Pimienta mandó sobre Setién
Barcelona, AS
Quique Setién sorprendió a todos el pasado viernes cuando hizo pública la lista de convocados para el partido ante el Valladolid. Pese a la cantidad de lesiones (Umtiti, Dembélé, Arthur, De Jong), sanciones (Ansu) y la estrechez de la plantilla, sólo viajó con 18 jugadores a Pucela, tres de ellos porteros, cuando LaLiga ha permitido excepcionalmente listas de 23 futbolistas y cinco cambios en este tramo con el asterisco post-Covid de la temporada 2019-20.
Jugadores como Cuenca, Morer, Monchu o Collado, que habían sido convocados habitualmente con el primer equipo todas estas jornadas, se quedaron con el filial jugando un amistoso contra el Europa que servía de preparación para el partido que el próximo domingo 19 de julio medirá al Barça B de García Pimienta contra el filial del Valladolid, válido para el playoff de ascenso a Segunda. Esta debía ser la última prueba del B y, por recomendación del club y mando de Pimienta, Setién levantó la mano y dejó que se quedasen en Barcelona.
Lo que sorprendió es que lo hizo incluso con el riesgo de poder perjudicar al primer equipo. Primero, porque autoprescindió de cinco cambios. Esto es, de más opciones futbolísticas. Pero el asunto fue a más porque Setién pudo necesitar a alguno de los jugadores que se dejó en Barcelona y no pudo contar con ellos. Pese a aceptar que el equipo estaba "cansado" al final, Setién sólo hizo cuatro de los cinco cambios permitidos en Zorrilla. Introdujo a Suárez, Rakitic, Araújo y Júnior. Braithwaite no podía salir ya porque Suárez había sustituido a Griezmann y a Messi no lo iba a cambiar. Vidal, con síntomas evidentes de agotamiento (pidió el cambio con insistencia), podría haber sisdo sustituido por Monchu (que por cierto hizo dos goles en el amistoso del filial ante el Europa) o Collado. Pero no estaban. El partido estuvo en verdadero riesgo para el Barça y pareció difícil explicar que no pudiese tirar de uno de los filiales por decisión propia. El amistoso contra el Europa debió pesar más. O que el cántabro tenía claro que Monchu y Collado nunca jugarían minutos en ese partido. O que Pimienta mandó más que Setién
Quique Setién sorprendió a todos el pasado viernes cuando hizo pública la lista de convocados para el partido ante el Valladolid. Pese a la cantidad de lesiones (Umtiti, Dembélé, Arthur, De Jong), sanciones (Ansu) y la estrechez de la plantilla, sólo viajó con 18 jugadores a Pucela, tres de ellos porteros, cuando LaLiga ha permitido excepcionalmente listas de 23 futbolistas y cinco cambios en este tramo con el asterisco post-Covid de la temporada 2019-20.
Jugadores como Cuenca, Morer, Monchu o Collado, que habían sido convocados habitualmente con el primer equipo todas estas jornadas, se quedaron con el filial jugando un amistoso contra el Europa que servía de preparación para el partido que el próximo domingo 19 de julio medirá al Barça B de García Pimienta contra el filial del Valladolid, válido para el playoff de ascenso a Segunda. Esta debía ser la última prueba del B y, por recomendación del club y mando de Pimienta, Setién levantó la mano y dejó que se quedasen en Barcelona.
Lo que sorprendió es que lo hizo incluso con el riesgo de poder perjudicar al primer equipo. Primero, porque autoprescindió de cinco cambios. Esto es, de más opciones futbolísticas. Pero el asunto fue a más porque Setién pudo necesitar a alguno de los jugadores que se dejó en Barcelona y no pudo contar con ellos. Pese a aceptar que el equipo estaba "cansado" al final, Setién sólo hizo cuatro de los cinco cambios permitidos en Zorrilla. Introdujo a Suárez, Rakitic, Araújo y Júnior. Braithwaite no podía salir ya porque Suárez había sustituido a Griezmann y a Messi no lo iba a cambiar. Vidal, con síntomas evidentes de agotamiento (pidió el cambio con insistencia), podría haber sisdo sustituido por Monchu (que por cierto hizo dos goles en el amistoso del filial ante el Europa) o Collado. Pero no estaban. El partido estuvo en verdadero riesgo para el Barça y pareció difícil explicar que no pudiese tirar de uno de los filiales por decisión propia. El amistoso contra el Europa debió pesar más. O que el cántabro tenía claro que Monchu y Collado nunca jugarían minutos en ese partido. O que Pimienta mandó más que Setién