Cuba sorprende al mundo y desarrolla su propia vacuna
El país caribeño, uno de los más reconocidos en materia de medicina y salud, aseguró que está llevando a cabo su propia investigación para una vacuna contra el coronavirus.
As.com
La medicina cubana vuelve a sorprender al mundo. Después de que 38 médicos y enfermeros cubanos ayudasen a Italia en los momentos más díficiles de la pandemia en los meses de marzo y abril, ahora el país caribeño, uno de los más reconocidos a nivel mundial en materia de medicina y salud, ha anuncido que también está trabajando en la creación de una vacuna contra el coronavirus.
A través de las investigaciones que está llevando a cabo el Instituto Finlay, varios medios cubanos aseguran que se está trabajando en cuatro posibles vacunas contra el virus, y que una de ellas ya está en una fase avanzada de ensayos. "Nuestro país está trabajando con candidatas a vacuna", aseguró Francisco Durán, jefe de Epidemiología de Cuba. El país ha contabilizado 3.128 contagios y 88 fallecidos por el coronavirus además de haber hecho 300.000 test a su población de 11 millones de habitantes.
Este hecho vuelve a poner de relieve la capacidad de Cuba para hacer frente a problemas sanitarios. "Cuba produce casi el 80% de las vacunas que se emplean en el país. En el Instituto Finlay tienen un gran área de innovación tecnológica. No me sorprendería que Cuba sacase adelante una vacuna", manifestaba José Moya, director de la Organización Panamericana de Salud en Cuba en declaraciones a Associated Press.
Cuba, referente en medicina
En el caso de producir con éxito una vacuna contra el coronavirus, éste sería un nuevo hito en la sanidad cubana, que ya ha desarrollado tratamientos contra el cáncer (como CimaVax), contra úlceras en el pie diabético y ante tumores en cabeza y cuello en fase avanzada.
Interés en la vacuna rusa
Francisco Durán también confirmó las negociaciones que se están llevando a cabo entre Cuba y Rusia para que en el país caribeño también se pueda realizar la fabricación de la vacuna Sputnik V, que Rusia presentó el pasado martes pese a que la comunidad científica asegura que no ha cumplido todos los requisitos necesarios para producirla a escala masiva.
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La medicina cubana vuelve a sorprender al mundo. Después de que 38 médicos y enfermeros cubanos ayudasen a Italia en los momentos más díficiles de la pandemia en los meses de marzo y abril, ahora el país caribeño, uno de los más reconocidos a nivel mundial en materia de medicina y salud, ha anuncido que también está trabajando en la creación de una vacuna contra el coronavirus.
A través de las investigaciones que está llevando a cabo el Instituto Finlay, varios medios cubanos aseguran que se está trabajando en cuatro posibles vacunas contra el virus, y que una de ellas ya está en una fase avanzada de ensayos. "Nuestro país está trabajando con candidatas a vacuna", aseguró Francisco Durán, jefe de Epidemiología de Cuba. El país ha contabilizado 3.128 contagios y 88 fallecidos por el coronavirus además de haber hecho 300.000 test a su población de 11 millones de habitantes.
Este hecho vuelve a poner de relieve la capacidad de Cuba para hacer frente a problemas sanitarios. "Cuba produce casi el 80% de las vacunas que se emplean en el país. En el Instituto Finlay tienen un gran área de innovación tecnológica. No me sorprendería que Cuba sacase adelante una vacuna", manifestaba José Moya, director de la Organización Panamericana de Salud en Cuba en declaraciones a Associated Press.
Cuba, referente en medicina
En el caso de producir con éxito una vacuna contra el coronavirus, éste sería un nuevo hito en la sanidad cubana, que ya ha desarrollado tratamientos contra el cáncer (como CimaVax), contra úlceras en el pie diabético y ante tumores en cabeza y cuello en fase avanzada.
Interés en la vacuna rusa
Francisco Durán también confirmó las negociaciones que se están llevando a cabo entre Cuba y Rusia para que en el país caribeño también se pueda realizar la fabricación de la vacuna Sputnik V, que Rusia presentó el pasado martes pese a que la comunidad científica asegura que no ha cumplido todos los requisitos necesarios para producirla a escala masiva.