Un DT contó la interna Riquelme-Palermo desde adentro

Abel Alves se refirió los problemas que había en el vestuario que lo tuvo como entrenador en el 2010. “Era muy jodido”, aseguró. Y explicó cómo afectó ese clima a los más jóvenes...

Olé
Se sabe que la relación de Martín Palermo y Juan Román Riquelme en su segunda etapa en Boca no era buena, sino meramente profesional. En esos cuatro años y medio, entre la vuelta definitiva de Román en 2008 y el retiro del Titán en 2011, no hubo muchos entrenadores que tuvieron que lidiar con ese vestuario. Y uno de ellos fue Abel Alves, quien estuvo en uno de los momentos de más cortocircuito entre los dos ídolos. "Era de público conocimiento que las cosas no estaban bien en el plantel", arrancó, contando la interna desde adentro.


Después de ser DT interino en dos oportunidades, reemplazando al Chino Benítez en 2005 y a Carlos Ischia en 2009, el Chueco fue ratificado como técnico de la Primera en 2010, luego de la salida de Alfio Basile. "No estaban bien las cosas entre Román y Palermo, pese a todo lo que le habían dado a Boca. Era muy jodido y convivir con esos problemas no era para cualquiera", explicó quien dirigió 18 encuentros y sólo ganó tres, uno de ellos el superclásico a River en el que Gary Medel convirtió un doblete.

Y con el mismo tono, Alves relató cómo era un día de entrenamiento en ese plantel xeneize que estaba dividido en dos: "Llegaba a los entrenamientos con unas ganas terribles, pero entraba al vestuario y veía esa división y me quería morir. Hablaba y decía 'primero está Boca', pero lamentablemente después esas diferencias se veían en la cancha", admitió con franqueza en Boca Pasión Total.

El ex entrenador de 62 años dirigió a la Reserva durante muchos años y ya conocía a muchos chicos que en ese entonces estaban entrenando en Primera. Por eso, se refirió a los cambios que tuvieron algunos de los juveniles. "Conmigo debutaron 47 pibes. Después los vuelvo a encontrar en Primera y ahí estaban, divididos, unos iban para un lado y otros para el otro. Era difícil tener el control del vestuario", explicó. Y en ese sentido, cerró: "Más allá de tenerlos en Reserva, cuando el jugador llega a Primera y se cambia al lado de Palermo y Riquelme, quieras o no, es otra cosa".

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