El divorcio entre el Real Madrid y Cristiano les sale muy caro
En julio de 2018, el portugués y el club blanco separaban sus caminos. Este siete de agosto, ambos quedaron eliminados a la misma hora y en la misma ronda.
Tomás Roncero
Alberto P. Sierra
As
Hace dos tristes veranos, el Real Madrid y Cristiano decidieron separar sus caminos. Las serias diferencias entre el crack portugués y el presidente del club (multa de Hacienda, petición de mejora de contrato, distanciamiento personal, etc.) hicieron inviable una solución amistosa que hubiese permitido que siguiesen juntos. Si en ese momento ambas partes hubiesen tenido una bola de cristal para visionar cómo les iba ir a los dos en la Champions, seguro que habrían rectificado y llegado a una entente cordial que hubiese seguido dando beneficios tanto al club como al propio jugador portugués.
Desde la temporada 2010-11 a la 2017-18, la última de Cristiano en el Bernabéu, ambas partes acumularon cuatro Champions (2014, 2016, 2017 y 2018), así como cuatro semifinales (2011, 2012, 2013 y 2015). De semis no bajaban los blancos...
Sin embargo, los dos últimos cursos han supuesto un fracaso ‘europeo’ para el Madrid y para Cristiano, a partes iguales. El equipo entrenado por Solari cayó en octavos, ante el Ajax, la temporada pasada (1-4 en el Bernabéu), mientras que en esta el talismán europeo de Zidane no pudo evitar caer en la misma y prematura ronda (esta vez ante el City de Guardiola).
El Madrid no caía dos veces seguidas en octavos desde 2010 para atrás. A Pellegrini le echó el Olympique de Lyon, a Schuster el Roma, a Capello el Bayern Múnich, a López Caro el Arsenal... Cuando Florentino fichó a Mourinho dijo que era para acabar con esa sangría de no pasar de octavos en Champions. Eso sí, el técnico de Setúbal sólo arregló el agujero en parte. Elevó al equipo a semifinales, pero durante tres cursos seguidos no logró meter al Madrid en la final. Ahora se daría el madridismo con un canto en los dientes si al menos el equipo hubiese remado hasta la penúltima ronda.
A Cristiano no le ha ido mucho mejor en Europa desde que firmó los papeles de divorcio con el que, sin duda, ha sido el gran club de su espectacular carrera profesional. En el Madrid ganó cuatro títulos y fue seis veces máximo goleador de la competición, dejando el récord histórico en 17 goles en una sola edición (2013-14). Además, añadió cuatro Balones de Oro conquistados durante su etapa de blanco.
Un logro muy alejado ahora para Cristiano, que en sus dos años en la Juventus ha visto como quedaba apeado de la Champions en cuartos (la temporada pasada ante el Ajax), y en octavos (en esta edición, consumándose el pasado viernes ante el Olympique pese al doblete del portugués, que no fue suficiente para remontar el 1-0 de la ida en Lyon).
La conclusión es sencilla: tanto Real Madrid como Cristiano se han debilitado desde el momento en el que decidieron viajar en solitario. Europa es lo que te da prestigio, como club y como jugador. Y ambos han pasado de sacar notas altísimas durante ocho maravillosos años (2010-18) a acumular dos suspensos seguidos. Maldita la hora...
Desde que se marchó, Cristiano Ronaldo no se encuentra a si mismo en Europa. En su primera campaña, apenas un gol en fase de grupos y una segunda mitad de la competición donde consiguió una remontada con hat-trick para la historia ante el Atlético (2-0 en el Metropolitano, 3-0 en Turín). Luego, ante el Ajax, un conato fallido de acabar la eliminatoria que acabó ganando De Ligt, ahora su compañero en la zaga.
Esta temporada, más de lo mismo. Él marcó todos los goles en eliminatorias pero no fueron capaces de superar al Olympique de Lyon. Después de quedar prendado en semifinales del conjunto italiano (aquella ovación a su tan ansiado gol de chilena le tocó), ahora no es capaz de alcanzar la final y siquiera, llegar a las puertas.
Además, su gol se resiente. El que fuera máximo goleador del torneo durante su etapa en Madrid siempre superó los cinco goles en Europa llegando hasta el récord absoluto de 17 goles en una edición en la temporada 13/14, cuando logró la Décima con los blancos. Hasta en siete ocasiones llegó a dobles dígitos y en cinco de ellas superando la decena de tantos: los 17 ya citados, 16 en la 15/16, doce en la 16/17 y 15 en la 17/18.
En sus dos temporadas en la Juve, aunque algunos han sido tantos importantes, suma apenas una decena y lo más importante, cero títulos continentales. Una vieja losa que la Juventus carga y que Cristiano aún no ha sido capaz de quitarles.
