El aprendiz Nagelsmann reta al maestro Tuchel
Ambos tuvieron que colgar las botas de manera prematura debido a sus respectivas lesiones. Doce años después, se vuelven a ver las caras.
José Carlos Menzel
As
La semifinal de Champions entre PSG y RB Leipzig también es un duelo entre maestro y aprendiz. Thomas Tuchel y Julian Nagelsmann no son dos desconocidos. Ambos comenzaron su andadura en los banquillos de la mano y, ante todo, debido a una lesión en el cartílago que obligó al actual técnico del Leipzig a poner punto y final a su carrera como futbolista. Era el año 2008 y Nagelsmann militaba en el filial del Augsburgo cuando su rodilla le impidió dar el salto al primer equipo. Eso sí, el entonces entrenador de los amateurs del FCA ya se había fijado en la capacidad analítica de Nagelsmann y le sacó jugo. Era Tuchel.
Tuchel le mandó analizar al siguiente rival de su equipo, en aquel entonces el Gersthofen de sexta división, y Nagelsmann se lo tomó muy en serio. "Para mí fue realmente emocionante. Hasta esa fecha no le había dado vueltas a la cabeza sobre cómo piensa un entrenador. Tras analizar a algún que otro rival, Thomas me dijo que me convirtiera en entrenador. Pensaba que tenía talento por mi manera de hablar y pensar", explica Nagelsmann en la biografía de Tuchel. El propio Julian no se "había dado cuenta" de su virtud, pero se alegró de que "Thomas lo viera de esa manera", añadió el técnico de 33 años, el más joven en alcanzar unas semifinales de la Champions.
Doce años después, Tuchel y Nagelsmann se verán las caras en el mayor escenario del fútbol. La trayectoria de ambos en los banquillos, sin embargo, comenzó en las inferiores y con numerosas paralelas. Ambos tuvieron que colgar las botas de manera prematura debido a sus respectivas lesiones (al igual que en el caso de Nagelsmann, el talón de Aquiles de Tuchel estaba en el cartílago). Ambos crecieron en Baviera y a tan solo 53 kilómetros de distancia, se licenciaron en la universidad y se proclamaron campeones entrenando una Sub19 (Tuchel en Mainz, Nagelsmann en Hoffenheim) al primer año. Y ambos son la cara de la nueva generación alemana en los banquillos.
Pero la relación está agrietada. "Ha pasado bastante tiempo desde entonces", dice Nagelsmann sobre sus inicios como analista de Tuchel en Augsburgo. "Desde que está en París, la relación es normal. Nunca tuvimos una relación extremadamente profunda". Mucho se debe a la manera de ser de los dos. Mientras Tuchel siempre se presentó como un ser más hermético e introvertido en sus etapas en Mainz, Dortmund y París, Nagelsmann se siente cómodo bajo el foco mediático y destaca por su desparpajo y su espontaneidad ante las cámaras que le han convertido en una especie de nuevo Jürgen Klopp en Alemania.
El martes volverán a cruzarse sus caminos. Mientras Tuchel siente la presión del jeque en París por alzar un título al mando de un equipo de estrellas como Neymar o Mbappé, Nagelsmann parte con la ventaja de ser la revelación del torneo junto al Lyon y no sentir ningún tipo de obligación por llegar a la final. Y lo sabe. Las siguientes frases con las que fue citado en la biografía de Tuchel son de lo más curioso dadas las circunstancias: "Thomas tiene un gen ganador extremo y es preso de la presión. En citas europeas, uno entra en el túnel y puede cometer errores", dice Nagelsmann. Ese aprendiz que creció de la mano de Tuchel pero que, ahora, solo piensa en cómo vencer a su maestro.
José Carlos Menzel
As
La semifinal de Champions entre PSG y RB Leipzig también es un duelo entre maestro y aprendiz. Thomas Tuchel y Julian Nagelsmann no son dos desconocidos. Ambos comenzaron su andadura en los banquillos de la mano y, ante todo, debido a una lesión en el cartílago que obligó al actual técnico del Leipzig a poner punto y final a su carrera como futbolista. Era el año 2008 y Nagelsmann militaba en el filial del Augsburgo cuando su rodilla le impidió dar el salto al primer equipo. Eso sí, el entonces entrenador de los amateurs del FCA ya se había fijado en la capacidad analítica de Nagelsmann y le sacó jugo. Era Tuchel.
Tuchel le mandó analizar al siguiente rival de su equipo, en aquel entonces el Gersthofen de sexta división, y Nagelsmann se lo tomó muy en serio. "Para mí fue realmente emocionante. Hasta esa fecha no le había dado vueltas a la cabeza sobre cómo piensa un entrenador. Tras analizar a algún que otro rival, Thomas me dijo que me convirtiera en entrenador. Pensaba que tenía talento por mi manera de hablar y pensar", explica Nagelsmann en la biografía de Tuchel. El propio Julian no se "había dado cuenta" de su virtud, pero se alegró de que "Thomas lo viera de esa manera", añadió el técnico de 33 años, el más joven en alcanzar unas semifinales de la Champions.
Doce años después, Tuchel y Nagelsmann se verán las caras en el mayor escenario del fútbol. La trayectoria de ambos en los banquillos, sin embargo, comenzó en las inferiores y con numerosas paralelas. Ambos tuvieron que colgar las botas de manera prematura debido a sus respectivas lesiones (al igual que en el caso de Nagelsmann, el talón de Aquiles de Tuchel estaba en el cartílago). Ambos crecieron en Baviera y a tan solo 53 kilómetros de distancia, se licenciaron en la universidad y se proclamaron campeones entrenando una Sub19 (Tuchel en Mainz, Nagelsmann en Hoffenheim) al primer año. Y ambos son la cara de la nueva generación alemana en los banquillos.
Pero la relación está agrietada. "Ha pasado bastante tiempo desde entonces", dice Nagelsmann sobre sus inicios como analista de Tuchel en Augsburgo. "Desde que está en París, la relación es normal. Nunca tuvimos una relación extremadamente profunda". Mucho se debe a la manera de ser de los dos. Mientras Tuchel siempre se presentó como un ser más hermético e introvertido en sus etapas en Mainz, Dortmund y París, Nagelsmann se siente cómodo bajo el foco mediático y destaca por su desparpajo y su espontaneidad ante las cámaras que le han convertido en una especie de nuevo Jürgen Klopp en Alemania.
El martes volverán a cruzarse sus caminos. Mientras Tuchel siente la presión del jeque en París por alzar un título al mando de un equipo de estrellas como Neymar o Mbappé, Nagelsmann parte con la ventaja de ser la revelación del torneo junto al Lyon y no sentir ningún tipo de obligación por llegar a la final. Y lo sabe. Las siguientes frases con las que fue citado en la biografía de Tuchel son de lo más curioso dadas las circunstancias: "Thomas tiene un gen ganador extremo y es preso de la presión. En citas europeas, uno entra en el túnel y puede cometer errores", dice Nagelsmann. Ese aprendiz que creció de la mano de Tuchel pero que, ahora, solo piensa en cómo vencer a su maestro.