¿Cómo le fue a River en los 18 años sin salir campeón?
La racha negra del Millonario tuvo 11 subcampeonatos, arbitrajes escandalosos y episodios increíbles que le negaron el título varias veces. Recordá los más llamativos.
Olé
Este viernes se cumplen 45 años del Metropolitano 1975, el título con el que River logró romper la racha más negra de su historia: los 18 años sin poder salir campeón. A lo largo de esa etapa, que se extendió entre 1958-1974, el Millonario tuvo grandes planteles y llegó a acariciar el torneo varias veces, pero por distintos motivos -incluyendo algunos arbitrajes escandalosos- siempre se quedó a las puertas.
River había dominado ampliamente la década del 50 en el fútbol argentino, con cinco títulos en seis torneos. De hecho, en 1957, último torneo ganado antes de la malaria, venía de concretar su segundo tricampeonato. Sin embargo, producto de un recambio general importante (en 1959 jugaría su último partido Angel Labruna) bajó su rendimiento: fue quinto en los dos años subsiguientes.
A lo largo de los 18 años de sequía, River terminó segundo nada menos que en 11 oportunidades. La primera fue en el campeonato de 1960, que ganó Independiente por dos puntos de ventaja.
Nuevamente estuvo cerca en 1962 y acá la historia empieza a ser dramática. River y Boca llegaron a la definición con los mismos puntos (39) y dirimían mano a mano al campeón, en La Boca. Si empataban iban a un partido desempate.
Boca ganaba 1-0 con gol de Valentim y River tuvo la chance de empatarlo de penal, a diez minutos del final. Fue a patear el brasileño Delem pero atajó Roma, arquero xeneize, quien se adelantó notablemente ante la mirada del árbitro Carlos Nai Foino. "Penal bien pateado es gol", se justificó insólitamente el juez y Boca ganó el torneo por dos puntos.
La historia se repitió en 1965. River y Boca otra vez igualados en la cima de la tabla (45 puntos) en la previa de otro Súper en la Bombonera. Parecía un empate 1-1 clavado, pero sucedió una nueva acción polémica.
Alcides Silveira, de Boca, agredió sin pelota a Juan Lallana, de River, pero a instancias del línea Melidoni, el árbitro Ventre expulsó al jugador del Millonario. Con un hombre más, Boca convirtió el segundo gol sobre el final y el escándalo fue generalizado, con tumultos adentro de la cancha que incluyeron jugadores, hinchas y policía. Otra vez el título quedó postergado.
Doblemente doloroso fue el año 1966. En el plano local, River fue subcampeón de Racing, pero además cayó en la final de la Copa Libertadores, a la que llegaba por primera vez, 4-2 frente a Peñarol de Uruguay. Ya parecía un maleficio.
A fines de los 60 pasó de haber un torneo largo a dos cortos durante la misma temporada. Y para River las desilusiones seguirían. Una de las más resonantes fue en el Nacional 1968. Igualado en puntos con Vélez y Racing, fueron a un triangular desempate, donde otro árbitro pasó a la posteridad por su actuación.
River y Vélez definían la historia en cancha de San Lorenzo. Un triunfo le daba el título pero, con el partido 1-1, Luis Gallo, futbolista del Fortín, se tiró como arquero y tapó con la mano un gol cantado. El único en todo el estadio que "no vio" la grosera acción fue el polémico juez Guillermo Nimo. Fue la primera vuelta olímpica para el equipo de Liniers.
Para River, en tanto, fue el primero de cuatro subcampeonatos seguidos. Ya sin Amadeo Carrizo en el arco, en el Metro 69 llegó a la final y fue goleado 4-1 por Chacarita en cancha de Racing. Cuenta la leyenda que, antes de la definición, los dirigentes de Chacarita se comunicaron con los del Millo y les ofrecieron entregar el partido a cambio de la recaudación. Sin embargo, William Kent, presidente de River por aquel tiempo y todo un caballero, respondió: "Los partidos se ganan en la cancha”. Fue el primer y único título de Chaca en Primera.