El Madrid, tampoco
El abordaje de Mánchester hubiese sido distinto con Cristiano Ronaldo en el equipo. Cuando el portugués vestía de blanco, era experto en sentenciar a doble partido ya fuera en la ida, como aquella eliminatoria que llegó casi decidida al Calderón contra el Atlético, o en la vuelta, cuando guió con sus tantos la remontada ante el Wolfsburgo.
El Real Madrid ha sufrido sin el portugués en Europa. La temporada pasada, el Ajax sufrió en casa pero se impuso con una contundencia pasmosa en el Santiago Bernabéu. Esta, fue el Manchester City, al que Cristiano le tomó la medida con cinco goles en 12 partidos en su carrera, el que triunfó además en ambas plazas. Ganó en el Bernabéu y ganó en el Etihad. El Real Madrid fue capaz de meter apenas dos goles (Isco y Benzema), los mismos que anotó Cristiano en su eliminatoria. El balance es el mismo: cero títulos del Real Madrid sin el 7 a nivel continental. Aunque el ansia no es igual que en Turín, la exigencia blanca en su torneo siempre es máxima.
La liga es el refugio
El fin de una dinastía en Europa ha llevado a ambos, Real Madrid y Cristiano, a encontrar un refugio en LaLiga. Cuando estaban juntos, apenas triunfaron dos veces siendo el Barça en su mayoría y el Atleti en una ocasión, quienes les privaron de más títulos domésticos.
Acabado este reinado continental, Cristiano ya suma tantos 'scudetti' como trofeos de LaLiga gracias a una Juventus que ejerce una tiranía en el Calcio que, por otra parte, empieza a mostrar sus costuras. Nueve títulos seguidos aunque con el Inter y la Lazio más cerca que en años anteriores tratando de derrocar el imperio como ya intentó el Nápoles de Sarri, que al igual que Higuaín, se dejaron conquistar por 'el lado oscuro'.
El de la salida de Cristiano fue un año nefasto para los blancos, que no daban con la tecla sin él. Ni con Lopetegui, ni con Solari, ni con Zidane que recogió un paciente en la UCI y lo cuidó hasta el tramo final de campaña. Ahora, el francés tiene un equipo recuperado que ha ajustado el modelo. Antes, Cristiano condicionaba el entorno. Ahora, todo debe funcionar en bloque con un ataque confiado en buena parte a Karim Benzema, que afinó el colmillo como cazador después de años de escudero del luso. Así, se hizo con esta extraña Liga tan condicionada. Pero se han dado cuenta, a base de golpes, de que Europa solo la pudieron conquistar juntos.
Tomás Roncero
Alberto P. Sierra
As
Hace dos tristes veranos, el Real Madrid y Cristiano decidieron separar sus caminos. Las serias diferencias entre el crack portugués y el presidente del club (multa de Hacienda, petición de mejora de contrato, distanciamiento personal, etc.) hicieron inviable una solución amistosa que hubiese permitido que siguiesen juntos. Si en ese momento ambas partes hubiesen tenido una bola de cristal para visionar cómo les iba ir a los dos en la Champions, seguro que habrían rectificado y llegado a una entente cordial que hubiese seguido dando beneficios tanto al club como al propio jugador portugués.
Desde la temporada 2010-11 a la 2017-18, la última de Cristiano en el Bernabéu, ambas partes acumularon cuatro Champions (2014, 2016, 2017 y 2018), así como cuatro semifinales (2011, 2012, 2013 y 2015). De semis no bajaban los blancos...
Sin embargo, los dos últimos cursos han supuesto un fracaso ‘europeo’ para el Madrid y para Cristiano, a partes iguales. El equipo entrenado por Solari cayó en octavos, ante el Ajax, la temporada pasada (1-4 en el Bernabéu), mientras que en esta el talismán europeo de Zidane no pudo evitar caer en la misma y prematura ronda (esta vez ante el City de Guardiola).
El Madrid no caía dos veces seguidas en octavos desde 2010 para atrás. A Pellegrini le echó el Olympique de Lyon, a Schuster el Roma, a Capello el Bayern Múnich, a López Caro el Arsenal... Cuando Florentino fichó a Mourinho dijo que era para acabar con esa sangría de no pasar de octavos en Champions. Eso sí, el técnico de Setúbal sólo arregló el agujero en parte. Elevó al equipo a semifinales, pero durante tres cursos seguidos no logró meter al Madrid en la final. Ahora se daría el madridismo con un canto en los dientes si al menos el equipo hubiese remado hasta la penúltima ronda.
A Cristiano no le ha ido mucho mejor en Europa desde que firmó los papeles de divorcio con el que, sin duda, ha sido el gran club de su espectacular carrera profesional. En el Madrid ganó cuatro títulos y fue seis veces máximo goleador de la competición, dejando el récord histórico en 17 goles en una sola edición (2013-14). Además, añadió cuatro Balones de Oro conquistados durante su etapa de blanco.
