El Barça ya sabía en julio que Messi se iba del Camp Nou
FC Barcelona El burofax del martes solo le da carácter oficial
Marca
El futuro de Leo Messi eclipsa toda la actualidad deportiva informativa. El envío, el pasado martes, del burofax de los abogados del atacante argentino al club supuso una bomba informativa y emocional para mucha gente que no esperaba que el capitán dejara el Camp Nou este verano. Ha pillado por sorpresa a miles de personas. Pero lo cierto es que el Barcelona ya sabía, al menos desde julio, que su crack iba a dejar la disciplina culé.
El burofax dejó boquiabiertos a los seguidores azulgranas, pero no a la cúpula de la entidad catalana. Messi y sus agentes ya habían trasladado semanas antes, por lo menos un mes y medio antes, que el argentino no iba a seguir en el Barça y que ésta era su última temporada. Les había dicho que no ampliaba su contrato. Su exitosa trayectoria como azulgrana había tocado a su fin. Los responsables culés lo sabían porque, además, el mensaje fue trasladado en más de una ocasión.
Pero todos los contactos habían sido oficiosos y la salida del capitán requería de un documento oficial y legal, y de ahí que sus abogados enviaran el burofax el pasado martes. En el Barça sostienen, no obstante, que Messi, quien incluso públicamente últimamente había mostrado sus dudas, no se puede ir. Insisten en que tiene contrato en vigor porque no anunció su marcha antes del 10 de junio.
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Messi ya lo venía avisando: los mensajes del argentino sobre su futuro
Sin respuesta del Barça
Los abogados de Messi trasladaron ayer a la institución culé que el argentino quiere abandonar la entidad de forma amistosa y que es partidario de cerrar la etapa bien. No quiere salir por la puerta de atrás y por este motivo ayer sus representantes legales solicitaron a la Directiva una reunión. Más de 24 horas después, el argentino no ha tenido respuesta, aunque el club ya ha dejado claro que solo se sentará con él para hablar de su renovación, nunca para tratar su venta. Mantienen que quien le quiera debe pagar los 700 millones de su cláusula.
La gran duda ahora reside en saber si mañana domingo acudirá a someterse las pruebas PCR en la Ciudad Deportiva. En el club no lo tienen claro. La otra gran incógnita es saber hacia dónde dirigirá su destino. Todo apunta a que será al City de Guardiola.
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El futuro de Leo Messi eclipsa toda la actualidad deportiva informativa. El envío, el pasado martes, del burofax de los abogados del atacante argentino al club supuso una bomba informativa y emocional para mucha gente que no esperaba que el capitán dejara el Camp Nou este verano. Ha pillado por sorpresa a miles de personas. Pero lo cierto es que el Barcelona ya sabía, al menos desde julio, que su crack iba a dejar la disciplina culé.
El burofax dejó boquiabiertos a los seguidores azulgranas, pero no a la cúpula de la entidad catalana. Messi y sus agentes ya habían trasladado semanas antes, por lo menos un mes y medio antes, que el argentino no iba a seguir en el Barça y que ésta era su última temporada. Les había dicho que no ampliaba su contrato. Su exitosa trayectoria como azulgrana había tocado a su fin. Los responsables culés lo sabían porque, además, el mensaje fue trasladado en más de una ocasión.
Pero todos los contactos habían sido oficiosos y la salida del capitán requería de un documento oficial y legal, y de ahí que sus abogados enviaran el burofax el pasado martes. En el Barça sostienen, no obstante, que Messi, quien incluso públicamente últimamente había mostrado sus dudas, no se puede ir. Insisten en que tiene contrato en vigor porque no anunció su marcha antes del 10 de junio.
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Sin respuesta del Barça
Los abogados de Messi trasladaron ayer a la institución culé que el argentino quiere abandonar la entidad de forma amistosa y que es partidario de cerrar la etapa bien. No quiere salir por la puerta de atrás y por este motivo ayer sus representantes legales solicitaron a la Directiva una reunión. Más de 24 horas después, el argentino no ha tenido respuesta, aunque el club ya ha dejado claro que solo se sentará con él para hablar de su renovación, nunca para tratar su venta. Mantienen que quien le quiera debe pagar los 700 millones de su cláusula.
La gran duda ahora reside en saber si mañana domingo acudirá a someterse las pruebas PCR en la Ciudad Deportiva. En el club no lo tienen claro. La otra gran incógnita es saber hacia dónde dirigirá su destino. Todo apunta a que será al City de Guardiola.