Liga Profesional: ¿clásicos sí o no?
¿Los hinchas quieren enfrentarse al rival de toda la vida? ¿Qué buscan los dirigentes? ¿Qué pide la televisión? Puntos a favor y en contra del borrador del nuevo torneo de la Primera División.
Olé
¿Clásico sí o clásicos no? Esa es la cuestión”. Un Hamlet futbolero se debate por estas horas de incertidumbre sobre cuándo va a volver a rodar la pelota en las canchas argentinas. Mientras los clubes esperan la autorización del Gobierno para empezar a entrenarse -los equipos coperos tendrían prioridad para empezar a testear desde el 3 de agosto o, a más tardar, el 10-, los dirigentes trabajan sobre un borrador de un nuevo torneo que incluye una fecha de enfrentamientos clásicos, una propuesta que recoge tantos adeptos como detractores. Como si fuera una obra de William Shakespeare.
El proyecto contempla dividir a los 24 equipos en seis zonas de cuatro. En esa fase, clasificatoria para la Copa Principal, cada club jugaría seis partidos contra los de su zona (ida y vuelta) y un séptimo encuentro interzonal ante su clásico adversario, aunque algunos emparejamientos no cumplen el requisito. Y los argumentos deportivos y económicos, a favor y en contra, están a la orden del día.
Sí, porque es el partido que todos los hinchas más esperan en el año, el primero que buscan cuando se conoce el fixture y que marcan con rojo en el almanaque para acomodar su agenda y faltar al trabajo o postergar un cumpleaños si es necesario.
Sí, porque los dirigentes lo piensan como un atractivo para fortalecer el fútbol argentino como producto, en especial en este momento en que los derechos internacionales de la Liga Profesional no tienen dueño y buscan aumentar el canon anual que recibían hasta el 30 de junio (de 5.000.000 de dólares lo quieren llevar a entre 12 y 15 palos verdes).
Sí, porque lo pide la televisión: las cadenas dueñas de los derechos audiovisuales a nivel local, Fox Sports/ESPN y TNT Sports, han venido cumpliendo con su cuota mensual durante toda la pandemia, aunque no hubo competencia. Incluso, dejaron de cobrarles a los clientes el pack fútbol. Y creen que la fecha de los clásicos es un atractivo para recuperar abonados.
¿Por qué clásicos no?
No, por la disparidad de fuerzas: para Boca no es lo mismo medirse con River o para Racing hacerlo contra Independiente, con toda la tensión que sugiere una previa, y las temidas consecuencias que muchas veces acarrean para el perdedor cuando viene en una mala racha, que para Aldosivi enfrentarse con Patronato o Godoy Cruz chocar con Talleres, encuentros que no tienen nada de clásicos y pasan como uno más del torneo, sin gasto de energías extra.
No, porque los clubes no quieren jugar con la cancha vacía. Sin público, como sucederá. Al que le toque ser local, se perderá una recaudación importante.
No, porque atado al punto anterior, los dirigentes reclaman plata a la televisión. Un extra para disputar el clásico, del que justamente las señales quieren sacar tajada.
Entre esos factores deportivos y económicos (especialmente) ya dieron su opinión en contra de la fecha de clásicos los dirigentes de Boca, River, Estudiantes y Rosario Central, en la voz de su vicepresidente, Ricardo Carloni.
¿Cómo serían los clásicos? (el orden de localía no se sabe aún).
Boca-River, Racing-Independiente, San Lorenzo-Huracán, Estudiantes-Gimnasia, Rosario Central-Newell's, Colón-Unión y Banfield-Lanús.
Luego, hay otra serie de partidos que no son clásicos aunque se los agrupará por cercanía: Argentinos-Vélez, Defensa-Arsenal y, a confirmar, Aldosivi-Patronato, Godoy Cruz-Talleres, Atlético Tucumán-Central Córdoba de Santiago del Estero.
Claro que si finalmente no hay fecha de clásicos, el 2020 podría no tener Boca-River (a nivel local, no juegan desde el 1/9/2019), Gimnasia-Estudiantes (2/11/2019), Huracán-San Lorenzo (20/10/2019), Central-Newell's (15/9/2019), Colón-Unión (6/10/2019) y Lanús-Banfield (9/11/2019), aunque siempre está la chance de que se midan en una segunda etapa del torneo, en la final o, en el caso del superclásico, en la Libertadores.