Un logro muy alejado ahora para Cristiano, que en sus dos años en la Juventus ha visto como quedaba apeado de la Champions en cuartos (la temporada pasada ante el Ajax), y en octavos (en esta edición, consumándose el pasado viernes ante el Olympique pese al doblete del portugués, que no fue suficiente para remontar el 1-0 de la ida en Lyon).
La conclusión es sencilla: tanto Real Madrid como Cristiano se han debilitado desde el momento en el que decidieron viajar en solitario. Europa es lo que te da prestigio, como club y como jugador. Y ambos han pasado de sacar notas altísimas durante ocho maravillosos años (2010-18) a acumular dos suspensos seguidos. Maldita la hora...
Desde que se marchó, Cristiano Ronaldo no se encuentra a si mismo en Europa. En su primera campaña, apenas un gol en fase de grupos y una segunda mitad de la competición donde consiguió una remontada con hat-trick para la historia ante el Atlético (2-0 en el Metropolitano, 3-0 en Turín). Luego, ante el Ajax, un conato fallido de acabar la eliminatoria que acabó ganando De Ligt, ahora su compañero en la zaga.
Esta temporada, más de lo mismo. Él marcó todos los goles en eliminatorias pero no fueron capaces de superar al Olympique de Lyon. Después de quedar prendado en semifinales del conjunto italiano (aquella ovación a su tan ansiado gol de chilena le tocó), ahora no es capaz de alcanzar la final y siquiera, llegar a las puertas.
Además, su gol se resiente. El que fuera máximo goleador del torneo durante su etapa en Madrid siempre superó los cinco goles en Europa llegando hasta el récord absoluto de 17 goles en una edición en la temporada 13/14, cuando logró la Décima con los blancos. Hasta en siete ocasiones llegó a dobles dígitos y en cinco de ellas superando la decena de tantos: los 17 ya citados, 16 en la 15/16, doce en la 16/17 y 15 en la 17/18.
En sus dos temporadas en la Juve, aunque algunos han sido tantos importantes, suma apenas una decena y lo más importante, cero títulos continentales. Una vieja losa que la Juventus carga y que Cristiano aún no ha sido capaz de quitarles.
El Madrid, tampoco
El abordaje de Mánchester hubiese sido distinto con Cristiano Ronaldo en el equipo. Cuando el portugués vestía de blanco, era experto en sentenciar a doble partido ya fuera en la ida, como aquella eliminatoria que llegó casi decidida al Calderón contra el Atlético, o en la vuelta, cuando guió con sus tantos la remontada ante el Wolfsburgo.
El Real Madrid ha sufrido sin el portugués en Europa. La temporada pasada, el Ajax sufrió en casa pero se impuso con una contundencia pasmosa en el Santiago Bernabéu. Esta, fue el Manchester City, al que Cristiano le tomó la medida con cinco goles en 12 partidos en su carrera, el que triunfó además en ambas plazas. Ganó en el Bernabéu y ganó en el Etihad. El Real Madrid fue capaz de meter apenas dos goles (Isco y Benzema), los mismos que anotó Cristiano en su eliminatoria. El balance es el mismo: cero títulos del Real Madrid sin el 7 a nivel continental. Aunque el ansia no es igual que en Turín, la exigencia blanca en su torneo siempre es máxima.
La liga es el refugio
El fin de una dinastía en Europa ha llevado a ambos, Real Madrid y Cristiano, a encontrar un refugio en LaLiga. Cuando estaban juntos, apenas triunfaron dos veces siendo el Barça en su mayoría y el Atleti en una ocasión, quienes les privaron de más títulos domésticos.
Acabado este reinado continental, Cristiano ya suma tantos 'scudetti' como trofeos de LaLiga gracias a una Juventus que ejerce una tiranía en el Calcio que, por otra parte, empieza a mostrar sus costuras. Nueve títulos seguidos aunque con el Inter y la Lazio más cerca que en años anteriores tratando de derrocar el imperio como ya intentó el Nápoles de Sarri, que al igual que Higuaín, se dejaron conquistar por 'el lado oscuro'.
El de la salida de Cristiano fue un año nefasto para los blancos, que no daban con la tecla sin él. Ni con Lopetegui, ni con Solari, ni con Zidane que recogió un paciente en la UCI y lo cuidó hasta el tramo final de campaña. Ahora, el francés tiene un equipo recuperado que ha ajustado el modelo. Antes, Cristiano condicionaba el entorno. Ahora, todo debe funcionar en bloque con un ataque confiado en buena parte a Karim Benzema, que afinó el colmillo como cazador después de años de escudero del luso. Así, se hizo con esta extraña Liga tan condicionada. Pero se han dado cuenta, a base de golpes, de que Europa solo la pudieron conquistar juntos.