En el Nacional de ese año quedó a dos puntos de Boca y en Metropolitano de 1970, otra historia increíble: no fue campeón por diferencia de un gol con Independiente. River y el Rojo llegaron a la última fecha con los mismos puntos. El Millo goleó 6-0 a Unión en el Monumental e Independiente, que visitaba nada menos que a Racing, era campeón si ganaba. En el clásico de Avellaneda, al contrario de lo que había pasado con Roma y Delem en 1962, el árbitro Humberto Dellacasa hizo patear tres veces un penal (en las dos primeras atajó Cejas, arquero de la Academia) y finalmente Tarabini convirtió para el Diablo, que dio la vuelta en el Cilindro por un gol de diferencia con el Millo (43-42).
River volvió a salir segundo en el Nacional 72, detrás de San Lorenzo, y en el Nacional 73, en el que fue campeón Rosario Central. El título se seguía negando, pero asomaba la base que rompería el maleficio: el Beto Alonso, el Pato Fillol en el arco, Mostaza Merlo y Jota Jota López, entre otros.
Después de 18 años y 24 campeonatos entre torneos de Primera, Nacionales y Metropolitanos, de 11 subcampeonatos, los planetas finalmente se alinearon con el regreso de Angel Labruna, ahora como DT y, el 14 de agosto de 1975, River terminó con su racha negra: ese año ganó los dos torneos.
RIVER DURANTE LOS 18 AÑOS SIN TITULOS
Campeonato de Primera 1958: 5°.
Campeonato de Primera 1959: 5°.
Campeonato de Primera 1960: 2°.
Campeonato de Primera 1961: 3°.
Campeonato de Primera 1962: 2°.
Campeonato de Primera 1963: 2°.
Campeonato de Primera 1964: 3°.
Campeonato de Primera 1965: 2°.
Campeonato de Primera 1966: 2°.
Campeonato de Primera 1967: 6° en la Zona B.
Metropolitano 1968: 2° en la Zona B (perdió en semis).
Nacional 1968: 2°.
Metropolitano 1969: 2° Zona B (perdió la final).
Nacional 1969: 2°.
Metropolitano 1970: 2°.
Nacional 1970: 3° en Zona A.
Metropolitano 1971: 6°.
Nacional 1971: 4° Zona A.
Metropolitano 1972: 4°.
Nacional 1972: 2°.
Metropolitano 1973: 5°.
Nacional 1973: 2°.
Metropolitano 1974: 3° Zona A.
Nacional 1974: 5° Zona B.
Este viernes se cumplen 45 años del Metropolitano 1975, el título con el que River logró romper la racha más negra de su historia: los 18 años sin poder salir campeón. A lo largo de esa etapa, que se extendió entre 1958-1974, el Millonario tuvo grandes planteles y llegó a acariciar el torneo varias veces, pero por distintos motivos -incluyendo algunos arbitrajes escandalosos- siempre se quedó a las puertas.
River había dominado ampliamente la década del 50 en el fútbol argentino, con cinco títulos en seis torneos. De hecho, en 1957, último torneo ganado antes de la malaria, venía de concretar su segundo tricampeonato. Sin embargo, producto de un recambio general importante (en 1959 jugaría su último partido Angel Labruna) bajó su rendimiento: fue quinto en los dos años subsiguientes.
A lo largo de los 18 años de sequía, River terminó segundo nada menos que en 11 oportunidades. La primera fue en el campeonato de 1960, que ganó Independiente por dos puntos de ventaja.
Nuevamente estuvo cerca en 1962 y acá la historia empieza a ser dramática. River y Boca llegaron a la definición con los mismos puntos (39) y dirimían mano a mano al campeón, en La Boca. Si empataban iban a un partido desempate.
Boca ganaba 1-0 con gol de Valentim y River tuvo la chance de empatarlo de penal, a diez minutos del final. Fue a patear el brasileño Delem pero atajó Roma, arquero xeneize, quien se adelantó notablemente ante la mirada del árbitro Carlos Nai Foino. "Penal bien pateado es gol", se justificó insólitamente el juez y Boca ganó el torneo por dos puntos.
La historia se repitió en 1965. River y Boca otra vez igualados en la cima de la tabla (45 puntos) en la previa de otro Súper en la Bombonera. Parecía un empate 1-1 clavado, pero sucedió una nueva acción polémica.
