Una paz a golpe de reuniones
La plantilla se conjuró tras la derrota contra Osasuna y Messi y Setién se vieron el sábado a lo largo de una hora para priorizar la Champions.
Santi Giménez
As
El Barcelona ha logrado taponar la herida de la pérdida de LaLiga tras la derrota del pasado jueves en el Camp Nou contra Osasuna. El contundente triunfo en Mendizorroza por 0-5 fue el último acto de un proceso de cicatrización que se inició desde el mismo momento en el que Osasuna golpeó al Barcelona en casa y Messi explotara en las declaraciones posteriores al partido.
Ese mismo día, la plantilla del primer equipo estuvo hablando durante una hora para ver cómo podían reaccionar de cara a la Champions, la única competición en la que el equipo barcelonista mantiene opciones para salvar una temporada que ha sido un desastre a todos los niveles.
Esa reunión dejó claro que el equipo iba a una, pero faltaba cauterizar el tajo que separa a ciertos líderes del equipo, empezando por Messi, con el entrenador Quique Setién.
Ahí fue donde el propio entrenador, después de entrevistarse con el presidente Josep Maria Bartomeu el viernes cuando arreciaban los rumores sobre la destitución del técnico, dio un paso al frente.
Según desveló Catalunya Ràdio, el sábado fue el propio Setién el que pidió reunirse con Leo Messi, con el que estuvo encerrado en una charla de una hora en la que ambos se dieron las cosas a la cara y llegaron a la conclusión de que lo mejor era hacer una pausa, unir fuerzas y pensar en la Champions League. Ambos coincidieron en que se tenía que acabar la temporada con las mejores sensaciones posibles y que era fundamental aprovechar los días de descanso de que dispondrán durante esta semana para hacer un reset y limpiar la mente.
Las reuniones dieron su resultado con la victoria del Barcelona ante el Alavés y las palabras conciliadoras de Messi, que volvió a ser el portavoz de la plantilla tras el partido a petición propia para hablar en un tono infinitamente más conciliador del que utilizó hace sólo tres días cuando provocó un incendio que el mismo quiso apagar. Hablando se entiende la gente y de momento, utilizando este método, el equipo blaugrana se ha rearmado de cara a la Champions.
Santi Giménez
As
El Barcelona ha logrado taponar la herida de la pérdida de LaLiga tras la derrota del pasado jueves en el Camp Nou contra Osasuna. El contundente triunfo en Mendizorroza por 0-5 fue el último acto de un proceso de cicatrización que se inició desde el mismo momento en el que Osasuna golpeó al Barcelona en casa y Messi explotara en las declaraciones posteriores al partido.
Ese mismo día, la plantilla del primer equipo estuvo hablando durante una hora para ver cómo podían reaccionar de cara a la Champions, la única competición en la que el equipo barcelonista mantiene opciones para salvar una temporada que ha sido un desastre a todos los niveles.
Esa reunión dejó claro que el equipo iba a una, pero faltaba cauterizar el tajo que separa a ciertos líderes del equipo, empezando por Messi, con el entrenador Quique Setién.
Ahí fue donde el propio entrenador, después de entrevistarse con el presidente Josep Maria Bartomeu el viernes cuando arreciaban los rumores sobre la destitución del técnico, dio un paso al frente.
Según desveló Catalunya Ràdio, el sábado fue el propio Setién el que pidió reunirse con Leo Messi, con el que estuvo encerrado en una charla de una hora en la que ambos se dieron las cosas a la cara y llegaron a la conclusión de que lo mejor era hacer una pausa, unir fuerzas y pensar en la Champions League. Ambos coincidieron en que se tenía que acabar la temporada con las mejores sensaciones posibles y que era fundamental aprovechar los días de descanso de que dispondrán durante esta semana para hacer un reset y limpiar la mente.
Las reuniones dieron su resultado con la victoria del Barcelona ante el Alavés y las palabras conciliadoras de Messi, que volvió a ser el portavoz de la plantilla tras el partido a petición propia para hablar en un tono infinitamente más conciliador del que utilizó hace sólo tres días cuando provocó un incendio que el mismo quiso apagar. Hablando se entiende la gente y de momento, utilizando este método, el equipo blaugrana se ha rearmado de cara a la Champions.