Sánchez Miño, en los planes de Riquelme

El volante, compinche y ex compañero de Román, está en carpeta para sumarse al equipo de Russo. En el Rojo está en conflicto con la dirigencia, que pide 1.200.000 dólares y prefiere venderlo al exterior.

Olé
El 11/5/2014, en una Bombonera a reventar, Juan Román Riquelme vivió uno de los momentos más emotivos de su carrera. A los 43' del segundo tiempo, con el triunfo 3-1 sobre Lanús ya consumado, Carlos Bianchi decidió sacarlo de la cancha para que el Templo le dedicara su última gran ovación con la camiseta de Boca. Al llegar a mitad de la cancha, Román descubrió quien era el jugador que estaba por reemplazarlo, sonrío de espaldas a las cámaras y algo le dijo al oído. Era, además de un compañero muy querido, un amigo. Era Juan Manuel Sánchez Miño, el volante que el 10 querría nuevamente en el club para reforzar la mitad de cancha.


Riquelme y el Gordo, como lo llamaban en Boca, fueron compañeros entre el 2011 y el 2014. Pese a la diferencia de edad (Juan tiene 30 y Román 42) enseguida se hicieron muy compinches y construyeron una muy linda relación. El vice, además, es el ídolo de Sánchez Miño. Y era común verlos correr juntos en las prácticas y divertirse juntos en los reducidos. Es recordado el día que entre los dos convirtieron 13 goles en un reducido, como la vez que Román felicitó al mediocampista en pleno círculo central tras un golazo de derecha para un 2-1 en el Cilindro. Ahora, Riquelme lo tiene en carpeta y ya había tenido un contacto con él para tentarlo.

Su salida de Independiente ​no es sencilla, pero tampoco imposible. Al volante zurdo le queda un año de contrato, pero se encuentra en conflicto con el Rojo por un tema salarial: la CD le impuso un techo que dista mucho de las pretensiones del jugador. En señal de protesta, el Gordo decidió dejar de entrenarse vía Zoom junto al resto de sus compañeros y puertas adentro ya expresó su deseo de cambiar de aire. El problema, claro, es que Independiente no lo suelta tan fácil.

Para liberarlo, el Rojo le pidió al futbolista que buscara una oferta de 1.200.000 dólares. Y que, dentro de lo posible, provenga de un club del exterior, cosa de ahorrarse el descontento de la gente en caso de arreglar con otro grande de la Argentina. Estudiantes es otro equipo en el que Sánchez Miño ya jugó y podrá hacer un intento por repatriarlo, aunque la figura de Riquelme podría inclinar la balanza a favor del Xeneize.

Por lo pronto, Boca no se meterá en la discusión con Independiente, pero sí estará a la expectativa de ver cómo resuelve su situación para avanzar y tratar de cerrarlo. En su posición, Russo casi que no tiene variantes, sólo Bebelo Reynoso (a punto de pasar al Minnesota de la MLS) y el juvenil Agustín Obando​, que arrancó jugando con Miguel, pero después perdió terreno. Sánchez Miño, en cambio, cierra por todos lados. Y esta vez sí podría sacarse las ganas de volver.

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