Olé
¿Clásico sí o clásicos no? Esa es la cuestión”. Un Hamlet futbolero se debate por estas horas de incertidumbre sobre cuándo va a volver a rodar la pelota en las canchas argentinas. Mientras los clubes esperan la autorización del Gobierno para empezar a entrenarse -los equipos coperos tendrían prioridad para empezar a testear desde el 3 de agosto o, a más tardar, el 10-, los dirigentes trabajan sobre un borrador de un nuevo torneo que incluye una fecha de enfrentamientos clásicos, una propuesta que recoge tantos adeptos como detractores. Como si fuera una obra de William Shakespeare.
El proyecto contempla dividir a los 24 equipos en seis zonas de cuatro. En esa fase, clasificatoria para la Copa Principal, cada club jugaría seis partidos contra los de su zona (ida y vuelta) y un séptimo encuentro interzonal ante su clásico adversario, aunque algunos emparejamientos no cumplen el requisito. Y los argumentos deportivos y económicos, a favor y en contra, están a la orden del día.
Sí, porque es el partido que todos los hinchas más esperan en el año, el primero que buscan cuando se conoce el fixture y que marcan con rojo en el almanaque para acomodar su agenda y faltar al trabajo o postergar un cumpleaños si es necesario.
Sí, porque los dirigentes lo piensan como un atractivo para fortalecer el fútbol argentino como producto, en especial en este momento en que los derechos internacionales de la Liga Profesional no tienen dueño y buscan aumentar el canon anual que recibían hasta el 30 de junio (de 5.000.000 de dólares lo quieren llevar a entre 12 y 15 palos verdes).
Sí, porque lo pide la televisión: las cadenas dueñas de los derechos audiovisuales a nivel local, Fox Sports/ESPN y TNT Sports, han venido cumpliendo con su cuota mensual durante toda la pandemia, aunque no hubo competencia. Incluso, dejaron de cobrarles a los clientes el pack fútbol. Y creen que la fecha de los clásicos es un atractivo para recuperar abonados.
¿Por qué clásicos no?
No, por la disparidad de fuerzas: para Boca no es lo mismo medirse con River o para Racing hacerlo contra Independiente, con toda la tensión que sugiere una previa, y las temidas consecuencias que muchas veces acarrean para el perdedor cuando viene en una mala racha, que para Aldosivi enfrentarse con Patronato o Godoy Cruz chocar con Talleres, encuentros que no tienen nada de clásicos y pasan como uno más del torneo, sin gasto de energías extra.
No, porque los clubes no quieren jugar con la cancha vacía. Sin público, como sucederá. Al que le toque ser local, se perderá una recaudación importante.
No, porque atado al punto anterior, los dirigentes reclaman plata a la televisión. Un extra para disputar el clásico, del que justamente las señales quieren sacar tajada.
Entre esos factores deportivos y económicos (especialmente) ya dieron su opinión en contra de la fecha de clásicos los dirigentes de Boca, River, Estudiantes y Rosario Central, en la voz de su vicepresidente, Ricardo Carloni.
¿Cómo serían los clásicos? (el orden de localía no se sabe aún).
Boca-River, Racing-Independiente, San Lorenzo-Huracán, Estudiantes-Gimnasia, Rosario Central-Newell's, Colón-Unión y Banfield-Lanús.
Luego, hay otra serie de partidos que no son clásicos aunque se los agrupará por cercanía: Argentinos-Vélez, Defensa-Arsenal y, a confirmar, Aldosivi-Patronato, Godoy Cruz-Talleres, Atlético Tucumán-Central Córdoba de Santiago del Estero.
Claro que si finalmente no hay fecha de clásicos, el 2020 podría no tener Boca-River (a nivel local, no juegan desde el 1/9/2019), Gimnasia-Estudiantes (2/11/2019), Huracán-San Lorenzo (20/10/2019), Central-Newell's (15/9/2019), Colón-Unión (6/10/2019) y Lanús-Banfield (9/11/2019), aunque siempre está la chance de que se midan en una segunda etapa del torneo, en la final o, en el caso del superclásico, en la Libertadores.