Alcides Silveira, de Boca, agredió sin pelota a Juan Lallana, de River, pero a instancias del línea Melidoni, el árbitro Ventre expulsó al jugador del Millonario. Con un hombre más, Boca convirtió el segundo gol sobre el final y el escándalo fue generalizado, con tumultos adentro de la cancha que incluyeron jugadores, hinchas y policía. Otra vez el título quedó postergado.
Doblemente doloroso fue el año 1966. En el plano local, River fue subcampeón de Racing, pero además cayó en la final de la Copa Libertadores, a la que llegaba por primera vez, 4-2 frente a Peñarol de Uruguay. Ya parecía un maleficio.
A fines de los 60 pasó de haber un torneo largo a dos cortos durante la misma temporada. Y para River las desilusiones seguirían. Una de las más resonantes fue en el Nacional 1968. Igualado en puntos con Vélez y Racing, fueron a un triangular desempate, donde otro árbitro pasó a la posteridad por su actuación.
River y Vélez definían la historia en cancha de San Lorenzo. Un triunfo le daba el título pero, con el partido 1-1, Luis Gallo, futbolista del Fortín, se tiró como arquero y tapó con la mano un gol cantado. El único en todo el estadio que "no vio" la grosera acción fue el polémico juez Guillermo Nimo. Fue la primera vuelta olímpica para el equipo de Liniers.
Para River, en tanto, fue el primero de cuatro subcampeonatos seguidos. Ya sin Amadeo Carrizo en el arco, en el Metro 69 llegó a la final y fue goleado 4-1 por Chacarita en cancha de Racing. Cuenta la leyenda que, antes de la definición, los dirigentes de Chacarita se comunicaron con los del Millo y les ofrecieron entregar el partido a cambio de la recaudación. Sin embargo, William Kent, presidente de River por aquel tiempo y todo un caballero, respondió: "Los partidos se ganan en la cancha”. Fue el primer y único título de Chaca en Primera.
En el Nacional de ese año quedó a dos puntos de Boca y en Metropolitano de 1970, otra historia increíble: no fue campeón por diferencia de un gol con Independiente. River y el Rojo llegaron a la última fecha con los mismos puntos. El Millo goleó 6-0 a Unión en el Monumental e Independiente, que visitaba nada menos que a Racing, era campeón si ganaba. En el clásico de Avellaneda, al contrario de lo que había pasado con Roma y Delem en 1962, el árbitro Humberto Dellacasa hizo patear tres veces un penal (en las dos primeras atajó Cejas, arquero de la Academia) y finalmente Tarabini convirtió para el Diablo, que dio la vuelta en el Cilindro por un gol de diferencia con el Millo (43-42).
River volvió a salir segundo en el Nacional 72, detrás de San Lorenzo, y en el Nacional 73, en el que fue campeón Rosario Central. El título se seguía negando, pero asomaba la base que rompería el maleficio: el Beto Alonso, el Pato Fillol en el arco, Mostaza Merlo y Jota Jota López, entre otros.
Después de 18 años y 24 campeonatos entre torneos de Primera, Nacionales y Metropolitanos, de 11 subcampeonatos, los planetas finalmente se alinearon con el regreso de Angel Labruna, ahora como DT y, el 14 de agosto de 1975, River terminó con su racha negra: ese año ganó los dos torneos.
RIVER DURANTE LOS 18 AÑOS SIN TITULOS
Campeonato de Primera 1958: 5°.
Campeonato de Primera 1959: 5°.
Campeonato de Primera 1960: 2°.
Campeonato de Primera 1961: 3°.
Campeonato de Primera 1962: 2°.
Campeonato de Primera 1963: 2°.
Campeonato de Primera 1964: 3°.
Campeonato de Primera 1965: 2°.
Campeonato de Primera 1966: 2°.
Campeonato de Primera 1967: 6° en la Zona B.
Metropolitano 1968: 2° en la Zona B (perdió en semis).
Nacional 1968: 2°.
Metropolitano 1969: 2° Zona B (perdió la final).
Nacional 1969: 2°.
Metropolitano 1970: 2°.
Nacional 1970: 3° en Zona A.
Metropolitano 1971: 6°.
Nacional 1971: 4° Zona A.
Metropolitano 1972: 4°.
Nacional 1972: 2°.
Metropolitano 1973: 5°.
Nacional 1973: 2°.
Metropolitano 1974: 3° Zona A.
Nacional 1974: 5° Zona B.
