y con el nuevo Bernabéu volverá a estar a otro nivel.
El nuevo área comercial multiplicará los ingresos que daba la antigua esquina del Bernabéu y la tienda oficial. La idea es que sean dos las tiendas que tenga el nuevo estadio, que contará también con otros comercios y un espacio para los e-sports que será toda una novedad y que permitirá al Madrid ingresar millones gracias a esta modalidad de explotación en la que ya trabaja la empresa americana Legends, encargada de explotar los estadios de los principales equipos de fútbol americano, como los Dallas Cowboys. Además, el nuevo museo, mucho más interactivo, también elevará los ingresos. La creación de una terraza en la azotea del estadio será una de las atracciones del nuevo Bernabéu y estará abierta los 365 días del año. Será todo un reclamo para los turistas y una manera de subir el caché de las zonas vip y hospitality en los los días de partido.
La posibilidad de esconder el césped y convertir el estadio de fútbol en el mejor escenario para un concierto o cualquier otra actividad en la Comunidad de Madrid también convertirá al Bernabéu en una referencia más allá del fútbol. Si el estadio ya es uno de los iconos de la ciudad, ahora lo será aún más.
En el Madrid, por tanto, al tiempo en el que se aprietan el cinturón por la grave crisis que azota hoy al mundo y de la que no se ha librado el fútbol, respiran aliviados viendo cómo el nuevo Bernabéu estará listo en el mejor momento posible, justo para acudir al rescate de un club que partirá con mucha ventaja respecto al resto cuando finalice las obras del estadio.
LA EVOLUCIÓN DE LAS OBRAS
Las obras, tras el acelerón que se ha podido dar desde marzo hasta ahora, se encuentran ahora mismo en los plazos previstos. La cubierta ya se ha retirado al cien por cien y se trabaja ya en la colocación de las cerchas sobre las que se apoyará el nuevo techo retráctil. En el lado oeste, el que da al Paseo de la Castellana, la estructura de las nuevas torres ya está finalizada y se trabaja en las rampas. En el lado de Padre Damián, la T4 está a punto de desmontarse y se sigue trabajando en el nuevo túnel logístico, que permitirá la entrada de camiones y servicios y su circulación por debajo del estadio. También se trabaja en este lado este en terminar de desmontar la cubierta que se creó en 2003. Ya sólo queda la gran viga que iba de lado a lado.
En el interior del mismo estadio se sigue trabajando a toda velocidad, ya sin las gradas más bajas y la tribuna, que han sido demolidas para los trabajos de las galerías interiores. La idea es hacer nuevas todas las gradas y los asientos para que sean un poco más amplios y mejorar también todos los accesos. Las nuevas torres, por ejemplo, permitirán llenar y vaciar el estadio al doble de velocidad de lo que se hacía ahora mismo.
