Ni Valverde, ni Setién, miren ya al vestuario
Juan Jiménez
As
Sería fácil mirar a Quique Setién, que obviamente no ha mejorado en nada a Valverde. Pero eso ya se sabía. Ni Valverde, ni Setién, son los culpables de la situación del Barça. Messi hizo bien en hablar en plural. Los grandes culpables de la situación del Barça son sus jugadores. Los grandes culpables de que el Madrid les haya pasado la mano por la cara en el postconfinamiento son los jugadores. Hace exactamente tres años que los jugadores del Barça, con Messi a la cabeza, deciden qué pasa en el Barça.
Hace mucho tiempo que los jugadores del Barça son responsables de la situación del club. En lo bueno, y en lo malo. El que estuvo en la final de la Champions de 2015 en Berlín supo que el tridente era la gloria de ese equipo, pero que también, por muchos motivos, sería su muerte. No hacía falta ser un genio. Ahora hay dos opciones. Hacer un ejercicio de hipocresía y no meter el dedo en la llaga, o repensar el Barça post-Messi. Víctor Font lo convirtió en su eslogan hace cuatro años. Igual no sabía que decía la verdad. El Barça de 2020 debe ir más allá. Y hay que ser valiente. No echarle la culpa a Setién.
As
Sería fácil mirar a Quique Setién, que obviamente no ha mejorado en nada a Valverde. Pero eso ya se sabía. Ni Valverde, ni Setién, son los culpables de la situación del Barça. Messi hizo bien en hablar en plural. Los grandes culpables de la situación del Barça son sus jugadores. Los grandes culpables de que el Madrid les haya pasado la mano por la cara en el postconfinamiento son los jugadores. Hace exactamente tres años que los jugadores del Barça, con Messi a la cabeza, deciden qué pasa en el Barça.
Hace mucho tiempo que los jugadores del Barça son responsables de la situación del club. En lo bueno, y en lo malo. El que estuvo en la final de la Champions de 2015 en Berlín supo que el tridente era la gloria de ese equipo, pero que también, por muchos motivos, sería su muerte. No hacía falta ser un genio. Ahora hay dos opciones. Hacer un ejercicio de hipocresía y no meter el dedo en la llaga, o repensar el Barça post-Messi. Víctor Font lo convirtió en su eslogan hace cuatro años. Igual no sabía que decía la verdad. El Barça de 2020 debe ir más allá. Y hay que ser valiente. No echarle la culpa a Setién.