Desastre juventino: el Lyon resiste a Cristiano y se mete en cuartos
Otra maravillosa actuación de Cristiano, autor de un doblete, no fue suficiente para salvar a Sarri. Un penalti de Depay manda a los franceses a Portugal.
Mirko Calemme
As
El Lyon salvó una temporada que hasta ahora fue nefasta conquistando el pase a los cuartos de final de Champions, cayendo 2-1 en Turín (tras el 1-0 de la ida) ante una Juventus que volvió a mostar todos sus límites. El banquillo de Sarri, más cuestionado que nunca, dependía de los resultados en la Copa de Europa: ahora hablar de su destitución será inevitable. Garcia eligió un muy prudente 3-5-2, cerrando las líneas de pase y esperando el momento adecuado para hacer daño. El plan, al principio, funcionó genial. Aouar protagonizó la primera ocasión con un remate desviado fuera por Szczesny, y poco después, forzó un penalti dudoso penetrando en el área por un posible contacto con Bernardeschi. Desde los once metros se presentó Depay, que mostró toda su seguridad abriendo la lata con una vaselina.
Era el minuto 12 y la Juventus, de repente, se encontró en la misma situación que vivió hace un año con el Atleti. Necesitaba tres goles, y en estos casos si tienes a Cristiano en tu once solo te queda una opción: rezar para que te arregle el asunto. Los turineses empezaron a apretar con una gran jugada de Bernardeschi y con una serie de faltas. En una de esas, lanzada por Pjanic, el balón golpeó a la barrera y al brazo de Depay, pegado al cuerpo. Fue otra pena máxima muy dudosa, pero Felix Zwayer la volvió a conceder con la ayuda del VAR. Obviamente, Cristiano se encargó del lanzamiento y no falló. En la segunda mitad el luso se sacó de la chistera otra de sus magias, un latigazo zurdo desde fuera del área que le dobló las manos a Lopes.
Con media hora por delante y a un gol de los cuartos de final, la Vecchia Signora sintió la remontada muy cerca y Sarri decidió arriesgar a Dybala para el arreón final. La jugada le salió fatal: el argentino duró 13 minutos en el campo, el tiempo que tardó su molestia en el muslo en volver a pararle. Tras esa mala señal los bianconeri no volvieron a levantarse: tuvieron hasta el 96’ para lograr el tanto que salvaría su curso, pero no hubo manera. A Lisboa, increíblemente, se va el Lyon.
As
El Lyon salvó una temporada que hasta ahora fue nefasta conquistando el pase a los cuartos de final de Champions, cayendo 2-1 en Turín (tras el 1-0 de la ida) ante una Juventus que volvió a mostar todos sus límites. El banquillo de Sarri, más cuestionado que nunca, dependía de los resultados en la Copa de Europa: ahora hablar de su destitución será inevitable. Garcia eligió un muy prudente 3-5-2, cerrando las líneas de pase y esperando el momento adecuado para hacer daño. El plan, al principio, funcionó genial. Aouar protagonizó la primera ocasión con un remate desviado fuera por Szczesny, y poco después, forzó un penalti dudoso penetrando en el área por un posible contacto con Bernardeschi. Desde los once metros se presentó Depay, que mostró toda su seguridad abriendo la lata con una vaselina.
Era el minuto 12 y la Juventus, de repente, se encontró en la misma situación que vivió hace un año con el Atleti. Necesitaba tres goles, y en estos casos si tienes a Cristiano en tu once solo te queda una opción: rezar para que te arregle el asunto. Los turineses empezaron a apretar con una gran jugada de Bernardeschi y con una serie de faltas. En una de esas, lanzada por Pjanic, el balón golpeó a la barrera y al brazo de Depay, pegado al cuerpo. Fue otra pena máxima muy dudosa, pero Felix Zwayer la volvió a conceder con la ayuda del VAR. Obviamente, Cristiano se encargó del lanzamiento y no falló. En la segunda mitad el luso se sacó de la chistera otra de sus magias, un latigazo zurdo desde fuera del área que le dobló las manos a Lopes.
Con media hora por delante y a un gol de los cuartos de final, la Vecchia Signora sintió la remontada muy cerca y Sarri decidió arriesgar a Dybala para el arreón final. La jugada le salió fatal: el argentino duró 13 minutos en el campo, el tiempo que tardó su molestia en el muslo en volver a pararle. Tras esa mala señal los bianconeri no volvieron a levantarse: tuvieron hasta el 96’ para lograr el tanto que salvaría su curso, pero no hubo manera. A Lisboa, increíblemente, se va el Lyon.
