Reapareció Aguilar y recordó el affaire Ameli-Tuzzio

El ex presidente de River rompió el silencio tras varios años para referirse a la interna del vestuario que explotó en plena Libertadores 2005.

Olé
José María Aguilar, ex presidente de River durante dos períodos (2001-2009), se alejó de la imagen pública luego de su paso por Núñez, donde dejó una muy mala imagen. Apenas había aparecido en contadas ocasiones desde entonces, pero este miércoles rompió el silencio, en declaraciones a La Nación, para recordar el incidente Ameli-Tuzzio, la bomba que explotó en el vestuario en plena Libertadores 2005.


En aquel entonces, Tuzzio juntó a los jugadores para decir que Ameli, compañero de zaga y amigo, estaba manteniendo una relación de amante con su mujer desde hacía dos meses. La confesión marcó un antes y un después y, para muchos de los integrantes de aquel plantel, la sensación es que aquella Copa quedó trunca principalmente por motivos extrafutbolísticos.

La decisión del club fue que ambos jugadores siguieran en el equipo, algo que hace poco Hernán Díaz​, por entonces mano derecha del entrenador Leo Astrada, admitió pudo no haber sido la mejor postura.

Aguilar se expresó en ese mismo sentido: "Fue una situación muy perturbadora hacia adentro y de repercusiones incalculables hacia afuera. La infidelidad, escenificada en el principal equipo de la Argentina, despierta una curiosidad y sensibilidad insuperables. Los periodistas deportivos que cubrían la información de River habían quedado en minoría en comparación con los que se encargan de los chimentos del mundo del espectáculo. Hubo más rebote fuera de las canchas que dentro. Y eso que todavía no estaban en auge las redes sociales. Con Twitter, Instagram y demás plataformas, el infierno se hubiera potenciado. Ese semestre pudo haber sido muy distinto sin esta bomba que nadie veía venir".

Con respecto a su accionar como presidente en aquel momento, Aguilar contó: "La postura más estricta y principista implicaba separar a ambos futbolistas para evitar los ruidos consecuentes, pese a que nadie podía asegurar que esos mismos ruidos no provocaran divisiones en un equipo que estaba en plena competencia. La permanencia de ambos era una prueba de liderazgo muy severa para el cuerpo técnico y los dirigentes, y un mensaje muy claro en cuanto a las reglas a seguir. Optamos por la segunda opción, la de que los dos permanecieran en el plantel. Le dimos prioridad al aspecto deportivo".

Y agregó: "Evitamos un castigo sobre alguien en particular por una cuestión humana que se plantea en diferentes ámbitos, sean de trabajo o amistosos. Lo decidí después de reunirme con ambos, sin pretender que me contaran lo que había pasado, sino para saber el compromiso que tenían con River. La cuestión también fue conversada y debatida con otros futbolistas, con buena parte de la dirigencia y con el cuerpo técnico que componían Astrada y Hernán Díaz. Con todo el ruido que significaba había que tomar una decisión definitiva en los días previos a un partido contra la Liga Deportiva de Quito, por la Copa Libertadores. Ese encuentro lo perdimos 2 a 1".

River finalmente eliminó al equipo ecuatoriano y en cuartos hizo lo propio con el Banfield de Falcioni, serie de la que Aguilar también recuperó una anécdota, del partido de ida: "Horacio Elizondo omitió uno de los foules más terribles que pudo haber visto en su carrera. El planchazo que Giménez le dio en el pecho a Mascherano era para aplicar el código penal. Para Elizondo solo fue merecedora de una tarjeta amarilla. En ese encuentro, (Antonio) Barijho se dedicó a provocar a Ameli y Tuzzio, que en esa circunstancia se mostraron solidarios. Al final del partido, Barijho tuvo que salir corriendo al vestuario ante un Ameli que lo iba a buscar".

River quedó afuera en semis, tras dos derrotas con San Pablo. ¿Piensa Aguilar que hubieran ganado la Copa si actuaban de otra forma? "Nos eliminó un equipazo, que luego fue el campeón. El partido de visitante por poco no se suspende por el escándalo que provocó la policía, que reprimió de una manera terrible. Igual, River podría haber ganado y ahí sí creo que tuvo influencia esta cuestión de Ameli y Tuzzio. Con el diario del lunes se puede decir que no adoptamos la decisión correcta. Pero con la otra opción, la de marginar a uno o a los dos, nadie puede asegurar que hubiésemos sido campeones".

Por último, Aguilar ofreció una mirada particular de cómo quedó el vestuario después de aquella gran bomba: "Seguramente en el plantel se formó un grupo amelista y otro tuzzista, pero no al límite de causar una grave división. Sí, por el curso que tomaron los hechos y el tratamiento público y mediático que se le dio, Tuzzio quedó como el bueno y Ameli como el malo. Honestamente, a estas alturas de las circunstancias, no estoy tan seguro de que fuera así. Para Ameli significó el final de su carrera, prácticamente. Fue el más perjudicado, yo me quedé mal por eso. Tuzzio fue egoísta, ocupó el papel de víctima, lo cual le dio el apoyo de gran parte del plantel".

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