Libertadores: la cocina de las presiones

El regreso de la Copa Libertadores está previsto para el 15 de septiembre.
Hay revuelo porque la AFA no pudo retrasar en Conmebol la vuelta de la Copa -será el 15/9- y los clubes argentinos quedaron en jaque: tras cuatro meses parados, los rivales llegarán mejor. Y el Gobierno no da guiños... ¿Se podrán acelerar los tiempos?

Olé
La videoconferencia del Consejo de la Conmebol recién arrancaba el viernes por la mañana cuando Claudio Tapia jugó su carta. Literal. El presidente de la AFA expuso ante Alejandro Domínguez y frente a los titulares de otras ocho asociaciones miembro -Venezuela participó como invitada- una misiva que, con la firma de los clubes argentinos, le pedían a su máxima figura contemplar la necesidad de contar con dos meses de entrenamiento encima para volver a competir. “Pero la fecha para que regrese la Libertadores es el 15 de septiembre”, le respondieron desde la Confederación. “Miren que en la Argentina estamos planificando retomar el fútbol en octubre”, se plantó Chiqui. “Si los equipos argentinos no quieren jugar, que no jueguen”, le retrucaron a Tapia. Se puso a consideración el calendario con extensión hasta enero de 2021: AFA votó en contra y perdió 8-1.

Era un secreto a voces: todo el fútbol sabía que desde hacía dos meses que la Conmebol se estaba moviendo para reactivar su principal torneo en septiembre. Entonces, ahora que desde esa entidad se planifica -y así fue anunciado el viernes- el regreso del fútbol en el continente para el martes 15 de ese mes marcado en rojo en el calendario, nadie puede hablar de sorpresa o de arbitrariedades.

La Confederación se muestra dinámica desde el primer día: de arranque, destinó fondos y ahorros para asistir a las asociaciones y anticiparles premios a los clubes coperos. Y a medida que la industria de la pelota se fue volviendo a encender en Sudamérica, incluso en países en los que el coronavirus golpea más fuerte que en la Argentina, avanzó sobre los protocolos. Ya tiene el visto bueno sobre las recomendaciones para entrenar, viajar y competir. Y ahora le puso fecha al regreso, lo que supone una clara desventaja para Boca, River, Racing, Defensa y Tigre, que deberán salir a la cancha sin rodaje por los puntos y con menos días de entrenamiento que el que consideraban. ¿Y entonces?

Para el viernes, cuando finalice esta etapa de la cuarentena obligatoria en el AMBA, el fútbol argentino llegará a los 119 días sin mover la pelota. Sus dirigentes entraron en una zona de confort desde el momento en que a mitad de abril dieron por terminada la 2019/20. Sin horizonte de regreso previsto, ni apuro por volver a jugar, sortearon el 30 de junio, se sacaron muchos contratos de encima (más de 100 en la Primera División y cerca de 1.300 entre todas las categorías) y achicaron sus presupuestos: muchos clubes entienden que, sin descensos y sin posibilidad de ascender, ya no disputarán ningún partido hasta 2021. En la nueva Liga Profesional saben que tienen que armar un torneo relámpago para el último trimestre de este año y así poder definir un clasificado a la Libertadores 2021: también debe finalizarse la Copa Argentina, de donde saldrá el otro equipo que falta.

Pasó que las ligas top de Europa reanudaron sus ligas. Y también los países vecinos avanzaron hacia la nueva normalidad. Y algunas provincias autorizaron la práctica deportiva. Y los atletas olímpicos recibieron el permiso para entrenarse. Y la opinión pública le reclamó a la AFA protocolos para volver a practicar. Y se presionó para que los equipos se trasladaran a trabajar a provincias con menos circulación de Covid-19.

Marcelo Gallardo fue de los pocos que alzó la voz. “Me gustaría que el ministro de Salud explique cómo puede funcionar una industria con 500 empleados, y protocolos, pero no puede entrenarse un grupo reducido de futbolistas, también con protocolos”, le planteó el técnico de River a Ginés González García el 17 de junio. A las pocas horas, Tapia acalló las voces: en línea con el Gobierno Nacional, anunció que recién se volvería a los entrenamientos, todos los clubes en simultáneo, cuando el país entero estuviera en Fase 4, aunque es impensado que CABA y Gran

Sin prisa, desde Viamonte armaron el protocolo, y los médicos avanzan en la organización de testeos, de las condiciones e infraestructura para los entrenamientos y de los traslados de los jugadores. “Entre el 5 ó el 10/8 podríamos estar entrenando”, se alinearon Nicolás Russo y Marcelo Tinelli​.

Pero la Conmebol, presionada por la TV y los sponsors, y mismo por los países que ya se entrenan, movió primero y, sujeto a la evolución de la pandemia en el continente, planificó por completo Libertadores y Sudamericana (a partir del 27/10), y las semi y final única en enero 2021. Y le pasó toda la presión a la AFA.

Sabiendo la que se le venía puertas adentro, Chiqui buscó aire en la reunión de Conmebol y pidió que se arrancara el 22/9 -una semana después-. Lo máximo que le concedieron fueron dos días: que los argentinos inicien el jueves 17/9, ya que consideran que AFA debió haberse movido con más agilidad. Con el AMBA cerrado hasta el viernes, ya no dan los tiempos para que los equipos de la Libertadores lleguen a competir con los 60 días de preparación que pretendían.

Pasa que el Gobierno no da guiños. "Evidentemente ha sido una fecha un poco arbitraria que puso la Conmebol. Quizás habrá pensando que todo hubiera pasado, pero no pasó y lo estamos viendo en América. Sí hemos quedado con gente de la AFA que ni bien termine este episodio, después del 17 de julio vamos a empezar a conversar", contó Ginés González García, ministro de Salud, este sábado por la mañana.

Matías Lammens, ministro de Turismo y Deportes, agregó por la tarde: "La vuelta a los entrenamientos es una decisión estrictamente de la Asociación del Fútbol Argentino. Lo que nosotros decimos es si están las condiciones dadas para volver o no y la verdad es que hasta acá, sobre todo en el AMBA, las condiciones no están dadas. A partir del 17 de julio, cuando esperemos que los infectólogos nos digan que tenemos una nueva normalidad o que pasamos a una nueva fase, recién ahí se podrían realizar algunos entrenamientos".

De la presión que hagan Rodolfo D’Onofrio, Jorge Ameal y Víctor Blanco dependerá adelantar plazos. Por eso, los presidentes de River, Boca y Racing se mueven para que, si el contexto sanitario acompaña, en la semana del lunes 20 se les habiliten los entrenamientos. Es la Copa Libertadores.

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