River no quiere más Lollo
El club intentará rescindir el contrato hasta junio de 2021 con el zaguero, que terminó su préstamo con Banfield pero se sigue entrenando con el Taladro vía Zoom. Lucho seguirá en el Sur luego de cerrar trato en Núñez.
Olé
Es un caso extraño desde el origen. Y el final, a corto o largo plazo, tendrá las mismas características complejas. Porque Luciano Lollo terminó su préstamo con Banfield el 30 de junio pero desde el 1° de julio se está entrenando vía Zoom con el plantel que dirige Javier Sanguinetti. Su intención es seguir en el Taladro a través de una nueva cesión por parte de River. Pero en Núñez tienen un objetivo diferente: llegar a un acuerdo con Banfield por la continuidad del defensor y al mismo tiempo rescindir el vínculo del cordobés de 33 años que caduca en junio de 2021.
Se trata de una negociación absolutamente compatible. Y los números que hacen en las oficinas virtuales del Monumental son concretos: Banfield adeuda alrededor de 100 mil dólares del préstamo 2019/20 por la cantidad de partidos que jugó Lollo en la temporada (17 en la Superliga y dos en la Copa Argentina), una cláusula que formaba parte del trato, y la idea de River es que el club del Sur pague otros 150 mil verdes para mantenerlo en el plantel.
Ahora, esto es sólo una parte del arreglo. La otra, es mucho más difícil. Como el vínculo de Lucho con River finaliza en junio del año que viene, si lo cede a préstamo hasta fines de 2021 (porque hoy los contratos en AFA se registran de enero a diciembre) estaría obligado a firmarle la renovación del convenio hasta diciembre de 2022, una posibilidad que en Núñez no consideran factible porque le quieren dar un corte definitivo a la etapa de Lollo en el club.
Entonces, la solución presenta dos alternativas en este momento. La primera, que Banfield agregue el pago de otros 100 mil dólares a la cifra que debería abonarle a River por el préstamo vencido (alrededor de u$s 100.000) y la nueva cesión (u$s 150.000) y se quede con el defensor; una operación que el Taladro resolvería con los derechos de TV como garantía. La segunda, que Lollo negocie la rescisión con River, que no sería tan sencilla porque existe una deuda del club con el cordobés.
De todas maneras, lo concreto es que a las dos partes les conviene llegar a un arreglo sin demasiadas vueltas. A Lollo, porque corre el riesgo de quedar colgado en River hasta finalización de su contrato (aunque seis meses antes, en diciembre, ya contaría con el derecho de considerarse libre). Y a River, que quiere acordar la salida del ex Racing y Belgrano cuanto antes para no seguir pagando por un jugador que no usará. Está claro, Gallardo perdió hace rato la apuesta que hizo por el cordobés y el club ya no quiere más lola con Lollo.
Olé
Es un caso extraño desde el origen. Y el final, a corto o largo plazo, tendrá las mismas características complejas. Porque Luciano Lollo terminó su préstamo con Banfield el 30 de junio pero desde el 1° de julio se está entrenando vía Zoom con el plantel que dirige Javier Sanguinetti. Su intención es seguir en el Taladro a través de una nueva cesión por parte de River. Pero en Núñez tienen un objetivo diferente: llegar a un acuerdo con Banfield por la continuidad del defensor y al mismo tiempo rescindir el vínculo del cordobés de 33 años que caduca en junio de 2021.
Se trata de una negociación absolutamente compatible. Y los números que hacen en las oficinas virtuales del Monumental son concretos: Banfield adeuda alrededor de 100 mil dólares del préstamo 2019/20 por la cantidad de partidos que jugó Lollo en la temporada (17 en la Superliga y dos en la Copa Argentina), una cláusula que formaba parte del trato, y la idea de River es que el club del Sur pague otros 150 mil verdes para mantenerlo en el plantel.
Ahora, esto es sólo una parte del arreglo. La otra, es mucho más difícil. Como el vínculo de Lucho con River finaliza en junio del año que viene, si lo cede a préstamo hasta fines de 2021 (porque hoy los contratos en AFA se registran de enero a diciembre) estaría obligado a firmarle la renovación del convenio hasta diciembre de 2022, una posibilidad que en Núñez no consideran factible porque le quieren dar un corte definitivo a la etapa de Lollo en el club.
Entonces, la solución presenta dos alternativas en este momento. La primera, que Banfield agregue el pago de otros 100 mil dólares a la cifra que debería abonarle a River por el préstamo vencido (alrededor de u$s 100.000) y la nueva cesión (u$s 150.000) y se quede con el defensor; una operación que el Taladro resolvería con los derechos de TV como garantía. La segunda, que Lollo negocie la rescisión con River, que no sería tan sencilla porque existe una deuda del club con el cordobés.
De todas maneras, lo concreto es que a las dos partes les conviene llegar a un arreglo sin demasiadas vueltas. A Lollo, porque corre el riesgo de quedar colgado en River hasta finalización de su contrato (aunque seis meses antes, en diciembre, ya contaría con el derecho de considerarse libre). Y a River, que quiere acordar la salida del ex Racing y Belgrano cuanto antes para no seguir pagando por un jugador que no usará. Está claro, Gallardo perdió hace rato la apuesta que hizo por el cordobés y el club ya no quiere más lola con Lollo.